El clásico parador uruguayo La Huella “sale de gira” por tres provincias argentinas
El clásico Parador La Huella, que se ubica ...
El clásico Parador La Huella, que se ubica en la ciudad de José Ignacio, Uruguay, se embarcará en una propuesta diferente para todos sus comensales y recorrerá tres provincias argentinas con el objetivo de llevar su calidad, tradición y buen gusto culinario al interior de nuestro país. Esta es la primera vez que el reconocido sitio de comidas organiza un evento de estas características, en donde cruzará tres tipos de regiones y climas a su paso.
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Este ciclo fue bautizado como “La Huella Itinerante” y se celebrará este mes de junio. La visita iniciará en la ciudad de Bariloche, Río Negro, el miércoles 7 en Casa Cassis. Luego se dirigirá hacia Cafayate, Salta, el sábado 10 y domingo 11 en Patios de Cafayate. Como ruta final, desembarcará en Villa Warcalde, Córdoba, el miércoles 14 en Standard 69. Durante la aventura, el histórico parador con más 20 años de historia viajará con todo el equipo necesario para llevar a cabo la mejor presentación de su menú.
El objetivo es generar una “huella en movimiento”, por lo que se intentará establecer un vínculo con las costumbres y lo local, a la vez que se permita un intercambio de “tradiciones y filosofías” con los sitios seleccionados para esta visita. En cada parada serán recibidos por tres restaurantes, desde donde se desarrollarán propuestas gastronómicas en conjunto.
Para esta oportunidad, desde La Huella convocaron a cocineros, DJs, bartenders, gerentes y encargados de sectores, con el motivo de transmitir la misma calidez y eficacia que en el famoso parador. Además, este recorrido buscará sumar materia prima autóctona, al igual que otros ingredientes que permitan acercar al restaurante a la gente de las ciudades anfitrionas.
El Parador La Huella se encuentra frente a la costa uruguaya, a pocos kilómetros de Punta del Este. Es el lugar que frecuentan los famosos argentinos y de ahí su reconocimiento en estas dos décadas aquí en nuestro país. Tal es así,que durante la temporada de verano, sus instalaciones suelen recibir una ola de turistas provenientes de la gran ciudad hacia el faro San Ignacio.
En diálogo con LA NACION, en diciembre del año, pasado los socios fundadores del restaurante, Martín Pittaluga, Guzmán Artagaveytia y Gustavo Barbero, coincidieron en que simplemente se buscó “hacer un parador de playa”, pero resultó un éxito arrollador que continúa hasta nuestros días y que este año tendrá su primera recorrida itinerante en Argentina.
La Huella empezó con unos 100 cubiertos por día y alcanzó su récord con más de 1000 servicios de mesa diarios en el verano pico de 2017. Uno de los condimentos que generaron esa tracción masiva fue, según Pittaluga, haber sido de los primeros en abrir todo el año, a pesar de atravesar ocho meses del calendario sumergidos en un clima de mucho sacrificio.
“No hay mucho retorno, pero sí mucha presencia. Abiertos todo el año: somos el faro de José Ignacio en algún aspecto, la luz prendida. Así es un poco como nos definimos nosotros”, sostuvo Pittaluga y aseguró que el secreto para mantener el emblema durante años es “mantener la calidad, siempre. Para eso necesitamos formar gente, eso es nuestro trabajo cotidiano. Tiene éxito también porque tenés una buena relación precio-calidad y también porque tenés una calidad de personal que está comprometido con lo que hace”.
