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Boca y el renacer de Sergio Romero: su mejor temporada en una década y la felicidad de volver a sentirse sano

Cuando en agosto de 2022 Boca anunció la contratación de Sergio Romero solo un dato activaba las alarmas: por cuestiones deportivas y/o físicas del Mundial 2014 en adelante, el arquero había pr...

Cuando en agosto de 2022 Boca anunció la contratación de Sergio Romero solo un dato activaba las alarmas: por cuestiones deportivas y/o físicas del Mundial 2014 en adelante, el arquero había promediado apenas 11 partidos por año. A siete meses de su debut bajo los tres palos del arco Xeneize, Chiquito está cerca de triplicar esa cifra.

En el triunfo ante Huracán por 1 a 0, Romero completó su encuentro número 27. En todos fue titular y no fue reemplazado. Con un dato más: En 13 de esas presencias mantuvo su valla invicta y en los otros 14 recibió 21 goles.

Desde que hace 9 años y dos días atajó dos penales en las semifinales contra Países Bajos y se convirtió en héroe (Javier Mascherano dixit) en Brasil 2014 hasta el comienzo de este año, su mejor ritmo lo había encontrado en la campaña 2016/2017, cuando defendió la valla de Manchester United inglés en 18 ocasiones. Ahora, va por más.

Su llegada a Boca fue en medio de un ruido mediático que no contribuyó a valorar mejor su incorporación, fundamentalmente muy positiva desde lo económico, ya que al negociar como agente libre no le generó gastos de transferencia a la tesorería del club.

El asunto entonces pasaba por una situación muy infrecuente. El equipo xeneize contaba con tres arqueros dentro de su plantel: Agustín Rossi, Javier García y el juvenil Leandro Brey, que el club había incorporado de Los Andes como una apuesta a futuro.

El conflicto se dio porque la contratación de Chiquito se oficializó en medio de las tensas y finalmente estériles negociaciones entre el Consejo de Fútbol y el representante de Rossi para prolongar el contrato de quien hasta ese momento era el arquero titular y una de las grandes figuras del equipo.

Como se preveía, Rossi terminó emigrando a fin de 2022 y desde que debutó, Romero se apropió del puesto con solvencia y con la seguridad que da la experiencia. Sólo descansó por decisiones técnicas, y también para darle minutos a Javier García.

Luego de un demorado estreno como consecuencia de la puesta a punto luego de meses de inactividad, en este lapso de seis meses quedó en evidencia que sus problemas físicos forman parte del pasado. Pero, además, su sentido de la ubicación en el área y bajo los tres palos le permiten resolver, de manera simple, situaciones generadas por el rival que podrían ser mucho más peligrosas y difíciles de resolver con un arquero más inexperto.

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A eso se le suma un argumento fuerte que enarbolaban aquellos que se preocupaban ante la partida de Rossi y que Romero desactivó de inmediato: los penales atajados. Aquí hay un enorme mérito de Fernando Gayoso, el responsable del trabajo personalizado de los arqueros en Boca. No es casualidad que, así como Rossi se erigió como el máximo atajador de penales del mundo entre 2016 y 2022, durante este año Romero haya contenido tres de los cuatro penales en contra que le sancionaron a Boca con él en el arco.

El único aspecto negativo que puede adjudicársele a Chiquito en estos primeros seis meses como arquero titular de Boca es su exagerada reacción en situaciones que ocurren lejos de su área. Sin ir más lejos, el hecho de haber salido corriendo a increpar a Agustín Palavecino por interpretar como una provocación su festejo tras el gol de Borja, derivó en un escándalo que terminó con seis expulsados en el último Superclásico disputado en el Monumental.

En el medio recibió un elogio inesperado, de esos que enorgullecen al que lo recibe. En marzo, durante una entrevista con TyC Sports, Emiliano Dibu Martínez ponderó: “Todos hablan de Goyco, el Pato (Fillol), pero Chiquito hizo un gran trabajo en la selección. Llegó a la final del mundo, dos finales de Copa América. Tuvimos la mala suerte de perder”.

