La tranquila Atlantic Beach, en Long Island, está a punto de convertirse en los nuevos Hamptons, según algunos millonarios de Nueva York y empresarios de la zona. Se trata de una parte de la isla que toma cada vez más relevancia por sus amenidades, la exclusividad y, sobre todo, la cercanía con la Gran Manzana. Hay pocas propiedades a la venta, pero se estima que muy pronto podría convertirse en una ciudad muy concurrida y comercializada.

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Atlantic Beach cuenta con las mismas características que los Hamptons, de acuerdo con algunos ejecutivos de Wall Street que ya planean sus viajes rápidos de fin de semana. A pesar de que solo hay 15 viviendas en el mercado, algunos magnates como Enzo Morabito y Thomas Tripodi le dijeron a The New York Post que ya las tienen en el radar. “Atlantic Beach es los Hamptons sin el viaje diario. Puedes vivir en el agua, a segundos de la playa y, sin embargo, lo suficientemente cerca de la ciudad como para viajar un martes o todos los días”, declaró Tripodi.

Además, el empresario inmobiliario consideró que el hecho de que los trabajadores de Wall Street tengan otra vez una semana de trabajo de cinco días, propiciará más turismo en Atlantic Beach: “Los precios aquí casi se han duplicado desde la pandemia y ahora (con las nuevas medidas de días de descanso en el trabajo) se impulsa otra avalancha de compradores que valoran la comodidad”. Tripodi añadió que a pesar del gran interés que hay actualmente en la urbe, toda la gente que quiere vivir, visitar o tener una segunda casa allí, tiene el mismo problema: “No hay suficiente inventario para la cantidad de compradores que hay”.

Los dos empresarios mencionados no son los únicos que piensan que la isla tiene oportunidad de crecimiento, Tom y Cass Justice, quienes tienen una cafetería y una boutique vintage allí desde hace varios años, también consideran que la popularidad de la metrópoli va al alza por sus características. “Definitivamente tiene la posibilidad de convertirse en los Hamptons. Hay playas privadas, clubes, casas en venta, muelles para yates”, agregó Tom para el medio citado.

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Atlantic Beach es una pequeña comunidad, ubicada en la costa sur de Long Island, a solo 33 kilómetros de Manhattan. “La isla estrecha tiene aproximadamente 0,8 km de ancho y el océano Atlántico bordea el lado este, y el Canal Reynolds bordea el lado de la bahía. El pueblo tiene solo dos km de largo”, según el portal web de la ciudad.

Al ser un sitio tan pequeño, el mercado inmobiliario consta principalmente de viviendas unifamiliares, todas a poca distancia de la playa. No hay edificios de departamentos o algún lugar de alojamiento similar, por lo que quien quiera hospedarse allí tendrá que hacerlo en alguna casa. El precio de las propiedades oscila “entre US$950 mil y US$12 millones”, mientras que los alquileres van desde US$3000 a US$60.000.

Otros de los aspectos llamativos de esta parte de la isla es que allí se grabaron escenas de varias películas. Incluso “el personaje ficticio Sonny Corleone, de El Padrino (1972), hizo su residencia en el pueblo”, dicta el sitio web.