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Claves para mantener la calma durante un vuelo con turbulencias

En un vuelo reciente a Chicago, Allison Levy comentó que estuvo dándole golpes al apoyabrazos de su asiento mientras el avión se sacudía.La Sra. Levy, de 47 años, que vive en Arlington,...

En un vuelo reciente a Chicago, Allison Levy comentó que estuvo dándole golpes al apoyabrazos de su asiento mientras el avión se sacudía.

La Sra. Levy, de 47 años, que vive en Arlington, Virginia, comenzó a respirar hondo y trató de tranquilizarse pensando: “Es como un camino lleno de baches y pozos, no es gran cosa”.

Acto seguido reveló que se dijo a sí misma: “Si conociera a la persona que tengo al lado, definitivamente le agarraría la mano”.

La turbulencia de los aviones, que por lo general es ocasionada por grandes cambios en el flujo de aire en la atmósfera superior de la Tierra, no suele ser motivo de preocupación ni causar grandes molestias.

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Sin embargo, este año se han reportado múltiples casos de turbulencia severa en distintos vuelos. Situación que ha provocado decenas de lesiones en los pasajeros. Al respecto, los científicos han advertido que producto de las elevadas emisiones de dióxido de carbono que están calentando la atmósfera y cambiando la velocidad y la dirección del viento, es posible que tengamos cada vez más vuelos con turbulencia en los próximos años.

Esta es una noticia desagradable para todos, especialmente para aquellos de nosotros y al igual que la Sra. Levy, que nos da miedo volar.

A continuación, se enumeran estrategias para calmar los nervios y la ansiedad que la turbulencia puede generar.

Poner las cosas en perspectiva

La turbulencia no suele ser motivo de preocupación. De hecho, atravesar sacudidas bajas o moderadas, es mucho más común que enfrentarse a severas turbulencias, situación que conlleva que las bebidas del carrito y las pertenencias vuelen por los aires.

“Si bien los pilotos pueden aliviar la mayoría de las turbulencias, todavía es inevitable o inesperado para algunos vuelos. De todas maneras los aviones están diseñados para soportar los impactos de manera segura”, dijo en un comunicado la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, un destacado sindicato de pilotos.

También puede ser útil saber que, según un estudio realizado en 2020, nunca ha sido más seguro viajar en una aerolínea comercial.

Las lesiones de los pasajeros por turbulencia son raras. Según datos de la Administración Federal de Aviación, entre 2009 a 2022, por ejemplo, solo un total de 34 pasajeros resultaron gravemente heridos a causa de turbulencias. “Y la última muerte relacionada con turbulencias en una importante aerolínea ocurrió hace más de 25 años”, comentó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte a través de un informe en 2021.

En esta línea, desde el Consejo Nacional de Seguridad, mencionaron que viajar en avión es mucho más seguro que en auto: “Las probabilidades de morir durante un vuelo comercial en los Estados Unidos son demasiado pequeñas para calcularlas”, detallaron en un comunicado. Mientras tanto, “las posibilidades de perder la vida en un accidente automovilístico son de 1 en 93″, dice el grupo de defensa sin fines de lucro.

Evitar el alcohol

Puede ser tentador buscar una bebida alcohólica con la esperanza de calmar los nervios, pero “recordá que lo que comés y bebés afecta tu ansiedad y la manera en cómo te sentís”, explicó la Dra. Uma Naidoo, directora de psiquiatría nutricional y metabólica en el Hospital General de Massachusetts y autora de “This Is Your Brain on Food”.

Sucede que tomar demasiado alcohol deshidrata y también puede producir náuseas. Por lo tanto, se trata de una mala combinación en casos de turbulencia ya que pueden aparecer los mareos.

En este sentido, “mantenerse hidratado, tal vez evitando el café o el vino en el avión, puede ayudar a crear una sensación de calma”, dijo la Dra. Naidoo.

