“Tenés que confiar”: la máxima de Steve Jobs para alcanzar el éxito y la felicidad
La personalidad innovadora, creativa y visionaria de Steve Jobs se sostuvo en el tiempo a través de un hábito mental, de una filosofía para entender la vida, que le permitió ser feliz incluso e...
La personalidad innovadora, creativa y visionaria de Steve Jobs se sostuvo en el tiempo a través de un hábito mental, de una filosofía para entender la vida, que le permitió ser feliz incluso en momentos de adversidad. Muchos años antes de su fallecimiento en 2011, el empresario ya utilizaba el término “soltar” como imperativo en sus jornadas cotidianas para mantener la calma y la alegría, una palabra que recién hace un par de años invadió la cultura de la autoayuda.
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El “soltar” para Steve Jobs era el resultado de confiar, en primer lugar. La seguridad de que, de alguna manera, todo saldría bien a pesar de los obstáculos, le permitió al multimillonario conseguir el éxito y la relevancia que aún hoy continúan siendo una inspiración para los que se animan a emprender sus propios negocios.
La confianza seguida del “dejarse llevar” y también de la certeza de que hasta los problemas siempre dejan una enseñanza fueron las claves con las que el fundador de Apple gestionó sus proyectos profesionales y, en definitiva, su vida para ser feliz. Así lo contó en un discurso que ofreció en la Universidad de Stanford en 2005: “Confiá en que los puntos se conectarán en algún momento. Tenés que confiar en algo: tu instinto, tu destino, tu vida, tu karma, lo que sea”.
Precisamente, la seguridad que tenía en su visión fue el motivo por el que abandonó la universidad y fundó Apple en 1976: “Decidí dejarlo y confiar en que todo saldría bien. Muchas de las cosas con las que me topé a través de mi curiosidad e intuición resultaron ser invaluables más tarde. Si no hubiera abandonado la escuela, nunca habría tomado esa clase de caligrafía y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen”, explicó a los estudiantes en aquel momento.
Para Steve Jobs lo esencial era trabajar y confiar en el proceso, soltar y hacer caso a la intuición en determinadas circunstancias, sobre todo, en aquellas situaciones críticas en las que un proyecto parece no tener las suficientes condiciones para funcionar. En estos casos, el creativo siempre le prestó atención a sus percepciones más inmediatas: “La intuición es algo muy poderoso, más poderoso que el intelecto, en mi opinión. Eso ha tenido un gran impacto en mi trabajo”, le dijo al escritor Walter Isaacson en su biografía homónima.
La impresionante trayectoria del gigante tecnológico es la prueba indiscutible de que esta filosofía verdaderamente funciona, en este caso, además, combinada con una genialidad extraordinaria. Después de que en 1976 fundara Apple con un amigo de la adolescencia en el garaje de su casa, la compañía nunca dejó de crecer. En 1982, Steve Jobs con 27 años y una cuenta bancaria que ya era millonaria, fue por primera vez tapa de una revista. Time lo eligió debido a la revolución tecnológica que provocó la computadora personal Apple II.
El universo cinematográfico fue otro de los sectores en los que el visionario dejó huella. Cuando en 1986 compró Pixar inició un gran proceso de transformación que culminó con el estreno en 1995 de Toy Story, el film que le dio un giro radical a la industria de películas y series animadas por computadora.
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En 2007, el genio creativo cambió para siempre el mercado de la telefonía celular con el lanzamiento del primer iPhone. El diseñó no solo reemplazó definitivamente a BlackBerry, la última tecnología de aquel momento que utilizaba un teclado, sino que la nueva pantalla táctil supuso una renovación total de los smartphones tal como los conocemos en la actualidad.