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Como los bancos, los ahorristas desarman depósitos y se quedan líquidos a corto plazo a las espera de definiciones

Imitando la posición cautelosa que adoptaron los bancos ante la transición gubernamental, los depositantes privados (tanto minoristas como mayoristas) optaron en las últimas semanas por no renov...

Imitando la posición cautelosa que adoptaron los bancos ante la transición gubernamental, los depositantes privados (tanto minoristas como mayoristas) optaron en las últimas semanas por no renovar sus colocaciones a plazo para destinar buena parte de sus pesos a cuentas remuneradas que ofrecen la posibilidad de hacer retiros parciales o totales a muy corto plazo. El movimiento precautorio revela la natural incertidumbre que acompaña el esperado cambio de políticas.

Pero, a la vez, al dejar cada vez más pesos en condiciones de “ganar la calle” (en un contexto de elevada liquidez y aceleración inflacionaria), queda a la vista el grado de acierto que deberá tener la nueva administración en la comunicación de sus iniciativas para reordenar las expectativas, a menos que el plan sea acelerar el camino a una hiperinflación, lo que no parece el caso, ya que el propio presidente electo, Javier Milei, aceptó moldear algunas de sus propuestas de campaña para tratar de evitar ese escenario. Por lo pronto lo datos son contundentes.

Salen Leliqs, entran Pases.

El stock actual de Pases asciende a $ 15,3 billones, mientras que el de las Leliqs es de $ 7,5 billones.

Pases son 2x Leliqs.

Cambian de vagón en el mismo tren. pic.twitter.com/wuBB1I7PsF

— Salvador Vitelli (@SalvadorVitell1) December 4, 2023

En apenas dos semanas, los bancos desarmaron la mitad de la posición que mantenían invertida en Letras de Liquidez (Leliq) del Banco Central (BCRA) a 28 días y a una tasa del 133% nominal anual para mudarla -muy mayoritariamente- a pases pasivos a apenas un día, al 126% de TNA, pese a resignar con ello unos 5,5 puntos efectivos de ganancia (considerando el impacto de Ingresos Brutos que aplica CABA a esas colocaciones) y asumir una “pérdida” cercana algo mayor a los $400 millones por ello.

En la misma línea, los ahorristas se volvieron cada vez más reacios a renovar colocaciones a plazo fijo en pesos, en especial, los mayoristas corporativos, aunque -en este último caso- no es tan fácil distinguir cuánto fue por cautela de los depositantes y cuánto por la actitud que asumieron muchos bancos de rechazar colocaciones de empresas, a menos que se trata de aquellas que son clientas reconocidas de esa entidad.

Como resultado de ello, el sistema bancario opera con un grado de cortoplacismo no visto desde hace décadas.

“Hay un sostenido goteo de depósitos y cada vez más ahorristas e inversores convencido de desensillar hasta que aclare”, explicó a la LA NACION un experimentado ejecutivo de una bancos privado líder.

La salida, leve, afecta tanto a las colocaciones en pesos como en dólares, pero es más marcada en las realizadas en moneda nacional. Para los bancos no constituye hasta aquí ningún problema: en especial porque el goteo es leve y porque está en línea con el reordenamiento de inversiones que ellos mismos hicieron. El llamado de atención, en todo caso, es para quienes tienen que definir las políticas que siguen.

Los datos nominales muestran, por caso, que de los $13,8 billones colocados por privados a plazo fijo hasta unos días antes del balotaje a fin de mes, apenas llegaron poco más $13 billones. Si se toman en cuenta los intereses percibidos, se concluye que el desarme fue algo mayor a $1,1 billones en apenas dos semanas

En igual lapso, de los US$3287 millones invertidos en dólares en ese mismo tipo de colocaciones, se fueron unos US$70 millones. Si se toma de desde el viernes previo a las últimas PASO, cuando había US$3633 millones colocados a plazo fijo en dólares en bancos locales, la caída es del 9,5%, es decir, se fueron US$346 millones que tampoco quedaron colocados en caja de ahorro, ya que que ese stock también descendió producto de algunos retiros “preventivos”.

El cuadro de situación explica las razones por las que representantes de los bancos privados buscaron ansiosamente contactos con miembros del futuro equipo económicos o allegados a ellos en las últimas semanas.

La caída de reservas sigue y no ayuda

El complejo cuadro se completa con una nueva y sostenida caída en las reservas del BCRA, producto de las pérdidas que sufre en sus intervenciones sobre la plaza cambiaria oficial, pese a que está en vigencia el dólar exportador más beneficioso de la gestión Fernández, que, si por algo se caracterizó, es por haber perjudicado a los exportadores con un tipo de cambio atrasado.

El BCRA terminó la primera rueda de la semana con ventas por US$ 85 millones para atender las necesidades del mercado

— Gustavo P Quintana (@guspaqui) December 4, 2023

La entidad a cargo -por última semana- de Miguel Pesce debió aportar hoy otros US$85 millones al mercado, en una rueda en la que apenas se operaron de contado unos US$181,2 millones. De este modo, ya sacrificó por esta vía unos US$284 millones en los últimos tres días, además de mostrar un saldo vendedor en seis de las últimas siete ruedas.

El BCRA se encamina, de este modo, a llegar al cambio de mando con reservas totales por debajo de los US$21.000 millones (habían cerrado en US$21.426 millones la semana anterior, con un repliegue de US$135 millones en la semana) y con reservas netas en torno a los -US$11.000 millones.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/como-los-bancos-los-ahorristas-desarman-depositos-y-se-quedan-liquidos-a-corto-plazo-a-las-espera-de-nid04122023/

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