Será un verano caliente en el Congreso. No tanto por las altas temperaturas, sino más bien porque recién a mediados de la semana próxima –en vísperas de la Navidad– la Cámara de Diputados comenzaría a discutir las reformas estructurales con las que el presidente Javier Milei pretende dar inicio a su gestión. Los legisladores tendrán un enero tórrido.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, mantuvo a lo largo de la jornada reuniones con diputados que potencialmente acompañarían el paquete de iniciativas. Tanteó con ellos qué estrategia resultaría la más efectiva para su aprobación: si compendiar todas estas iniciativas en un solo “proyecto de ley ómnibus” o desgranarlas en distintas iniciativas. Menem participará mañana de una nueva reunión de gabinete; se espera que allí conozca más en detalle el contenido del paquete de reformas y se defina la táctica parlamentaria a seguir.

Si bien anoche no estaba confirmado cuándo ingresarán los proyectos de ley al Congreso –se espera que ingresen entre mañana y pasado–, Menem comenzó a trabajar en el armado de las comisiones. La discusión se presenta compleja y podría retrasar el inicio de los debates. El bloque de Unión por la Patria hará valer su posición de primera minoría en la Cámara de Diputados –cuenta con 101 miembros– y, por lo tanto, reclamará el 40% de la integración de todas las comisiones.

“No les corresponde: las presidencias de las comisiones consideradas ‘de gestión’ corresponden al oficialismo de turno”, retrucan desde La Libertad Avanza. El kirchnerismo no cree lo mismo. Si bien admite que la presidencia de la comisión más importante, la de Presupuesto y Hacienda, le corresponde al oficialismo, no parece dispuesto a ceder graciosamente las demás. “Dependerá de las negociaciones políticas”, insiste Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria.

La integración y la presidencia de las comisiones más importantes se presentan como la primera puja de poder que librarán Martín Menem y la bancada que preside Martínez. No se trata de una disputa menor, ya que es en las comisiones donde se define la letra fina de los proyectos que aterrizarán luego en el recinto. Si Unión por la Patria se impone en comisiones claves, el oficialismo corre el riesgo de que sus leyes no vean la luz.

El diputado Martínez ganó una primera batalla cuando, en la sesión preparatoria del jueves, Menem aceptó que la representación de las distintas fuerzas parlamentarias en las comisiones debe realizarse de manera proporcional (por el sistema D’Hont) y “por bloque”; fue el reclamo de Unión por la Patria para asegurarse de que su tropa estuviera reflejada en un 40% en las comisiones.

“Con esta metodología, La Libertad Avanza consolidaría la posición del kirchnerismo y perdería la posibilidad de incorporar en las comisiones a los bloques más chicos que podrían actuar como potenciales aliados”, advirtieron desde el bloque Cambia Federal que, junto a la UCR y la Coalición Cívica, exploran la posibilidad de articular un espacio común para ganar lugares en las comisiones y restárselos a Unión por la Patria. No descartan sumar a Pro en esta estrategia, aunque las desconfianzas mutuas están a la orden del día.