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Crearon su propia cerveza artesanal en el pueblo donde funcionó una de las fábricas más famosas

Estamos en tierra de cerveceros. En un pueblo de la provincia de Santa Fé fundado por colonos suizos, alemanes, franceses e italianos, donde alguna vez funcionó una de las tres fábricas de cerve...

Estamos en tierra de cerveceros. En un pueblo de la provincia de Santa Fé fundado por colonos suizos, alemanes, franceses e italianos, donde alguna vez funcionó una de las tres fábricas de cerveza más importantes del país, Cervecería San Carlos, ubicada en un edificio colosal que hoy sigue en pie, aunque ahí adentro ya no se fabrique cerveza. Pero como la identidad de esta bebida con sabor amargo está en cada uno de los sancarlenses, si cerró una cervecería, abrió otra.

En el 2018, Denise Manassero y Santiago Walker, habitantes de este pueblo de 3500 personas, empezaron a levantar su propia fábrica familiar, a una cuadra y media de la plaza principal. Compraron un equipo de 150 litros de acero inoxidable, aunque ya contaban con otro de 50 y el recorrido de Denise que los avalaba para emprender un nuevo camino que había visto sus inicios gracias al curioso paladar de ella. Porque si estamos en tierra de cerveceros, es correcto decir que todo comenzó tomando cerveza.

Denise Manassero, ingeniera química, hija de María Teresa y Pedro, nieta de Ethel Raquel Gysel, su abuela por parte del padre, recorría vinotecas, supermercados, negocios boutique para encontrar nuevas cervezas nacionales e importadas y probarlas con amigos, con familia, Y con Santiago, su compañero arquitecto, socio y padre de Otto, el hijo que tienen ambos.

Denise tenía al menos dos cosas a su favor, la profesión y el gusto por la cerveza. En realidad tres cosas, aunque la última venía medio de yapa, si bien ella nació en Santa Fe capital porque su madre se atendía allá, la familia estaba instalada en la tierra de sus bisabuelos, conocida como “tierra de cerveceros”, San Carlos Sud.

Con estas dichosas características la propuesta que le iba a hacer Santiago no podía fallar. “¿Y si fabricamos cerveza?”, le dijo él un día. “La cerveza tiene que salirte bien”. Ella lo miró y pensó que no era una mala idea lo que estaba escuchando, “con la motivación de él, después de un tiempo empecé a investigar cómo era el proceso, a interiorizarme más y a buscar diferentes cursos”, en Rosario, Córdoba, online, la curiosidad iba ampliando horizontes.

Viajaron a Villa Genera Belgrano, a Villa La Angostura, a El Bolsón, donde están las plantaciones de lúpulo de la Argentina. “Todo este contacto con diferentes profesionales, tanto de cervecerías artesanales como de la producción del lúpulo fue un enriquecimiento muy grande, fueron capacitaciones que nos dieron, nos abrieron mucho, nos incentivaron a hacer nuestro emprendimiento”.

En 2018 abrieron Ethel, una fábrica donde actualmente se producen cinco estilos de cerveza: Golden Summer, Blonde, Hoppy Golden, Irish Red, Robust Porter. “Desde el primer día que empezó a cocinar, nunca tiró un batch.”, dice Santiago. Un batch es una cocción de cerveza. Parece que Denise tiene una legítima golden hand, o como lo diríamos en nuestra lengua: esta maestra cervecera tiene mano de oro.

Madre de las cervecerías

En el año 1884, a 26 de la fundación del pueblo, un hombre llamado Francisco Neumeyer y veinte hombres más, fundaron una cervecería llamada “Francisco Neumeyer - Cervecería San Carlos Sud”. Como las aguas de San Carlos no eran adecuadas para la producción, en lugar de desistir, buscaron el modo de resolverlo: instalaron un sistema que recogía el agua de lluvia de los techos de un molino de la zona.

