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“¿Son primas?”: nadie pensaba que eran novias, abrieron juntas una cuenta de Instagram y la respuesta de sus seguidores las sorprendió por completo

Cada vez que Malena “Male” Pizarro (32) y Martina “Marti” Feldkamp (31) conocían a una persona nueva, ya fuera durante una salida o unas vacaciones juntas, las primeras preguntas que les h...

Cada vez que Malena “Male” Pizarro (32) y Martina “Marti” Feldkamp (31) conocían a una persona nueva, ya fuera durante una salida o unas vacaciones juntas, las primeras preguntas que les hacían iban siempre para el mismo lado: “¿Son hermanas?” “¿amigas?”, “¿primas?”. Nadie le daba en la tecla. Nunca les preguntaban si eran lo que realmente eran: novias.

Con el humor que las caracteriza, en 2020 las chicas partieron de esa anécdota para darle nombre a la cuenta de Instagram que desde entonces comparten como pareja: “No somos primas”. Se trata de una comunidad que hoy integran más de 43.000 personas y que si bien surgió con la idea de mostrar fragmentos de su cotidianeidad de forma auténtica y con mucho humor, inesperadamente se convirtió en algo más grande.

“Con Male creemos mucho en la importancia de poder visibilizar historias. En nuestra infancia y adolescencia no teníamos referentes LGBT+ y tampoco existían las redes sociales ni todo el contenido al que hoy puede se acceder de manera tan fácil. Por eso, nuestro fin último es ayudar y poder ser referentes de otras personas que están pasando por lo mismo que pasamos nosotras”, resume Marti.

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Actualmente, son decenas los mensajes que reciben de seguidores de todas las edades y con trayectorias muy distintas, pero que comparten algo en común: un lugar donde pueden expresar sus temores, alegrías y preguntas (los pedidos de consejos que reciben las chicas son muchísimos) vinculadas a sus orientaciones sexuales o identidades de género diversas: desde cómo salir del “salir del clóset” con sus padres hasta las historias de exclusión en ámbitos laborales o familiares que muchos siguen sufriendo.

Y es que si bien en los últimos años se dieron importantes avances en el acceso a derechos −en la Argentina, la ley de matrimonio igualitario o la identidad de género son apenas un ejemplo−, todavía queda un largo camino por recorrer a nivel social. En el Día del Orgullo, que se celebra en todo el mundo cada 28 de junio, Male subraya: “Me hubiese encantado ver cuando era chica una cuenta en redes sociales de dos novias. Hoy cuando con Marti vemos una serie y a la protagonista le gustan las mujeres o las dos cosas, digo: ‘Uy, qué clave hubiera sido darlo por sentado desde chica, entender que no tiene nada malo y que podés ser libre’. Esto está cambiando, aunque todavía queda mucho por recorrer”.

Habrá un día en que ya nadie más tendrá que “salir del clóset”. Pero, en el mientras tanto, ellas se proponen transmitir un mensaje positivo que inspire a otros. “Hola! Solo pasaba a decirles que desde que las sigo pude tener el valor suficiente para salir del clóset y contarles a mis padres y amigues que me gustan las mujeres. Siempre lo promueven desde un lugar tan lindo y tan sano que inspiran! Y eso fue lo que pasó conmigo! Muchas gracias de corazón”, les escribió hace un tiempo una seguidora. Ese, justamente, es el objetivo.

“Antes no me aceptaba”

Marti es Licenciada en Marketing y Administración de Empresas. Y Male es música: tiene su propia banda y, además, como guitarrista suele compartir el escenario con artistas como Tini. Están casadas y viven en Palermo, pero Marti es oriunda de Gualeguaychú. Se conocieron jugando al fútbol: en el equipo de Male faltaba una y su entrenador (el inesperado cupido) les propuso sumar a Marti. Ese partido fue en febrero de 2016 y aunque las chicas comenzaron a seguirse en redes sociales a partir de entonces, pasó un año hasta la primera salida.

“Empezamos a escribirnos. Bah, yo la empecé a tirotear a Male cuando veía sus videos en historias de Instagram tocando la guitarra”, cuenta Marti entre risas. El 20 de junio de 2017 tuvieron su primera cita, y a partir de entonces nunca más se separaron: el 10 de diciembre de ese año se pusieron de novias y el 5 de noviembre de 2022 se casaron.

Cuando se conocieron, hacía ya mucho tiempo que la familia de Marti sabía que era lesbiana. Pero del lado de Male, la cosa era distinta. Los procesos que atravesaron con sus personas más queridas fueron diversos. “Lo trabajé mucho con mi psicólogo y un día me levanté y dije: ‘Es hoy’. Cuento esto y me emociono”, dice Marti con la voz quebrada cuando recuerda el día en que pudo dar el paso y hablar con su familia.

