“Buscábamos un PH para refaccionar, y cuando vimos este, no lo dudamos”, nos contaba la arquitecta Sol Galliano sobre la reforma que hizo en su primera casa, en conjunto con Lucía Rivolta. “Eran ambientes chicos y ninguno daba al patio. Dimos vuelta la casa completamente, incluso eliminamos cuartos porque había más de los que necesitábamos. Ahora la cocina está en el fondo –donde antes había dormitorios–, y tiene una ventana al verde. También ampliamos el living tirando una pared y avanzando sobre el pasillo lateral”, recuerda. Antes que nada, veamos el plano.

En lugar de que solo un dormitorio gozara de salida al jardín, allí se ubicó la cocina, un espacio de uso intensivo para todos. En la cocina se reutilizaron aberturas: la puerta vidriada que conecta con el patio antes dividía el living de la zona de los cuartos; los postigos eran la entrada de la cocina, hoy la del lavadero.El living se amplió tomando parte del pasillo lateral. En ese nicho se colocó una nueva ventana y un camastro a medida para crear un espacio de lectura y relax alternativo.Living con rincón de lectura

La casa había pertenecido al artista Rubén Molteni y encontraron varios cuadros de su autoría. Para que el PH conservara en parte su historia, qué mejor que colgar algunos en el living.

“Los muebles son sobrios, las paredes de tono neutro; los toques de color los agregamos por medio de detalles. La excepción es el toilette, que pintamos de un amarillo bien potente”.

Arq. Sol Galliano

Una cocina luminosa y funcional

“Diseñamos la barra blanca para sumar superficie de trabajo –tiene la misma altura que la mesada– y también para que funcionara como comedor diario”.

Dormitorio colorido

Al costado de la cama, mesa de luz metálica (Herminia Market) y perchero de madera (Muc Muebles). Sábanas de lino color teja (Materia) y almohadones de terciopelo (Good Luck Casa). Las cortinas son de voile de hilo. La lámina sobre la cabecera se compró en el MOMA.

Baño a nuevo con aire vintage