Están parados al lado nuestro en todos los recitales; toman su celular y lo filman entero aunque el resultado sea un plano general del escenario mal iluminado, con músicos del tamaño de hormiguitas y un sonido horrible.

Para sus conciertos de junio en España, Bob Dylan prohibió el uso de celulares. Al entrar al teatro los espectadores recibieron una bolsita hermética en la que tenían que guardar sus smartphones. La lucha de Dylan contra estos aparatos ya lleva muchos años. En una actuación de 2019 lo filmaron; tropezó con un monitor y casi se cae. “Tocamos o posamos, ¿de acuerdo?”, dijo enojado. Nos enseñó que no podemos ser y posar al mismo tiempo.

Experimentar la vida a través de una pantalla se está volviendo un hábito y el boicot a los celulares es una señal de resistencia. Hace un par de décadas nos burlábamos de los turistas japoneses que, cuando se montaban en una montaña rusa, filmaban el recorrido y se guardaban el susto para verlo en casa. ¿Nosotros? Nos hemos convertido en japoneses del alma.ß

“Para mí es increíble que la gente se quede en fila durante horas e incluso días y luego se pase todo el show grabando todo en sus celulares, mirando una pantalla y no el escenario”, dice el promotor español Chris Ortiz. Madonna, Beyoncé y Jack White también prohíben su uso en los recitales.ß