El conteo avanza y se acerca la final de la Copa Libertadores que el próximo sábado, a las 17, tendrá como protagonistas a Boca y a Fluminense en el mítico estadio Maracaná. Germán Cano, el goleador argentino que tiene el torneo continental con 12 tantos marcados para el “Flu”, habló esta mañana en conferencia de prensa. “Tenemos que tomar muchos recaudos con Boca”, dijo, con cautela, el deportista de 35 años que nació en Lomas de Zamora, pero que hoy defiende los colores del club brasileño.

“Sabemos que Boca es un equipo muy copero, con jugadores muy buenos y con mucha historia en la Libertadores, por eso tenemos que respetar”, prosiguió el delantero mientras articulaba entre palabras en portugués y otras en español. Contó que se encuentra “tranquilo” “Disfrutando de este presente porque sabemos que no es nada fácil llegar hasta acá”, definió, y agregó: “No sabemos cuándo vamos a hacer todo lo que estamos haciendo de nuevo. Esa final está en mis pensamientos”.

Si el resultado del sábado fuera a favor de Fluminense, sería la primera vez que ese club obtendría la Copa Libertadores. “Sería algo histórico, un reconocimiento al trabajo del equipo”, reconoció Cano en el ida y vuelta con los periodistas.

"VA A SER LINDO PODER JUGAR CONTRA BOCA EN NUESTRA CASA", Germán Cano habló sobre la presencia de hinchas de Boca, que ocuparán la mitad del Maracaná.

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El goleador opinó que el partido contra el xeneize va a ser un juego “muy competitivo, con un rival que, como argentino, sabemos lo que significa”. “Van a ser 90 minutos muy intensos”, agregó Cano, y dijo que el Fluminense, que es “un equipo que se impone”, no va a modificar en nada el juego que lo caracteriza. “El partido va a estar en los detalles de cada jugador, de cada equipo”, advirtió con la misma cautela que tuvo durante toda la conferencia de prensa.

Cano tuvo tiempo también para hablar de Juan Román Riquelme, a quien lo calificó como “muy humilde”. En su momento, cuando Fluminense se disponía a jugar su respectivo duelo por los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Argentinos Juniors, Boca le había prestado la instalaciones de Casa Amarilla para entrenar en territorio nacional. Fue entonces que el vicepresidente xeneize se acercó a saludar a los jugadores brasileños.

Riquelme dialogó en ese momento con Marcelo, Paulo Henrique Ganso, Felipe Melo (reconocido simpatizante de Boca) y el mismísimo Cano. “Le agradezco por abrirnos la puerta”, dijo el delantero respecto del ídolo azul y oro.

Cano reconoció que “hay mucho bostero” en su familia, lo que supone “sentimientos encontrados” en medio de un contexto de tanto nerviosismo por la final que se aproxima. “Por un lado, me apoyan; y, por el otro, apoyan a Boca porque son hinchas desde que nacieron. Uno tiene que disfrutar de la familia independientemente de los colores”, contó el goleador que destacó que “va a ser lindo” que el partido cuente con ambas hinchadas.