50 años celebrando el ambiente
El ambiente, y no la mitad de él, es ese espacio en el que día a día desarrollamos nuestras actividades humanas y del cual provienen todos los elementos que necesitamos para cubrir necesidades t...
El ambiente, y no la mitad de él, es ese espacio en el que día a día desarrollamos nuestras actividades humanas y del cual provienen todos los elementos que necesitamos para cubrir necesidades tan básicas como respirar, hidratarnos, alimentarnos, cobijarnos y protegernos. Es el ambiente el que nos permite cuidar de las personas que amamos, el que nos da las condiciones para compartir momentos y vivencias, el que permite a las culturas mantenerse y evolucionar. En la Argentina, el ambiente está reconocido nada menos que en nuestra Constitución Nacional, que establece el derecho de todos los habitantes a gozar de un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes, sin comprometer las de las generaciones futuras. Pero a la vez establece el deber de preservarlo.
Desde hace 50 años, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), conmemora el 5 de junio como el Día Internacional del Ambiente; no obstante, a pesar de los múltiples esfuerzos, nuestro ambiente se sigue degradando. Afrontamos una triple crisis compuesta por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los excesivos índices de contaminación. Los niveles de consumo de los recursos naturales realizados por nuestra generación sobrepasan con creses la capacidad del ambiente de reponerlos, y ya no solo comprometen las posibilidades de las generaciones futuras de satisfacer sus necesidades, sino que comprometen nuestras propias posibilidades de desarrollo.
Nuestro país no está exento de su responsabilidad en esta crisis ambiental global, y podría asegurarse que los argentinos y argentinas no estamos cumpliendo con el deber constitucional de preservar el ambiente. Los altos niveles de deforestación de bosques nativos, la conversión de ambientes naturales como pastizales y humedales - que carecen de una ley para su protección y uso sustentable- , los excesivos niveles de sobrepesca y descarte pesquero, sumados a los preocupantes indicadores que muestran los impactos negativos producidos por la pesca no regulada ni declarada, los altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero y de uso de agroquímicos –ambos medidos por cantidad de habitantes-, la conflictividad social asociada a las actividades extractivas -como la minería y la explotación de hidrocarburos - se miran al espejo con otros problemas: los índices de pobreza, indigencia, niveles de inflación, de pérdida del poder adquisitivo de los salarios, que no presentan muchos antecedentes en la historia de nuestro país. En resumen, estamos destruyendo nuestro ambiente a la vez que nos subdesarrollamos.
A pesar de esto, este año no solo celebraremos 50 años de reconocimiento de la importancia del ambiente a nivel mundial, en nuestro país también celebraremos 40 años de democracia ininterrumpida. Nuestro sistema federal nos permite expresar en las urnas nuestra voluntad a la hora de elegir a quienes nos representan, y a lo largo del año iremos expresando nuestro voto a aquellos candidatos que más lo hagan. Lamentablemente la agenda ambiental no ha logrado aún instaurarse en la campaña, la crisis económica acapara la atención de candidatos y electores. Nuestra sociedad continúa intentando negar el irrefutable vínculo entre un ambiente sano y equilibrado, y las posibilidades de desarrollo económico y social que nos permita salir de este círculo vicioso de degradación y pobreza.
En este Día Internacional del Ambiente, desafiamos a los candidatos y candidatas a diseñar estrategias de campaña con acciones y políticas ambientales que reviertan esta situación y permitan poner en práctica el tantas veces enunciado potencial de nuestro país, a la vez que invitamos a los electores a prestar atención a las propuestas ambientales para votar pensando en el ambiente: el único hogar que tenemos y del cual dependen nuestra posibilidades de real desarrollo, y más aún, de supervivencia. ¡Conmemoremos estos 40 años de democracia votando por el ambiente, el candidato que contiene a toda la sociedad argentina!
Director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/50-anos-celebrando-el-ambiente-nid05062023/