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A dos semanas del cierre, sigue la plena incertidumbre y otra vez todos esperan que Cristina defina el candidato

Quedan menos de dos semanas para definir quién será el candidato a presidente de la alianza electoral que, en los hechos, ya suscribieron Cristina Kirchner y Sergio Massa, un tándem al que ahora...

Quedan menos de dos semanas para definir quién será el candidato a presidente de la alianza electoral que, en los hechos, ya suscribieron Cristina Kirchner y Sergio Massa, un tándem al que ahora se plegaron los gobernadores oficialistas. De acá al 24 de junio solo quedan ocho días hábiles y un fin de semana largo. Los que tratan con la vice la observan algo cansada de la situación, que la empuja otra vez a ser la responsable de la decisión final.

Nadie duda que Cristina ostenta “el poder de la lapicera”. Pero algunos de sus interlocutores perciben que ella hubiera preferido tener las variables más despejadas a esta altura del partido. “Ella se autoexcluyó y quisiera que le acerquen una alternativa viable. Pero si para el 20 de junio ese armado no asoma con claridad, ella tendrá que bajar el martillo”, sintetizó un importante dirigente que tiene mucho diálogo con la vice. “Tendría que haber una inteligencia previa”, agrega.

Un intendente con buena llegada al Senado aportó: “Cristina no quiere que le facturen la decisión. Ella ve que al final queda como la responsable y todos zafan”.

Lo único que madura como un sentido común es que las opciones se reducen a tres: el propio Massa, Eduardo “Wado” De Pedro y Axel Kicillof. No parece que hubiera un tapado como en otros turnos electorales, ni que se esté jugando al misterio.

Los tres nombres que están en danza presentan inconvenientes serios. Por eso todos esperan que, al filo del cierre, la vice haga su intervención. “Cristina no toma decisiones sin condicionamientos”, advierte un cuadro de La Cámpora.

Un intendente del conurbano que tiene llegada a las distintas terminales aventuró: “Lo que está claro es que hay una estrategia coordinada. Cristina demostró que es la dueña de los votos, después dejó caminar a Wado para que junte los votos de ella y ahora apuntará a hacer la mejor elección posible con Massa, que es el que puede ayudarla a retener la provincia con Axel”.

En el kirchnerismo advierten que esa lectura es demasiado simple, porque en el ecosistema de partidos y dirigentes K no quieren volver a jugar detrás de un candidato impuro, después de la experiencia con Alberto Fernández.

Varios dirigentes kirchneristas, de hecho, empezaron a encolumnarse detrás de De Pedro. El equipo del ministro del Interior no desaceleró el operativo para posicionarlo luego de que esta semana se consolidara el clamor por el candidato único, que le deja con menos posibilidades. En el dispositivo de Wado celebraban días atrás una encuesta de Aresco que lo muestra con 15 puntos -cinco más que Daniel Scioli-, aún cuando en el escenario de las generales Wado queda tercero.

Kicillof, por su parte, sigue intentando demostrar que lo mejor que puede hacer es traccionar desde la provincia. Ya no dice públicamente que irá por su reelección y mucho menos confirma su fórmula, como hizo días atrás. Fue un paso en falso que lo obligó a retroceder. “El espacio todavía no puso ni descartó a nadie”, señalan en La Plata.

Máximo Kirchner, cuentan los que lo escucharon en los últimos días, sigue creyendo que Kicillof debería ir de candidato a presidente, simplemente porque es el que mejor retiene el voto de Cristina. “También dice que no se le puede pedir a alguien que ocupe un lugar que no quiere”, cuenta uno de sus interlocutores. La bronca del fundador de La Cámpora con el gobernador creció notablemente.

PASO o candidato único

Esta semana, en tanto, se consolidó el reclamo por el candidato único. Massa, que es quien encabeza la cruzada, sumó a los gobernadores del peronismo, que quieren evitar inconvenientes a la hora de armar la lista de diputados nacionales. Cristina y el kirchnerismo no llevaron la voz cantante, pero dejaron que esa postura se cristalizara.

“Ella no se inmola por la fórmula de unidad, pero dice que las internas en el peronismo no terminan bien, con todos empujando para el que ganó. Que la PASO no necesariamente suman”, dijo un funcionario que conversó en los últimos días con la vice. Cristina cree que el día después de las PASO, el que gane tendrá que salir a buscar el voto de la lista perdedora y que no habrá unidad. Todo lo opuesto a la tesis que esboza Fernández, que dice que la multiplicidad de candidatos es la garantía de una mejor performance.

Tras la embestida de los 13 gobernadores, con el comunicado en el que exigieron “la construcción de una lista de unidad con integración federal”, los abanderados de las PASO no retrocedieron, sino todo lo contrario. Daniel Scioli ratificó que seguirá con su campaña presidencial y ni siquiera aminoró el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, de corazón kirchnerista.

El miércoles, los partidos del oficialismo deberán inscribir su alianza en la Justicia Electoral, junto con el acta constitutiva del frente, que fija las bases y condiciones para competir. Si bien hay un puñado de triquiñuelas posibles para intentar excluir al embajador en Brasil (por ejemplo, pedir avales de partidos específicos), no hay ánimo en la cúpula del kirchnerismo de ir por esa vía.

“No está en el espíritu de nadie, ni siquiera de Sergio, hacer maniobras para excluir a Scioli. Las cuestiones tribunalicias hay que descartarlas”, dijo un dirigente muy informado de las negociaciones en ese plano.

Es decir que si se logra que Scioli desista de competir, será por las vías políticas. Los gobernadores que hablaron con el exmotonauta no le pidieron expresamente que se bajara, pero intentaron persuadirlo de confluir en una lista de unidad. Por ahora no lo lograron. Mañana, de hecho, el embajador en Brasil hará un plenario en Capital Federal y luego presentará a su candidato a jefe de gobierno porteño.

En el kirchnerismo están convencidos de que quien está operando la candidatura de Scioli es Alberto Fernández y que el Presidente pondrá al aparato del gobierno en esa campaña. En la Casa Rosada lo niegan. Es más, algunos no descartan de plano que el Presidente ceda ante las presiones de los que reclaman lista única. “Alberto no es un tipo obcecado, siempre fue un tipo de escuchar. El objetivo de él es la unidad y para él las PASO son un instrumento”, dijo esta semana un funcionario que lo conoce muy bien.

El Presidente, no obstante, suele decir que “hay un peronismo que necesita ser incluido en las listas” y repite constantemente que el armado de La Cámpora es poco inclusivo.

Sin que la moción por lista única logre imponerse, Massa ya dijo que si finalmente hay una PASO, el Frente Renovador -su partido- se anotará. Puede leerse como un mensaje para Scioli, pero también para el kirchnerismo. Increíblemente, los obstáculos que hoy encuentra el ministro son más políticos que económicos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/a-dos-semanas-del-cierre-sigue-la-plena-incertidumbre-y-otra-vez-todos-esperan-que-cristina-defina-nid11062023/

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