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Dos historias conmovedoras: de Bielsa a Scaloni, sentimientos cruzados después de partidos decisivos en Lima

LIMA.- Era un equipo de colección y de pronto, el abismo. En esta ciudad, en este mismo escenario. Lima y el estadio Nacional. Tiempo atrás, el Chelito Delgado, el delantero que anotó un gol en ...

LIMA.- Era un equipo de colección y de pronto, el abismo. En esta ciudad, en este mismo escenario. Lima y el estadio Nacional. Tiempo atrás, el Chelito Delgado, el delantero que anotó un gol en la final de la Copa América de 2004, recordó (casi) un imposible: lágrimas en el rostro del Loco Bielsa por un resultado deportivo. “Me hace mal recordarla. Si la hubiésemos ganado, hubiese sido maravilloso. Marcelo Bielsa lloró mucho después del partido en la charla. Es una persona muy bondadosa, que vive para el fútbol. Me ha dejado mucho”, contó el veloz delantero, con el corazón canalla, aunque con simpatía por un leproso de pura cepa.

El seleccionado dirigido por Marcelo Bielsa perdió una increíble final contra Brasil. Se había puesto en ventaja en el primer tiempo con un penal convertido por Kily González (hoy entrenador de Unión). Un cabezazo de Luisao, sobre el final de la etapa inicial, estableció el empate transitorio. En la segunda mitad, una volea de César Delgado pareció darle el título a la Argentina: su grito fue a los 42 minutos.

Sin embargo, y cuando faltaban segundos para que se cumpliera el tiempo adicionado, un pelotazo frontal encontró a la defensa argentina mal parada. Adriano, el Emperador, desde allí construyó su fama en un elenco con mayoría de suplentes y encontró el gol del inesperado empate. Más tarde, los penales, que tantas alegrías le dieron a la Argentina en Qatar (durante los partidos y en las definiciones con Países Bajos y Francia) acabó con la faena. Desde los 12 pasos, Brasil convirtió cuatro disparos, mientras que los dirigidos por Bielsa apenas anotaron dos.

El Ratón Ayala, Heinze, Mascherano, Zanetti, Lucho González, Tevez y D’Alessandro eran algunos de los principales intérpretes. “Eso prueba que hay momentos en que hasta los esquemas tácticos no tienen ninguna importancia, la conclusión que queda es que lo posicional es anecdótico y el fútbol va por donde quiere”, fue una de las curiosas afirmaciones del rosarino, en la dolorosa conferencia de prensa en el simbólico escenario, luego de un llanto que acabó en la ducha, en la más genuina soledad, lejos de todo. Y de todos.

Luego de la eliminación del Mundial de Japón y Corea del Sur en la primera etapa, Julio Humberto Grondona, el presidente de la AFA, había decidido renovarle el contrato. Sin embargo, la caída en la final de la copa contra los suplentes de Brasil y otras cuestiones internas repercutieron en el director técnico, que decidió dejar el cargo después de otro viaje al estadio limeño. Con tantos de Mauro Rosales, Fabricio Coloccini y Juan Pablo Sorin, la Argentina se impuso por 3-1 sobre Perú el 4 de septiembre de 2004 en el camino a Alemania 2006, pero ese resultado no alcanzó. Fue su última vez.

Era la octava fecha de las Eliminatorias para el Mundial 2006. Ese triunfo le dio la cúspide de la tabla al seleccionado de Bielsa, que había ganado la medalla dorada en Atenas. “Noté que la energía que exige absorber todas las tareas de ser entrenador ya no estaban. Ya no tenía ese impulso”, fueron las palabras del Loco que sacudieron al fútbol argentino. Y a altas esferas. Y continuó explicando sus motivos, con Lima como última estación. Aquí mismo, en donde va a jugar este martes el campeón del mundo.

“Una vez que regresamos de Perú, me di cuenta que no tenía fuerzas, pero hubiese sido distinto si el equipo no estuviera encaminado. Creo que se unieron dos generaciones y que las posibilidades de llegar al Mundial están muy presentes... No me voy molesto con nadie, porque siempre tuve todo al mando de este equipo”. Algunas referencias del Loco en la conferencia de prensa del 14 de septiembre de 2004.

Días después de ganar en el estadio limeño y festejar abrazado a sus jugadores en el corazón del vestuario. Lo sucedió José Pekerman. “Tal vez es un desgaste general después de tanto tiempo. Hay momentos en que no hay energías para poder seguir y se ve que a Bielsa le pasó algo de esto”, reflexionaba Don Julio.

De las lágrimas escondidas y de la energía extraviada... a la genuina emoción del DT campeón del mundo, en noviembre de 2020. Cuenta la historia que Lionel Scaloni se instaló en el predio de Ezeiza durante 63 días con la idea de realizar la cuarentena prevista en tiempos de pandemia, en el proceso de la doble jornada de las eliminatorias que se venía.

Luego de la victoria ante Perú por 2 a 0 (Nicolás González y Lautaro Martínez, los goles) en el cuarto y último partido de esa serie, el DT de la selección argentina abrió su corazón para confesar que vivió problemas personales durante las últimas horas, antes de volver a su casa en España.

Un poco emocionado, Scaloni declaró en conferencia de prensa que la victoria ante Perú va dedicada a su familia. pic.twitter.com/uXNywFJE9n

— SportsCenter (@SC_ESPN) November 18, 2020

Y dijo: “Buenas noches, antes que nada, quería dedicarle el triunfo a mi esposa y mis hijos, que hemos tenido una semana pasada bastante difícil y le dedico el triunfo a ellos. Espero que lo disfruten el triunfo, porque fue una semana complicada”, señaló en el prólogo de la conferencia de prensa en Lima, aunque evitó ahondar en detalles.

Ese partido, en ese escenario, ante ese rival, pareció el comienzo de algo grande. “Creo que los puntos altos del equipo es la palabra esa: equipo. Sin duda que damos esa sensación, que somos un rival difícil, que por momentos cuando hay que ponerse el overol se lo pone y cuando hay que jugar los chicos son de los mejores del mundo. Vinimos a jugar una cancha muy difícil. Cuando hubo que pelear el partido, lo peleamos”, advirtió.

Quebrado en su espíritu, antes del Maracaná. Mucho antes de la consagración en Qatar.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/dos-historias-conmovedoras-de-bielsa-a-scaloni-sentimientos-cruzados-despues-de-partidos-decisivos-nid17102023/

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