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El pueblo mínimo a metros de un río que lotea un bosque de eucaliptos en busca de nuevos habitantes

“Queremos que el pueblo vuelva a tener vida, pero sin perder la tranquilidad rural”, afirma, decidido, Nahuel Cejas, jefe comunal de Correa, provincia de Santa Fe, al referirse a su proyecto pa...

“Queremos que el pueblo vuelva a tener vida, pero sin perder la tranquilidad rural”, afirma, decidido, Nahuel Cejas, jefe comunal de Correa, provincia de Santa Fe, al referirse a su proyecto para repoblar Berretta, un pueblo de la comuna que tiene apenas 10 habitantes, que está a metros del río Carcarañá, y a 7 kilómetros de la autopista Rosario-Córdoba.

Para ello, abrió una licitación pública que busca emprendedores que presenten proyectos para hacerse cargo de un predio de 11 hectáreas que incluye una estación de tren restaurada con ocho ambientes y un bosque de eucaliptus de 5 hectáreas. “Está lista para comenzar funcionar un emprendimiento hoy mismo”, sostiene Cejas.

“No cobramos nada, ni el uso del predio, ni siquiera el pliego de la licitación, buscamos emprendedores y nuevos habitantes”, resume la propuesta Cejas, de 29 años. Transita su segunda gestión y acaba de ser reelegido por dos años más.

La licitación para presentar propuestas vence el 12 de octubre, el pliego se puede pedir a una dirección de mail y por WhatsApp . Las condiciones son sencillas: un proyecto para invertir en la estación y el bosque, que esté alineado con ideas sustentables y que no altere lo que más se quiera cuidar: “El estilo de vida rural, nuestra paz”, dice Cejas.

Berretta está en una posición estratégica. En la zona núcleo productiva del país. A 17 kilómetros de Casilda, 20 de Cañada de Gómez y 13 de Carcarañá y a sólo 10 de Correa, que tiene 7200 habitantes. Tiene electricidad, el agua es de pozo y es potable, aunque algunos vecinos van a buscar a Correa el que se produce por ósmosis inversa, de mejor calidad.

Tiene señal telefónica e internet. La patrulla rural está presente. Tiene escuela primaria y jardín de infantes, entre ambos niveles suman tres alumnos. Una capilla y el Club Sportivo Berretta con más de 100 socios activos. “Más allá del deseo de esperanza y de la nostalgia del pasado, queremos conservar la calma y apostar por la llegada de nuevos habitantes que quieran trabajar en un ambiente rural”, cuenta Cejas.

El pueblo está dentro de un entorno natural agreste, todo sucede a ritmo lento, la caminata y las bicicletas le ganan a los vehículos, los mensajes se dicen en persona y el saludo es la contraseña para el inicio de todas las charlas. Protegido por una arboleda, sus calles de tierra esconden atractivos. Entre sus habitantes está la condesa Joan Laporte Van Limburg Stirum, de 102 años, viuda de un noble alemán que llegó en la posguerra.

La estación de tren tiene 132 metros cuadrados cubiertos, patio interno, galería cubierta, cocina, baño y los 8 amplios ambientes. Fue el punto a través del cual se gestó el pueblo.

Ideas para emprender

El propio jefe comunal marca algunas ideas para emprender en el predio: comedor de campo, hospedaje, casa de té, camping, pero también unidades productivas que incluyan producción de alimentos agroecológicos que puedan abastecer a todos los pueblos de la región. “Necesitamos alimentos sanos, se pueden producir en Berretta”, afirma Cejas.

La costanera del río Carcarañá tiene el beneficio de la belleza litoraleña, es un espacio que cobró valor después de la pandemia y, por fin de semana, la visitan entre 200 a 300 personas. “No hay ningún servicio, y aquel emprendedor que sepa ver esto, tendrá trabajo”, señala Cejas.

Desde la Comuna sueñan con un servicio gastronómico y actividades para estos visitantes que se acercan de toda la región para pasar el día. El bosque de 5 hectáreas de eucaliptus cobra valor, también se necesitan servicios para los amantes de la pesca y los que disfrutan del aire libre. “No queremos que sólo sea venir a pasar el día a Berretta, la experiencia se puede prolongar”, afirma Cejas. “Buscamos alguien que pueda hacer de la estación y el bosque un lugar recreativo”, agrega.

Sin embargo, la búsqueda es más amplia. “Hay casas y terrenos para la venta y alquiler”, se esperanza Cejas. Quiere hacer todo con mucha seriedad marcando límites para los aspirantes. No hay espacio para aquellos que no tengan fines en sintonía con el “espíritu rural y de paz que reina en el pueblo”.

El jefe comunal destaca que habló con propietarios para que filtren a quienes deseen llegar al pueblo y que no tengan en cuenta estas aspiraciones de calidad de vida. “Acá no hay inseguridad, nos conocemos todos y tenemos una vida sin complejidades, queremos seguir así”, afirma Cejas.

