CÓRDOBA.- A diez días de la detención del subdirector de la cárcel provincial de Bouwer, Sergio Guzmán, en el marco de una investigación por supuesta asociación ilícita en la que cobraban a los presos para darles beneficios, crece el escándalo. Quedaron presos tres jefes de la cárcel de Villa María acusados por permitir el ingreso de celulares desde donde se hacían estafas telefónicas; son 20 los detenidos en la causa.

Toda la causa la instruye el fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, quien después de 38 allanamientos en los que se secuestraron $6.000.000 ordenó el arresto del director del Establecimiento Penitenciario 5 de Villa María, Andrés Américo Aciar, y de Edgar Ezequiel Arroyo y Néstor Gómez, subjefe de Operaciones y jefe de Seguridad del penal, respectivamente.

La imputación es por la sospecha de que los jefes podrían haber obtenido réditos económicos de estafas virtuales. No hay una estimación de la cantidad de víctimas. Un hombre de la ciudad de Córdoba fue el primer denunciante del tema.

La imputación es como presuntos coautores del delito de “asociación ilícita”. Los tres -igual que en el caso de Bouwer- fueron pasados a situación pasiva por la Dirección General de Control e Investigación de las Fuerzas de Seguridad provincial. En la misma causa fueron detenidos un exfuncionario cordobés y un abogado.

Cecilia Lanzarotti, secretaria de Gestión Penitenciaria del Ministerio de Justicia de Córdoba, dijo que el subdirector de Bouwer “no tenía atribuciones para decidir externaciones de convictos, así como tampoco las distintas modalidades de libertad” que era una de las acusaciones que algunos presos apuntaron contra él y que derivaron en una denuncia del propio Servicio Penitenciario en junio pasado. Los detenidos seguraban que les pedía dinero para “salir antes”.