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El bálsamo para que los Pumas recuperen el ánimo en el Mundial de Rugby Francia 2023 y se enfoquen en Samoa

LA BAULE-ESCOUBLAC (Francia).– Ya pasaron cuatro días del inesperado cimbronazo que sacudió la euforia con la que llegaban los Pumas a Francia 2023 y, si todavía quedaba algún rastro de conmo...

LA BAULE-ESCOUBLAC (Francia).– Ya pasaron cuatro días del inesperado cimbronazo que sacudió la euforia con la que llegaban los Pumas a Francia 2023 y, si todavía quedaba algún rastro de conmoción, éste se disipó definitivamente con el baño de afecto que le brindó este miércoles el público local. Más de 2000 bretones se acercaron a ver el entrenamiento del equipo argentino en una muestra de cariño y apoyo que el equipo absorbió y devolvió de la misma manera.

“Mi jugador favorito es Juan Imhoff, porque juega en Racing, que tiene los mismos colores que mi equipo”. Matthieu tiene 12 años y juega en Rugby Club Baulois, cuya camiseta es celeste y blanca a rayas horizontales. Está junto con todas las infantiles del club, que se colocaron en un sector especial del Complexe Sportif Jean-Gaillardon - Les Salines, que por un tiempo se convirtió en la sala de ensayos del seleccionado argentino. “Vi el partido contra Inglaterra, creo que no jugaron muy bien. Cometieron muchos penales”, se lamentó el joven.

La cancha estaba desbordada. Las 2000 entradas que se habían puesto a disposición a través de internet, gratis, se habían agotado rápidamente. La tribuna estaba llena, el cerco perimetral estaba abarrotado. Muchos debían conformarse con subirse a una lomita detrás de uno de los postes para ver mejor. “Me impresiona la fuerza con que se entrenan”, cuenta Arnaud, comerciante llegado de la localidad lindante de Le Pouliguen, quien asistió con su mujer y sus dos hijos. “Mi deporte es el tenis, pero me gusta el rugby y me pareció un lindo momento para que vean los chicos”.

Había gente de todas las edades, familias enteras, muchos con banderitas argentinas que repartían en la entrada. También había un stand que vendía souvenirs alusivos. Por ejemplo, una camiseta del Bafulois con el escudo de los Pumas: 60 euros.

La tarde comenzó con unas palabras del alcalde de La Baule, Franck Louvrier. “Esta ha sido una oportunidad formidable para mejorar las instalaciones del club, que tiene los mismos colores que la camiseta de los Pumas. Estamos felices de darles nuestro apoyo y esperamos una final entre Francia y la Argentina. Sería genial. Una pequeña revancha de la otra final, la del fútbol”, bromeó para despertar el aplauso del público. “En todo caso, es un honor para nosotros albergar a los Pumas y hemos planificado todo el año alrededor del tema de la Argentina. Estamos contentos contentos de tenerlos acá y ser partícipes de alguna forma del Mundial, así como el año que viene recibiremos a la llama olímpica”.

La cancha no es propiedad del club sino que está dentro del complejo deportivo de la alcaldía de La Baule. Igualmente, una construcción contigua, enfrente a la tribuna, está toda pintada de celeste y blanco en alusión al Baulois, algo que encaja a la perfección con el seleccionado argentino. Para amainar la espera, un animador con un micrófono incentivaba al público a hacer la ola, a lo que respondieron con gusto. Cuando ingresó el equipo a la cancha, el público lo recibió al canto de “Pu-mas, Pu-mas”, acompañado de aplausos al unísono.

Después de la entrada en calor, los Pumas se enfocaron en movimientos de ataque no preestablecidos, primero los backs solos y luego mezclados backs y forwards. La intensidad con que se golpeaban, la misma de un partido real, asombró a los bretones. Los tackles, más que las jugadas lucidas, despertaron varios “oh”. Salir a enfrentarse con Samoa con la máxima intensidad será una de las claves para sortear el duro cruce, el viernes 22, en Saint-Étienne.

Una buena oportunidad de ver algunos movimientos de rugby. El resto del Mundial, y aun en las ventanas y el Rugby Championship, el entrenador Michael Cheika es extremadamente celoso y no permite que haya nadie observando las prácticas. Ni siquiera la prensa argentina. Apenas se pueden ver algunos minutos del precalentamiento inicial que sirven para tomar imágenes del día, no más que eso.

Desde un extremo de la cancha se oyó el mentado “Vamos Pumas, vamos / pongan huevo que ganamos”. Eran ocho hombres de tres generaciones del club Universitario de Santa Fe que vinieron a ver el Mundial en motorhome. Salieron de Barcelona, pasaron por Montpellier antes de ir a ver el partido en Marsella, luego Brive como escala a La Baule especialmente para ver este entrenamiento. Luego seguirán al norte hacia la Normandía, escala en París y finalmente Saint-Étienne. “No sabíamos que había que reservar entrada anticipadamente, pero dijimos que éramos parientes de uno de los jugadores y nos dejaron pasar”.

¡Hola, Juan! 👋🏻

Juan Imhoff y un mensaje para los hinchas que presenciaron el entrenamiento en La Baule 🤳🏼#SomosLosPumas | #MásPumasQueNunca pic.twitter.com/yprSNHWOip

— Los Pumas (@lospumas) September 13, 2023

A su lado, dos chicas argentinas que viven hace más de 25 años en Francia: Agatha Philip y Teresa Favelukes, que viven en Vannes, 75 kilómetros al norte de aquí. “Hace tres años sacamos packs para toda la familia que vino de Argentina para seguir a los Pumas durante todo el Mundial hasta los cuartos de final”, cuentan.

Cuando terminó el entrenamiento, que se extendió por 90 minutos aproximadamente, los jugadores se acercaron a los espectadores para firmar autógrafos y sacarse fotos. Una forma de retribuir tanto cariño y hospitalidad. La gente ya los adoptó. Los Pumas son cada vez más locales en La Baule. Nada como sentirse en casa para sacarse la mufa y enfocarse en Samoa.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/el-balsamo-para-que-los-pumas-recuperen-el-animo-y-se-enfoquen-en-samoa-nid13092023/

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