Buenos Aires, la llave electoral que el oficialismo busca complementar con votos en el interior
En el balotaje, la provincia de Buenos Aires será, como en cada elección, la clave principal para el desempeño del peronismo, que basa su fortaleza en los distritos del conurbano. Sin embargo, e...
En el balotaje, la provincia de Buenos Aires será, como en cada elección, la clave principal para el desempeño del peronismo, que basa su fortaleza en los distritos del conurbano. Sin embargo, en las horas previas a la segunda vuelta, en Unión por la Patria calculan que un crecimiento en la performance electoral de Sergio Massa en las urnas bonaerenses no será suficiente si no se complementa con resultados menos desparejos en otros territorios que le resultan hostiles, como Córdoba, Mendoza o Santa Fe. La provincia de Buenos Aires tiene una trascendencia vital, pero, para las aspiraciones del ministro de Economía, ese impulso debería fortalecerse más allá de sus fronteras, evalúan en las filas bonaerenses del oficialismo.
El massismo imagina una elección ajustada. Durante la semana anterior a la elección, fuentes bonaerenses del Frente Renovador especulaban con un porcentaje para Massa que rondara los 60 puntos en la provincia de Buenos Aires. “En la primera y la tercera sección, matamos. Y en La Plata estamos muy bien”, sostuvo un dirigente del sector. Pero, además de esa expectativa, en el massismo provincial guardan esperanzas de apalancarse con un resultado en Córdoba que no resulte condenatorio para sus aspiraciones, por lo que señalaron que se ubicaban en la previa “arriba de los 30 puntos” en esa provincia de paladar antikirchnerista. Santa Fe y Mendoza también se barajaban en los pronósticos como distritos adversos para mejorar.
“Va a ser muy parejo en todos los distritos”, auguró un dirigente del massismo con base en el conurbano. “No tanto”, respondió ante la consulta de LA NACION por la posibilidad de que un buen resultado en Buenos Aires compense desempeños más flojos. “En todos los casos, la elección va a ser más pareja”, insistió.
Una evaluación similar realizaban en el entorno del gobernador Axel Kicillof. “Creemos que vamos a hacer una gran elección. En la provincia de Buenos Aires pusimos todo, nadie se guardó nada. Ya había pasado en las generales y repetimos en esta etapa. Hicimos puerta a puerta, tuvimos cercanía, repartimos la boleta. Esperemos que alcance para ganar, pero no depende solo de la provincia, obviamente”, dijo a LA NACION una fuente de confianza del mandatario provincial.
Un crecimiento fuerte en la provincia de Buenos Aires “tampoco garantizaría nada, porque si no se mejora en Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Entre Ríos, hay un margen grande para remontar”, señalaron cerca de Kicillof.
La provincia de Buenos Aires concentra el 37% del padrón, con 13.110.768 electores habilitados, distribuidos en 6144 mesas. Según estableció el escrutinio definitivo, en las elecciones generales del 22 de octubre Massa logró en la provincia un 42,9% (4.327.441 votos); Javier Milei (La Libertad Avanza) fue segundo, con 25,7% (2.593.075 votos). A nivel nacional, Massa alcanzó los 9.853.492 votos, por lo que casi el 44% de ese caudal de apoyo lo consiguió en territorio bonaerense. Para Milei, la provincia representó el 32,2% de sus 8.034.990 votos obtenidos en la suma de todo el país.
Massa se impuso en siete de las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires, y Milei ganó una, la sexta. Las mayores diferencias a favor del ministro de Economía se registraron en la primera (17,9 puntos) y la tercera sección (26,7 puntos), las que agrupan los distritos del Gran Buenos Aires, en las que Milei terminó en segundo lugar.
Entre las PASO y las generales, el tramo presidencial de la boleta de Unión por la Patria agregó 1.359.755 votos a su cosecha en la provincia de Buenos Aires. En las PASO, entre la lista de Massa y la que encabezó Juan Grabois, habían llegado a los 2.967.686 sufragios.
Las elecciones de intendentes y gobernador bonaerense ya se definieron en octubre, pero en el peronismo provincial aseguran que el compromiso de jefes comunales y del mandatario provincial estuvo garantizado durante la campaña y se mantendrá en la jornada electoral.
Los intendentes del oficialismo, que en su gran mayoría lograron ser reelectos o retener el poder con algún alfil como candidato, mantuvieron sus dispositivos de campaña y alistarán vehículos para el operativo de traslado de votantes de hoy, según aseguraron fuentes municipales.
Kicillof, por su parte, secundó a Massa en varios actos de campaña y “fue a todas las cabeceras de las secciones del interior estas dos semanas”, remarcó una fuente de confianza del gobernador, que enumeró visitas a “Junín , San Nicolás , Mar del Plata , Bahía Blanca y Olavarría ”. El desempeño fuera del conurbano es también una esperanza para el oficialismo.
“Massa logró que estén todos los grupos enfocados en su candidatura”, aseguró un referente bonaerense del Frente Renovador, que valoró a los intendentes por haber “trabajado a full” por el titular del Palacio de Hacienda e incluyó también a Máximo Kirchner. “Hizo reuniones chicas, hablando con los compañeros. Un trabajo de hormiga”, dijo sobre el diputado reelecto y jefe de La Cámpora, que mantuvo el perfil bajo durante toda la campaña.