Axel Kicillof argumentó que ignoraba el viaje de lujo de su exjefe de gabinete: “No espío funcionarios”
LA PLATA.- El gobernador Axel Kicillof se refirió este lunes por primera vez al escándalo de su renunciado Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, que apareció en un yate de lujo en el Mediterrá...
LA PLATA.- El gobernador Axel Kicillof se refirió este lunes por primera vez al escándalo de su renunciado Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, que apareció en un yate de lujo en el Mediterráneo junto a la modelo Sofía Clerici. La estrategia fue presentarse como víctima de un ataque de la oposición y los medios de comunicación. “Cambiemos y los diarios que juegan ahí están preocupados porque a (Patricia) Bullrich no le está yendo bien, entonces buscan estas cosas”, dijo el mandatario provincial.
“Yo no estaba al tanto; me enteré por las redes, como todos. Inmediatamente me puse en contacto, a averiguar porque estamos en época de elecciones, donde surgen cosas. (...) me puse a averiguar, corroboré que no estaba en ese momento, este fin de semana estaba acá en Argentina, pero que eso había ocurrido”, justificó. Insaurralde, exjefe de Gabinete de Kicillof, fue descubierto con la modelo en un viaje de lujo. Clerici mostró después regalos ostentosos como un reloj Rolex y joyas.
“Y bueno, después de unas charlas se resolvió, presentó la renuncia y yo se la acepte inmediatamente. Creo que para un caso de este tipo fue muy rotundo como respuesta”, dijo Kicillof.
“Alguien me preguntó ‘¿cómo no sabías?- dijo el Gobernador-. “Y Macri espiaba a sus funcionarios, que es público, que los seguía, hay denuncias de ellos mismos. No es mi caso, ni mi función”, argumentó el gobernador para justificar su desconocimiento.
Consultado sobre si este escándalo equivale al cajón de Herminio Iglesias de esta campaña de Unión por la Patria opinó: “No. Me parece que como Cambiemos, el macrismo y los diarios que juegan ahí, que son los que han tratado de sostener este tipo de cosas, están preocupados porque a Bullrich no le está yendo bien, lo vimos ayer en el debate, no le está yendo bien, entonces están buscando este tipo de cosas para darles una dimensión”, se desligó.
Kicillof buscó este lunes retomar la ofensiva política -tras la sucesión de escándalos que sacuden a su gobierno y la renuncia de su ex jefe de gabinete Martín Insaurralde- con una crítica política centrada en Javier Milei (Libertad Avanza), candidato a presidente para las elecciones generales del 22 de octubre. Y a otros referentes de la oposición de Unión por la Patria.
Kicillof cuestionó a los programas liberales. “Decía Milei ayer que no iba a dar pescado sino a enseñar a pescar. Y que después iban a poner una empresa de pesca. Yo quiero decirle a Milei que su meritocracia no es dar pescado, enseñar a pescar. Ni menos que puedan poner una empresa. Hay que poner un plafón: un piso de igualdad para acceder a salud, educación de trabajo digno”, desafió. “Desde ahí sí, después de pedir disculpad por haber tardado el Estado en garantizar esas condiciones, después si podemos esperar que se esfuercen los conciudadanos”... opinó y acusó a Milei de tener cero empatía con los que no tienen condiciones.
Fustigó “a los que dicen que contaminar está bien, a los que dicen que te podes vender un riñón”, enumeró . “La discusión parece ser para que apareció el Estado. No hay que poner menos Estado. Hay que poner más Estado”, dijo. “No es con dinamita o motosierra”, dijo.
“Desindustrializar la economía inspira los planes de Melconian (Carlos) y de Milei (Javier)”, cuestionó el mandatario.
En una diatriba de más de 40 minutos Kicillof también fustigó a Ricardo López Murphy, que denunció por enriquecimiento ilícito a Martín Insaurralde e impulsó un pedido de juicio político para los camaristas Juan Benavides y Alejandro Villordo, que declararon nula la causa contra Julio Rigau.
“Están tirando con todo”, se quejó Kicillof. “Ahora resulta que los que entregaron y vaciaron YPF a manos de Repsol dicen que el problema fue recuperarla…no no no. Los cómplices se quejan de que la recuperaron”, expresó el mandatario, sin referirse puntualmente a las imágenes de su ex jefe de Gabinete Martín Insaurralde en un yate en Marbella que derivó en su salida del gabinete el fin de semana que pasó.
Kicillof dio por cerrado el escándalo tras aceptar la renuncia de su ex jefe de gabinete al hablar en una jornada por el derecho a la ciencia y a la universidad pública y gratuita.
“Los que hablan de libertad, como van a querer matar a la Universidad pública, si es un instrumento, un espacio de libertad. Justamente”, fustigó en referencia al Milei, líder de Libertad Avanza.
“Ahora digo: la pregunta es si uno quiere formar a nuestra sociedad gente que piense los problemas de Argentina desde perspectivas diversas el único lugar es la universidad pública”, manifestó.
“Por eso la saña con la universidad pública. En la Universidad pública, solo en la universidad pública, va a surgir el pensamiento crítico. Lo mismo pasa con las ciencias sociales. Nos quieren condenar a la subordinación. A no tener pensamiento propio. A no tener pensamiento crítico”, argumentó Kicillof que desgranó una amplia defensa de las nuevas universidades aprobadas por el Congreso de la Nación.
“Quien va a escribir sobre los problemas, sensibilidades de nuestro pueblo si no es el pueblo: ya intentaron privatizar la universidad. Se llamaba López Murphy, miren que casualidad, como todo vuelve. Ahora vuelve del mismo espacio político”, dijo. “Raúl Alfonsín e Hipólito Yrigoyen preocupados si nos escuchan”, conjeturó.
El mandatario defendió el vínculo entre la producción científica y la tecnología: “hay que generarlo para articular las universidades con el sector privado”, manifestó. “Necesitamos hacer una sinergia entre el sistema de gobierno y la extensión universitaria. Ese es el desafío: que el gobierno y las universidades sean una misma cosa. Ese es el objetivo. Por eso el gobierno de la provincia empieza a tener una política de cara al sistema universitario. Tenemos mucho para hacer”, concluyó.
Y por último, el mandatario, casi deslizó una auto crítica: “Yo suelo decir: uno se presenta a elecciones no tanto por lo que hizo -que estará sometido a la crítica o discusión-. Sino por lo que falta hacer. Bajo el reconocimiento de que la transformación va a llevar tiempo. Lo iniciamos, estamos trabajando. Va a llevar tiempo”, admitió.