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Con nuevo sponsor, Boca apostó hasta en la despedida de Riquelme

En ebullición creciente por las elecciones, que serán en diciembre y en las que posiblemente Juan Román Riquelme se postule para presidente, y dividido al menos en dos grandes corrientes interna...

En ebullición creciente por las elecciones, que serán en diciembre y en las que posiblemente Juan Román Riquelme se postule para presidente, y dividido al menos en dos grandes corrientes internas, Boca acaba de tomar una decisión que muestra que el mundo de los negocios se maneja con lógica propia: cerró un acuerdo millonario con Bettson, grupo sueco de juegos de azar asociado a una empresa local de múltiples conexiones políticas que van desde Martín Insaurralde a Daniel Angelici. ¿Un punto de encuentro en medio de la campaña? El establishment argentino es transversal a cualquier color.

Betsson está desde la semana pasada en la camiseta xeneize. Su incorporación fue aprobada casi sin objeciones en la Comisión Directiva hace dos martes. Tal como establece la normativa vigente, tiene un socio argentino, Daniel Mautone, dueño de los casinos de Victoria y Maipú y de los bingos de Chivilcoy, Ramallo, San Clemente, Santa Teresita, San Bernardo, Mar de Ajó y Pinamar, y asociado a su vez en varios de estos negocios a Angelici, referente de la oposición y el macrismo boquense. Macri es adversario de Riquelme, vicepresidente y hombre fuerte del club, al menos desde las elecciones de 2019: entonces, mientras evaluaba una oferta para sumarse al proyecto de Cristian Gribaudo, que encabezaba la lista del líder del Pro, Riquelme sorprendió con una jugada de último momento y pasó a la filas de quien terminó ganando, Jorge Ameal. El apuntalador de aquel salto fue Sergio Massa, con quien el ídolo xeneize tiene hace tiempo una muy buena relación. Fue knock out para Macri, que venía de perder con Alberto Fernández las elecciones presidenciales: es la razón por la que, les dice a sus íntimos, no ve partidos de Boca.

Betsson conocía esta historia. Cuando empezaron a conversar con Riquelme sobre la posibilidad de auspiciar la camiseta, casi lo primero que hicieron los ejecutivos de la empresa fue aclararle que Angelici estaba muy lejos de la información de la compañía. “Somos una multinacional”, le dijeron, y se tomaron el trabajo de anticiparle también la noticia al binguero macrista, a quien conocen hace tiempo.

La grieta es para los viscerales. No para quienes se mueven en el negocio de las apuestas on line, que explotó en la Argentina el año pasado, no bien empezaron a regir las nuevas condiciones de las leyes sancionadas en 2017 en la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, durante el gobierno de Macri, y que por lo pronto han cambiado ya la estética del próximo superclásico: Boca y River tendrán en sus camisetas a dos competidores, Betsson y la española Codere, respectivamente.

El del juego es un mundo inabarcable. Se apuesta sobre casi todo lo que puede pasar en un partido y deja en los hinchas un hábito que requiere de controles y regulación adecuada. La Argentina ya es parte de esta tendencia global. Hasta el partido de despedida de Riquelme fue hace dos domingos, como dicen en el sector, “abierto al mercado” por Betsson. Es el único modo en que algunos nostálgicos del amateurismo explican la seriedad con que, a diferencia de otras despedidas como la de Maxi López en Rosario, muchos se tomaron el amistoso.

Es imposible sustraerse de la política nacional con estos protagonistas. Las elecciones de Boca volverán a hacerse además pocos días después de las presidenciales de la Argentina, como en 2019, y eso llevará siempre a especular con oleadas favorables o en contra. El club ya está en campaña. Angelici decidió hace tiempo no volver a postularse, pero “trabaja entre bambalinas”, dicen sus colaboradores, e incluso se sentó a la mesa principal del lanzamiento de Andrés Ibarra, el candidato de Macri. Los opositores xeneizes dicen que la despedida de Riquelme quedó impregnada de proselitismo: todavía se quejan, por ejemplo, de haber tenido poco acceso a entradas. El vicepresidente, a quien le reconocen que se mueve “como un verdadero político, no sólo ex jugador”, necesitará el respaldo de las peñas del interior. Tal vez quiera encabezar la fórmula en diciembre, dicen en su entorno. Dependerá en gran medida de los resultados, como siempre. Como Massa en la Nación.

La regulación argentina establece que las licencias de casas de apuestas se otorguen como en Estados Unidos, por distrito provincial. La provincia de Buenos Aires, por ejemplo, tiene siete. En la Capital Federal no hay límites para las autorizaciones. La propia AFA tiene entre sus patrocinantes a dos empresas de apuestas: una es Bet Warrior, de Miguel Achával Achával y Ricardo Benedicto, y la otra BC Game, cuestionada por muchos de sus competidores porque no tiene licencia argentina, sino de Curazao, destino que las otorga con facilidad, y porque no se debería incluir entre los patrocinadores a empresas que compitan entre sí. El argumento de la AFA es que la página llega a todo el mundo y que tiene sponsors locales y regionales.

El contrato de Boca con Betsson se firmó en 7,5 millones de dólares hasta fines de 2024, una cifra récord para empresas del sector en el país -duplica al de River con Codere, de 3,5 millones más un bono de un millón-, y fue aprobado a pesar de que Ameal no estaba de acuerdo. Hace tiempo que el presidente del club se opone a las apuestas on line en el fútbol y lo ha dicho en público. Por eso los sorprendidos fueron varios. Los competidores de Bettson, por lo pronto. “Siempre se pensó que la política del club era no permitirlo”, dijo uno de ellos a LA NACION. Y acaso también Macri, que tiene ahora motivos para pensar que el socio de su amigo le ha dado un espaldarazo a la gestión de Riquelme. “Son negocios, se manejan desde multinacionales”, contestan en la industria.

Las nuevas condiciones abrirán seguramente otros frentes e incógnitas. ¿De qué lado quedará Mautone, uno de cuyos hijos, Sebastián, llegó incluso a integrar en 2019 la lista de Gribaudo? ¿Será también para él la oportunidad de acercarse a Massa, con quien quedó enfrentado durante la campaña de 2013, cuando apuntaló la candidatura de Insaurralde a gobernador? Su vínculo era en realidad con el antecesor del intendente de Lomas de Zamora, Jorge Rossi. Si, como dice Cristina Kirchner, los enojos en política vencen a los seis meses, todo es más fugaz en el universo del azar, desde el momento en que alguien baraja y da de nuevo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/con-nuevo-sponsor-boca-aposto-hasta-en-la-despedida-de-riquelme-nid04072023/

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