A poco menos de un año de su llegada a Brandsen 805, Sergio Romero no solo logró acallar aquellos primeros cuestionamientos referidos a su presente, sino que se dio el enorme gusto personal de volver a tener ritmo ininterrumpido de competencia. Cambió la comodidad y la estabilidad económica del fútbol europeo por la pasión que le ofrece el siempre difícil Mundo Boca, Que lo recibió con los brazos abiertos y le reconoce cada fin de semana su gran nivel.

La carrera de Romero, en números

En total, Romero jugó hasta el momento 306 partidos a nivel clubes, con un total de 27.249 minutos, en los que recibió 288 goles y mantuvo su arco en cero en 135 oportunidades. Todo comenzó en Racing, en 2007. Allí fue su debut profesional, después de realizar las inferiores. Pero apenas jugó cuatro partidos (todos de titular) antes de emigrar a AZ Alkmaar, de Países Bajos.

En suelo neerlandés es donde más partidos jugó. A lo largo de cuatro temporadas disputó 111 encuentros (9.803 minutos). Le marcaron 111 tantos y en 47 oportunidades mantuvo el arco en cero. Fue campeón de la Eredivisie 2008/09 y alzó Supercopa de Países Bajos 2009.

El siguiente paso fue la Serie A, de Italia. En Sampdoria tuvo dos etapas: 2011-2013 y 2014-2015. En total tuvo 74 presencias, recibió 80 goles y mantuvo su valla invicta en 25 ocasiones.

El camino de Romero continuó en Mónaco, durante la temporada 2013/2014. En el conjunto del principado jugó un año a préstamo y apenas sumó nueve encuentros (827 minutos), recibió 7 goles y en cinco partidos no recibió goles.

El lapso de tiempo que pasó en Manchester United fue el más amplio de toda su carrera (seis años entre 2015 y 2021). Pero a la vez, donde menos continuidad tuvo. En total disputó apenas 65 partidos, a razón de 11 por temporada. Sumó 5925 minutos de acción, recibió 29 goles y totalizó 32 vallas invictas. Agregó a su vitrina personal la FA Cup 2015/16, la Community Shield 2016 y la Copa de la Liga 2016/17.

El último destino previo a aterrizar en Boca fue Venezia. Durante la temporada 2021-22 jugó 16 partidos (1440 minutos) y recibió 33 goles. Solo pudo mantener la valla invicta en tres ocasiones.

Una década albiceleste

Sergio Romero fue un indiscutido en el arco de la selección argentina durante casi 10 años. Se dieron dos situaciones infrecuentes. Por un lado, desde que Maradona confió en sus condiciones y lo hizo debutar en 2009, su nombre nunca faltó en cada convocatoria siguiente, sea del propio Diego como por sus sucesores: Sergio Batista, Alejandro Sabella, Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli. Con un plus: en todos los ciclos fue titular.

En total suma 96 encuentros oficiales en la valla albiceleste, número que le permite erigirse como el arquero con más presencias de la historia de la selección. Recibió 69 goles. Si se suman los datos estadísticos relacionados con sus presencias en selecciones juveniles y olímpicas (con las que fue campeón del mundo Sub 20 en Canadá 2007 y oro en los Juegos de Pekín 2008), totaliza 123 participaciones y 89 goles recibidos.

La interrupción de su etapa albiceleste se dio por culpa de una lesión. El 27 de marzo de 2018 sintió una molestia en su rodilla derecha luego de un choque con Diego Costa, durante un amistoso ante España. Chiquito fue reemplazado por Wilfredo Caballero y la selección recibió una dura goleada: 6 a 1.

Si bien hizo todo lo posible por meterse en la lista mundialista rumbo a Rusia, finalmente en mayo se anunció su baja, por el riesgo que implicaba la posibilidad de desprendimiento de cartílago que incluso podría afectar los meniscos de su rodilla derecha.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/boca-y-el-renacer-de-sergio-romero-su-mejor-temporada-en-una-decada-y-la-felicidad-de-volver-a-nid12072023/

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