Un fenómeno se repite en las cárceles del Cono Sur: los pabellones se convierten en dominio de los presos, espacios en los que imponen sus reglas violentas. Las autoridades comenzaron a intentar revertir la situación. Así como en Rosario, por ejemplo, el gobierno decidió endurecer las condiciones de detención de los delincuentes más peligrosos para evitar que manejen sus negocios desde los calabozos, en Paraguay comenzaron a implementar requisas exhaustivas.

Y lo que encontraron en la cárcel en la que están alojados reos relacionados con el crimen organizado, los sorprendió: no solo había panes de marihuana y miles de dosis de cocaína, sino casi un centenar de cuchillos, facas y lanzas, y hasta un gallo de riña que, se presume, los presos usaban para realizar apuestas.

Según informó el diario ABC Color, el ministro de Justicia Ángel Barchini señaló que en las requisas realizadas esta mañana en tres pabellones de la Penitenciaría de Tacumbú encontraron numerosos elementos prohibidos, lo que demuestra “la fragilidad del ingreso de elementos a las cárceles” y la necesidad de incorporar tecnología de vigilancia para mejorar el sistema.

El ministro informó que se secuestraron cuatro ladrillos de marihuana y 1270 envoltorios con cannabis, además de 3552 dosis de cocaína, 91 cuchillos, dos estoques y tres lanzas de fabricación casera. Además, requisaron 17 celulares, cinco baterías y un gallo que habría sido utilizado para peleas. La fiscalía de turno ya tomó intervención para dilucidar cómo ingresó todo ese material prohibido a Tacumbú.

Barchini admitió que, “pese a la existencia de cámaras, el problema es que son viejas y los funcionarios desleales o los internos pueden apagarlas para cometer irregularidades”.

En el penal de Tacumbú estuvo preso Daniel Bellini, dueño de la disco Pinar de Rocha, cuando fue detenido a fines de 1994, buscado por Interpol, a pedido de la Justicia argentina, que había encontrado, en su casa de Parque Leloir, miles de dólares falsos de calidad extraordinaria.

“Nosotros vamos a tomar el control”, añadió, aunque reconoció que “el proceso será largo y costoso”.

También admitió, aunque sin dar precisiones, que se investiga la posibilidad de que los presos hubiesen estado preparando un plan de evasión. “Estamos en ese proceso investigativo, con el auxilio del Ministerio Público, el Poder Judicial, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia, mi servicio de inteligencia... Es todo muy complejo”, concluyó.