La tierra en Berreta es fértil, la comuna tiene 33.000 hectáreas, gran parte de ellas destinadas a la agricultura. Fundamentalmente se cultiva soja. El clima es benévolo, no sólo está conectado con la autopista, sino también con la ruta nacional 9. “No tenemos apicultor”, cuenta Cejas.

Un emprendimiento dedicado a la producción de miel de monte está dentro de la lista de posibles proyectos que se tendrán en cuenta. “No queremos condicionar a nadie, van a analizarse todas las propuestas”, manifiesta el joven jefe comunal.

Otras necesidades que la comuna contempla: producción quesera, embutidos y agroecología. “Está todo por hacerse”, resume Cejas.

Pueblo centenario

El pueblo se fundó en 1925, llegó a tener 500 habitantes cuando un ramal que unía a Casilda y Cañada de Gómez lo cruzó y le dio movimiento. En un principio se llamó María Luisa Correa, estación Berretta, el nombre tiene origen en el ingeniero que intervino en la creación del trazado ferroviario.

Los terrenos pertenecían a dos hermanos Correa, por algunas diferencias hubo dos pueblos, Correa y María Luisa Correa, separados diez kilómetros. El primero se desarrolló más, el segundo, el actual Berretta, menos, pero tuvo almacén de ramos generales, plantas de acopio de cereal, comercios y la escuela con una matrícula de más de 100 alumnos. El tren comenzó a pasar con menor regularidad en la década del 70, para cerrar definitivamente en los 90.

En 1973 los pobladores de Berretta debieron decidir: el asfalto para los 10 kilómetros que lo unen a Correa o la electricidad, optaron por lo segundo. El pavimento nunca llegó, y la falta de escuela secundaria más la ausencia del tren, sumado a los inconvenientes de un camino que se inundaba en épocas de lluvia, hicieron que la población comenzara a irse. El éxodo fue letal y el pueblo en la actualidad quedó recudido a la mínima expresión. “Duele mucho cuando nos llaman pueblo fantasma”, reconoce Cejas.

Cuando la Comisión de la Capilla hace su reunión anual, suelen reunirse hasta 500 personas, muchos de ellos ex habitantes. “Todos aquellos recuerdos del pueblo que pudo ser son muy fuertes para nosotros”, dice Cejas.

“Sabemos que el pueblo no volverá a ser el mismo”, reconoce Cejas. Aunque la apuesta es fuerte. La licitación tiene vencimiento el 12 de octubre. Está esperanzado. “Estamos seguros de que llegarán propuestas”, afirma.

Nacido en Correa y defensor de la ruralidad, en el año 2019 ganó por el 57%, en el 2022 con el 66% y en esta última elección, con el 75%. “Mi proyecto es simple: sostener el sentido de comunidad”, dice.

Son los valores de tierra adentro, el trabajo, la tradición y las amabilidades. “Cercanía es comunidad, acá los problemas los resolvemos hablando, para qué pelearnos si podemos dialogar, en el campo somos así, eso es lo que el interior tiene para enseñarle a la ciudad”, confirma.

“Se han olvidado de los pueblos pequeños”, apunta contra el esquema de la política provincial y nacional. Se centra en el poco dinero que reciben de coparticipación, en referencia a lo que la comuna aporta. “Con nuestras 33.000 hectáreas dejamos miles de millones de pesos en retenciones y no vemos que haya una devolución”, critica Cejas.

Berretta es un ejemplo, no tiene sala sanitaria y sus diez habitantes deben hacer todo en Correa. “La desigualdad con la que se nos trata es grande pero tenemos que cuidar lo que tenemos”, afirma. Aunque la búsqueda de nuevos habitantes tiene a toda la comunidad unida y esperanzada.

Además del predio de 11 hectáreas, el bosque y la estación, los terrenos y las casas en Berretta tienen algo mejor para ofrecer: “Hacemos todo caminando, tenemos una vida tranquila, comemos en familia todos los días”, comenta Cejas.

El intenso y frenético movimiento que tiene la autopista a Córdoba, por donde pasa gran parte de la producción agrícola que sostiene el país, contrasta con los silencios y el canto de las aves en Berretta, detenido en un tiempo en donde aún es más importante un acuerdo con la palabra.

¿Qué pasará después del 12 de octubre cuando finalice la licitación y a búsqueda de nuevos habitantes? “Soñamos que en cinco años podamos tener 20 alumnos en la escuela y 40 habitantes, queremos crecer a escala humana”, afirma Cejas.

¿Cómo enviar propuestas?Para pedir el pliego de licitación hay que mandar un mail a comunadecorrea@gmail.com o llamar por teléfono 3471 492001 (ahí pueden pedir el envío del pliego por WhatsApp)

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/el-pueblo-minimo-a-metros-de-un-rio-que-lotea-un-bosque-de-eucaliptos-en-busca-de-nuevos-habitantes-nid29092023/

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