“¡Soltá el cuchillo!”, gritó el oficial de la Policía de la Ciudad. La mujer, de 35 años, no obedeció y continuaba con la amenaza de apuñalar a su expareja. Entonces, para reducir y detener a la agresora, el personal de la fuerza de seguridad porteña utilizó una pistola Taser, arma que dispara dardos guiados por cable que durante cinco segundos generan una descarga eléctrica de 400 voltios.

Todo ocurrió en el barrio de La Boca ayer, cerca de las 11, cuando una llamada al 911 dio aviso de que una mujer amenazaba con apuñalar con un cuchillo de cocina a su exnovio.

Personal de División de Intervenciones Rápidas (DIR) y de la Comisaría Vecinal 4C de la Policía de la Ciudad llegó hasta Suárez al 400.

A pesar del arribo de los policías, la mujer continuaba con las amenazas. Entonces, tras exigirle que soltara el cuchillo, uno de los oficiales activó la pistola Taser. La agresora fue reducida y luego trasladada en una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) al hospital Cosme Argerich.

Ya en el centro de salud, se diagnosticó a la mujer con un cuadro de “excitación psicomotriz” y con un golpe en la cabeza leve, producto de su caída al piso tras recibir la descarga de la Taser durante la intervención policial.

Intervino en el hecho la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°40, a cargo de Diego Espada, que inició actuaciones contra la mujer por “uso y portación de arma impropia”, en infracción al artículo 102 del Código Contravencional.

Las pistolas Taser comenzaron a ser usadas el 17 de julio pasado, después de 13 años de polémica y con su aplicación judicializada.

Por el momento son 60 armas electrónicas, que están en manos de uniformados desplegados en estaciones de subte, de la DIR y de la División de Operaciones Metropolitanas (DOEM). El gobierno porteño anticipó su decisión de adquirir otras 30 unidades.

La intención de dotar a la Policía de la Ciudad de esta arma de descarga eléctrica se orientó a permitir que los uniformados tuviesen una herramienta adicional para actuar en situaciones en las que el uso de un arma de fuego suponga una respuesta desproporcionada y la sola utilización del bastón tonfa represente un evidente riesgo para el agente.

Las pistolas Taser disparan dardos guiados por cable que durante cinco segundos generan una descarga eléctrica de 400 voltios y bajo amperaje, con la capacidad de inmovilizar durante uno o dos minutos al potencial agresor. Los agentes que la utilizan llevan un sistema de cámara corporal con su correspondiente montaje que sirve para tomar imágenes del uso de las Taser. Este sistema se enciende cuando se desenfunda el arma y permite un seguimiento de cada utilización. Las imágenes son posteriormente descargadas por medio de un software que asegura la custodia de las imágenes que registran las cámaras corporales.

Se utilizaron por primera vez el 13 de octubre pasado, en Palermo, para reducir a un hombre armado. Ese día, a las 22.55, varias llamadas al 911 alertaron que en una pizzería situada en Scalabrini Ortiz y Santa Fe había un hombre “con actitudes violentas frente a los clientes”.

Cuando personal de la DIR llegó a la pizzería, el sospechoso salió de forma muy violenta y esgrimió una tijera con la que amenazó autoflagelarse, según informó la Policía de la Ciudad en un comunicado de prensa.

“El personal policial le advirtió varias veces al hombre que iban a utilizar la pistola antes de efectuar la descarga, pero aun así no depuso su actitud. Luego de la descarga, el hombre fue inmovilizado y se llamó al SAME, tal como indica el protocolo”, se informó en aquel momento.