Intentar respirar profundamente

“Si la turbulencia (o el simple hecho de pensar en ella) hace que tu corazón se acelere, una buena estrategia puede ser aplicar estrategias para controlar la respiración y calmar al cuerpo”, precisó la Dra. Naidoo. Un ejemplo es la técnica 4-4-8 que consiste en inhalar en cuatro tiempos, contener la respiración por otros cuatro segundos y exhalar contando hasta ocho. Luego repetir.

Otra alternativa, es probar lo que se conoce como la respiración abdominal o la respiración controlada.

“Con la práctica, pueden convertirse en una buena opción para hacerle frente al estrés y la ansiedad”, agregó la Dra. Naidoo.

Considerar la terapia

A algunos viajeros les puede resultar útil probar la terapia de exposición, que consiste en enfrentarse gradualmente a miedos y ansiedades específicos hasta que se sientan menos atemorizantes.

Brenda K. Wiederhold, psicóloga de San Diego, atiende regularmente a pacientes que tienen miedo intenso a volar. Durante más de dos décadas, ha utilizado escenarios de la vida real y realidad virtual para ayudar a exponer a los pacientes a distintas situaciones, como por ejemplo, la turbulencia de un avión.

Al respecto, la psicóloga comentó que suele decirle a sus pacientes que la turbulencia es similar a las olas: “¡Cuando navegás no pensás que el barco se va a estrellar, solo notás que hay olas!”.

Otros personas, incluidas quienes padecen trastornos de ansiedad, pueden beneficiarse de medicamentos como Xanax, pero atención, debe tomarse solo bajo la supervisión de un médico.

Abrocharse el cinturón

A veces pueden aparecer fuertes turbulencias sin previo aviso, un fenómeno conocido como turbulencia en aire despejado. La Administración Federal de Aviación recomienda a los pasajeros que usen el cinturón de seguridad en todo momento del vuelo, no solo cuando el capitán prende la señal. Además sugieren que los niños menores de dos años viajen sobre un asiento de automóvil o dispositivo de sujeción aprobado por la FAA para reducir la posibilidad de lesiones durante imprevistos.

“El mayor peligro es no usar el cinturón”, dijo Kristie Koerbel, quien ha trabajado como auxiliar de vuelo durante 21 años. “Si estás sentado con el cinturón de seguridad abrochado, no hay motivo para temer a las turbulencias”.

Planificar con anticipación

“El lugar donde te sentás puede marcar la diferencia. Los pasajeros en los asientos junto a las ventanas tienen menos probabilidades de ser golpeados por objetos proyectiles, bolsos que se caen de los compartimentos superiores como también paneles que se desprenden del techo”, dijo Sara Nelson, presidenta del sindicato de asistentes de vuelo más grande. A su vez, los asientos cerca de la parte delantera y al lado del ala suelen tener menos baches en comparación con la parte trasera de la aeronave. Sin embargo, “en turbulencias severas, el lugar donde te sientas no hará la diferencia”, dijo Nelson.

Journaling: una herramienta terapéutica para vaciar la mente y conectarse con las emociones

Otra alternativa para hacerle frente al temor de volar, es realizar actividades que te diviertan y distiendan durante el tiempo que dure el viaje. Mientras iba a Chicago, la Sra. Levy llevó un cuaderno de bocetos para hacer garabatos, su música favorita y algunos crucigramas. También habló con su médico acerca de tomar una dosis baja de Xanax, aunque no está del todo convencida de que haya funcionado.

Finalmente, chequear el clima. Las tormentas eléctricas suelen desarrollarse en los meses más cálidos de primavera, verano y otoño, según el Servicio Meteorológico Nacional, y pueden crear turbulencias. Si tenés la flexibilidad y posibilidad de elegir cuándo volar, intentá hacerlo con cielos despejados.

Y recordá: “El avión no va a despegar si no es seguro”, finalizó la Sra. Nelson.

Por Cristina Caron

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/claves-para-mantener-la-calma-durante-un-vuelo-con-turbulencias-nid22062023/

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