Y agrega: “Creo que siempre lo supe. Pero fue recién a mis 17 o 18 años que me lo empecé a plantear fuertemente y después conocí a una chica que fue la primera con la que tuve una reciprocidad: gusté de ella y me respondió. Sentí esa conexión y dije: ‘Estoy al horno’. Empezamos a salir y a mis papás les pude contar recién luego de unos tres años de relación: ¡estuve tres años a escondidas! Tenía 22 y sabía que con mi familia iba a estar todo bien y con mis amigas también, pero tenía miedo porque no quería que nadie sufriera. El día en que lo conté pensé: ‘No puedo creer lo bien que me siento’. Me saqué una mochila enorme de encima y empecé a vivir”.

Por su parte, Male recuerda que desde muy pequeña era consciente de su orientación sexual, pero siempre la había “reprimido”. “De chica, lo único que pensaba era que quería que se me pasara, no sentirlo más. No me aceptaba. Más allá del temor a cómo se lo iba a tomar mi familia, mi principal problema era yo. Más de grande, era lesbiana pero oculta, como un montón de gente lamentablemente”, detalla. “De hecho, antes de conocerla a Marti, decía: ‘No lo voy a contar nunca, voy a ser la tía solterona y que se dé por sentado’. Porque tampoco iba a jugar a la casita: no me iba a casar ni a tener una relación con un hombre”.

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Al poco tiempo de que empezaran a salir, Marti invitó a Male a Gualeguaychú a pasar unos días con sus padres y hermanos. Para ella, ese viaje sería un antes y un después: “Vi a su familia, que era muy parecida a la mía, y dije: ‘Che, se puede’. Indirectamente, pensé: ‘No me importa nada, me gustaría ir de la mano con ella y sentir orgullo de eso’”, sostiene Male.

Se lo contó primero a su mamá y luego a su papá, y nunca pensó que iban a reaccionar como lo hicieron: “Me había imaginado, no sé, lo peor. Y fue todo lo contrario. Siempre digo que mi papá, que era el que más miedo me daba, ahora va con la bandera gay de acá para allá: le cuenta a sus amigos de golf, a sus amigos del campo… ¡Pobre, yo siempre me lo imaginé como un ogro cuando se lo contara y me sorprendió totalmente! Eso fue lo más lindo”.

Para ambas, una vez que pudieron compartirlo con amigos y familiares, todo cambió: no sólo se sintieron auténtica y libremente ellas, sino que los vínculos se estrecharon. Durante su casamiento, Male tomó el micrófono y le dedicó a Marti unas palabras frente a los invitados: “Antes de conocerte no era feliz: se ve que no me aceptaba. Cuando te conocí fui más feliz, pero mis amigas y mi familia también fueron más felices. Me di cuenta que podíamos tener una vida juntas, eso te lo voy a agradecer toda la vida”.

“Que sea amor y que no se quede en el clóset”

Las chicas dicen que el Instagram de “No somos primas” surgió de forma muy “natural”. Marti tenía una cuenta personal donde solía compartir contenido de su vida con Male: desde un partido de fútbol con amigas hasta un viaje o la convivencia durante la cuarentena por el Covid-19. Del otro lado, la respuesta era enorme. “Un día le dije a Male: ‘Che gordi, ¿por qué no cambiamos el nombre de la cuenta y hacemos una de la pareja?’ Al principio me dijo: ‘No, qué vergüenza, ni da’. Pero de a poco la fui enamorando de la idea”, recuerda Marti.

Male amplía que al principio la usaban para mostrar su día a día: “Tenemos vidas muy diferentes: yo toco la guitarra, ella trabaja mucho con la computadora. Nunca nos imaginamos que nos iban a llegar mensajes tan fuertes. Muchas veces tenemos que responder no ya desde el humor, sino frenar y pensar cómo acompañar, porque para muchas personas no todo es color de rosas. Sentimos muchísima responsabilidad porque no somos especialistas, pero hablamos desde nuestra experiencia”.

El 98% de los mensajes que reciben, dicen las chicas, “son de amor”. “Hay muchos muy lindos como: ‘Chicas, hace un año la sigo y finalmente después de mucho tiempo le pude contar a mi mamá, a mi abuela, a mi papá. Les quiero agradecer porque ustedes me inspiraron’. Nosotras nos emocionamos cada vez que leemos eso. Esos mensajes son los que más nos llenan y nos dan ganas de seguir haciendo cosas y visibilizando esto”, cuenta Marti.

