“Nunca vi una tensión como la que estoy percibiendo por estas horas”, afirmó este jueves el embajador de la Argentina en Brasil, Daniel Scioli, sobre el clima que se vive en Río de Janeiro a dos días de la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense en el estadio Maracaná. La Policía local reprimió por la tarde a los hinchas que estaban en la playa y volvió a la carga por la noche. “Estoy indignado por el accionar de la Policía, actuó con brutalidad, tirando gases lacrimógenos donde hay niños”, remarcó Scioli.

El máximo representante argentino en Brasil hizo un llamado a las autoridades brasileñas: “Les pido que contribuyan con declaraciones a descomprimir esto”. “Hablé con el prefecto (intendente) de Río y también le hice saber a Romario que sus declaraciones no ayudaban en nada”, dijo Scioli. “Que se jodan los argentinos, esos hijos de p... Boca se va a tomar por c...”, había insultado el jugador campeón del mundo en 1994, hincha de Fluminense y actual senador nacional.

“Le pido a la Conmebol que intervenga. El comunicado que sacaron me parece que, en el contexto en el que estamos, exige mayor firmeza y rigurosidad con respecto al accionar de la Policía. La Conmebol es la que organiza esta final, es la que habla con las autoridades de Brasil”, apuntó el embajador. La entidad rectora del fútbol sudamericano publicó un escueto y ambiguo comunicado en el que repudia “los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de esta final”.

La CONMEBOL hace un llamado a los hinchas de @BocaJrsOficial y @FluminenseFC a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol. Los valores del deporte que más nos apasiona deben ser inspiradores de conductas de paz y armonía. Por eso,…

“Le ruego a la gente que ha hecho un esfuerzo muy grande para llegar a Río que por favor no respondan a las provocaciones”, pidió el exgobernador de la provincia de Buenos Aires y recordó que suele haber inconvenientes cuando equipos argentinos viajan a jugar contra clubes brasileños por torneos continentales. “Nos pasó cuando vino Argentinos Juniors, también San Lorenzo”, rememoró.

El embajador remarcó que “la legislación es muy rigurosa; la nueva reforma que hicieron contra cánticos raciales, xenófobos o de orientación sexual es dura; los detienen y no hay fianza que los puedan liberar”.

En el mismo sentido se había pronunciado Ana Sarrabayrouse, cónsul argentina en Río de Janeiro. “Reduzcamos de nuestro lado el poder generar algún conflicto. No es la policía de Argentina, no son las leyes de Argentina. Las leyes son más duras. Sobre todo, con el gesto o insulto xenófobo”, había alertado la diplomática.

Las fuerzas de seguridad, luego de la represión de la tarde, detuvieron a dos hinchas, quienes ya fueron liberados. A uno de ellos, Cristian Medina, lo acusaron de realizar gestos racistas, aunque el simpatizante y las personas que se encontraban junto a él lo negaron. Por la noche las fuerzas de seguridad brasileñas volvieron a la carga y detuvieron a más hinchas.

“La playa es emblemática y ese banderazo de Boca generó adhesiones en contra de los hinchas de Fluminense. No quieren que les copen Copacabana”, puntualizó Sarrabayrouse y alertó sobre el nuevo banderazo que realizarán los simpatizantes del club de la rivera el viernes, el día anterior a la final, que se desarrollará el sábado a las 17.

“Mañana llega un grupo duro, la barra”, remarcó Scioli, con preocupación, y añadió que, en total, “se prevé más de 80 mil hinchas de Boca” en la ciudad brasileña para la final, aunque no todos cuentan con entradas para ingresar al estadio. En ese sentido, el exvicepresidente solicitó a los hinchas que “tengan cuidado con los estafadores que andan dando vuelta con entradas falsas”.