Juan Carlos Saife es uno de los abogados penalistas más reconocidos de Chaco, representa a Emerenciano Sena y Marcela Acuña -los suegros de Cecilia Strzyzowski, acusados de haberla asesinado- y hoy dijo: “Todo indica que la mataron en la casa”, en alusión al lugar donde vivía el matrimonio hasta su detención.

No fue un error. Es una muestra de cual será la estrategia de defensa: no negar lo que a esta altura parece evidente, que a Cecilia la mataron y que el crimen fue en el último lugar al que se la vio entrar, que es la casa de los Sena.

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Si el homicida fue César Sena, el hijo de Emerenciano y Marcela, y marido de Cecilia, y ellos llegaron a su casa y la encontraron muerta, no cometieron el homicidio. Eso es lo que buscará probar la defensa. Salvo que la Justicia demuestre que hubo un acuerdo previo entre padres e hijos, Sena y Acuña ni siquiera podrán ser perseguidos por encubrimiento porque la ley no pena ese hecho cuando los encubridores son los padres del autor del delito.

“No hay pruebas suficientes para dar por acreditada la culpa de mis defendidos en el asesinato”, dijo el abogado a LN+. “Técnicamente yo solo apunto a que demuestren quién la mató”, afirmó.

El abogado relató que Emerenciano “estaba totalmente desconectado de la situación” y que Marcela sabía lo del “bulto” (cuando ella declaró dijo que al llegar a su casa vio un bulto, que habría sido el cuerpo de su nuera). Saife insistió en la idea de despegar a sus clientes del asesinato (y tácitamente involucrar a César).

“Todo indica que la mataron en la casa (...). La declaración de Obregón , de Fabiana ... ¿qué voy a discutir que ocurrió allí el hecho? No pasa por ahí mi defensa”, explicó cuando todo indica que la Justicia dictará mañana la prisión preventiva de sus detenidos, que están en prisión desde hace más de dos semanas.

“Si hay posibilidad de presentar un recurso y que la prisión preventiva sea revocada, lo haré, una vez que lea la resolución”, adelantó sobre el futuro de la causa penal.

En Resistencia, Saife es considerado como uno de los defensores más hábiles. “Vienen a mí cuando saben que tienen el agua al cuello”, dijo a LA NACION cuando Sena y Acuña acababan de contratarlo.

Antes de dedicarse al ejercicio de la abogacía, Saife ejerció diferentes cargos. “Fui director del Banco de Chaco hasta 2013, pero es una función de mucho desgaste para este momento”, advirtió en diálogo con LA NACION. El abogado, nacido de Santa Fe, graduado en la Universidad Nacional de Córdoba, también fue diputado provincial, juez y camarista federal. Desde que dejó la función pública en el gobierno de Capitanich volvió a su labor como abogado penalista. “Fui funcionario de Capitanich, pero no mantengo una relación con él”, afirmó.

Saife le contó a LA NACION que acostumbra recomendar a sus clientes “no declarar, porque pocas veces dicen la verdad”. Y agregó: “Yo realizo una defensa técnica. No discuto si alguien es culpable o inocente, ni tampoco cuestiono las sentencias”.

La mano de este abogado se comenzó a ver tan pronto asumió al frente de la defensa de Sena y Acuña, ambos imputados por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautores. La pena podría ser de prisión perpetua. Si la causa llega a juicio, será un jurado popular integrado por 12 personas, seis hombres y seis mujeres, el que defina la pena que le corresponderá a cada uno de los acusados.