“La vida es una” y “que sea amor y que no se quede en el clóset” son algunas de sus frases de cabecera. Ambas resumen el espíritu de lo que buscan comunicar. Pero también reciben muchos comentarios de quienes todavía no pudieron dar el paso. En ese sentido, Marti sostiene: “Como aprendizaje, lo que decimos siempre es que está bueno buscar aliados al momento de querer contarlo, porque siempre está ese mejor amigo o esa persona en tu familia que vos sabés que va a estar todo bien. Tener ese aliado en tu proceso está buenísimo para que esa persona te acompañe y te ayude a ir contándolo, porque a veces empezar por los padres es difícil”, sostiene Marti.

En su caso, ese “aliado” fue su tío: “Se lo conté primero al hermano de mi mamá y él me ayudó con toda mi familia. Me acuerdo que lo llamé supernerviosa y le dije: ‘Te tengo que contar algo: adivina’. Hoy me río, pero en ese momento realmente no lo podía decir. Él empezó: ‘¿Estás embarazada?’, ‘¿te estás chapando a un amigo mío?’, hasta que después de media hora se le prendió una lucecita y me preguntó: ‘¿Te gusta una mujer o algo así?’ Le dije que sí y me largué a llorar mal. Él fue un divino: se cargó toda mi mochila y me ayudó a full. Fue muy sano, todos buena onda”.

También subrayan que es clave nunca presionar a nadie cuando no esté preparado para hablar con otros sobre su identidad de género u orientación sexual. “Es muy importante no querer apresurar, pero sí mostrar contención. Lamentablemente, el heterosexual no tiene que contar nada, el homosexual sí. Para acompañar a una persona que no se anima a contarlo, podés preguntarle si está saliendo con alguien sin darle a entender si es con un varón o una mujer, dejándole esa puerta abierta sin generar algo enorme alrededor”, afirman las chicas.

Y agregan: “Hoy muchas personas piensan que esto es algo súper aceptado, pero hay un montón de chicos que se sienten solos y que sufren bullying, por ejemplo. Eso sigue existiendo aunque pensemos que no. Por eso es importante visibilizar”.

“Sentimos mucha responsabilidad”

Hace unos días, las chicas recibieron por Instagram varios mensajes de una psicóloga que les contaba que recibía a muchísimos adolescentes que no sabían cómo encarar diferentes cuestiones vinculadas a su sexualidad, sobre todo cómo hablarlo con sus padres. “Nos dijo que le encantaría tener nuestra visión y saber si les podía compartir nuestra cuenta a sus pacientes. Eso es re flashero para nosotras”, admiten.

Además llegan mensajes de parejas heterosexuales, hombres y mujeres que les dicen que se sienten inspirados por ellas y que quieren transmitirse a sus hijos eso mismo que ellas comunican: que puedan vivir una vida libres y con amor. Esto, para las chicas es impagable.

“Nos escriben por ejemplo chicas adolescentes y sentimos mucha responsabilidad, porque son mensajes complejos de contestar. Por momentos digo ‘no sé cómo ayudar’, pero me acuerdo de la Male chiquita, que no tenía ninguna referente en la tele ni en ningún lado, y por eso siempre buscamos dar una respuesta desde el amor”, dice Male.

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Más allá de esos intercambios, siguen compartiendo sus aventuras cotidianas. Después de casarse, se fueron de luna de miel a Tailandia y luego al mundial en Qatar: era el sueño de Male, que es fanática de Messi. Pero no todo fue soñado: allí tuvieron que ocultar la relación. “No es bien recibida la comunidad LGBT y cuando llegamos a la Argentina nos dimos cuenta lo lindo que era sentirse libre”, cuenta Marti.

¿Qué es el orgullo para ellas? “Para mí es ir de la mano con Marti o que dos amigos puedan hacer lo mismo y sentirse tranquilos. Estar orgullosa de quién era a mí me llevó 27 años”, responde Male. A su lado, Marti suma: “Es habernos encontrado y poder ser felices. Nosotras asociamos mucho al orgullo con nuestra frase preferida que es: ‘La vida es una’. Intentamos llevar a cabo esa frase con cada cosa que hacemos”.

Llegar a ese punto, fue un proceso. Hoy sueñan con viajar, seguir llegando a más personas con su cuenta y, además, hace apenas tres meses iniciaron su propio emprendimiento: Prima. Es una marca de accesorios y medias que, según explican con su humor característico, es “hetero friendly”. Es decir, todas las personas son bienvenidas. Uno de los diseños de medias lleva impresa su frase favorita, la misma que con la que, en luces led, adornaron una de las paredes de su salón de casamiento: “La vida es una”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/comunidad/son-primas-nadie-pensaba-que-eran-novias-abrieron-juntas-una-cuenta-de-instagram-y-la-respuesta-de-nid27062023/

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