La cervecería San Carlos fue la tercera más importante del país, la llamaron “Madre de las cervecerías”, porque en el ida y vuelta de dueños y sociedades, se desprendieron de ahí dos famosas marcas: Cervecería Santa Fe y Cervecería Schneider.

Cuando se cumplieron los 100 años del pueblo, en 1958, la cervecería San Carlos contaba con 250 empleados y producía 100.000 litros diarios. Fue su época de esplendor, luego comenzó a decaer hasta cerrar las puertas.

En Cervecería San Carlos trabajó gran parte de San Carlos Sud, Centro y Norte -así está dividido el pueblo de acuerdo a las religiones que profesan: San Carlos Sud, San Carlos Centro y San Carlos Norte-. El padre de Santiago y sus abuelos fueron empleado de la cervecería; el bisabuelo de Denise fue uno de los albañiles que trabajó en la construcción de los sótanos, donde perdió la vida en uno de sus días laborales.

Hay una vasta historia familiar, más allá del gusto de Denise por esta bebida originada en el siglo XIII, tal como la conocemos con el amargor propio del lúpulo, o tendríamos que remontarnos mucho más atrás, a miles de años: la cerveza es considerada una de las bebidas alcohólicas más antiguas.

Ingeniera química y maestra cervecera

En el 2012, Denise ingresó a trabajar en una importante empresa alimenticia a nivel nacional como jefa de producción, donde ahora tiene el puesto de jefa de diseño y desarrollo. En el año 2014 se recibió de ingeniera química. Recuerda que uno de las primeras investigaciones que tuvo que hacer al iniciar sus estudios fue acerca de la cerveza. “Fuimos encontrando diferentes cosas que nos terminaron vinculando a la cerveza y que venimos trayendo de hace varios años sin habernos dado cuenta”.

Cuando su pareja le propuso hacer la fábrica, ella, además de mirarlo, dijo, “Si arranco, arranco con un curso”. Luego, cuando llegó el día, no comenzaron por la popular IPA, sino por las aún más populares rubia, roja y negra. Lo planificaron de ese modo, para poder introducirse en el mercado y luego seguir con otras variedades.

Ethel, el nombre perfecto

En las latas se lee Ethel, “tierra de cerveceros”. El slogan, más que un slogan, es la pura verdad, así es el terruño de San Carlos. En cuanto a Ethel, no solo es un nombre, también es el recuerdo de una abuela, de una tradición familiar.

Pero Denise y Santiago no eligieron desde el principio, no pasó que lo primero que tuvieron para su marca fue el nombre, aunque se podría decir que estaba ahí, que era una bella palabra esperando ser vista, oída. “No queríamos caer en la trillada de un nombre de la familia. Nos hicimos tres hojas, lo que buscábamos era que sea femenino, fácil de nombrar y con su propia identidad”. ¡Y Ethel tenía todo! Cómo no usarlo: femenino, corto y fácil de nombrar. “Cuando dijimos Ethel nos cerró”.

Actualmente, esta cervecería familiar utiliza un equipo de 500 litros y fabrica 2000 litros mensuales de cerveza sin conservantes ni aditivos. Además de despacharla en el local propio que tienen en la calle San Martín, y que también ofrece picadas con productos regionales de primera calidad, la comercializan en locales de San Carlos, Santo Tomé y Santa Fe capital.

Denise y Santiago, distribuyen su tiempo entre oficinas, la crianza de Otto y la fabricación de la cerveza propia. Cuando hablan de su emprendimiento, se les nota ese entusiasmo que consigue hacerlos levantar un sábado a las seis de la mañana para moler la malta. Es que estamos en tierra de cerveceros, en un cálido y gustoso lugar llamado Ethel.

Datos Útiles

Dirección: San Martín 670. T: (3404) 532783. IG: @cerveza.ethel. Mail: ethelcerveceria@gmail.com. Horario: viernes y sábados a partir de las 19:30hs.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-lugares/crearon-su-propia-cerveza-en-el-pueblo-donde-funciono-una-de-las-fabricas-mas-famosas-nid11122023/

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