A través de un simple truco, se puede llevar a cabo la actividad de limpiar las ventanas de la casa con mucha facilidad y éxito. Para eso, bastará con usar una mezcla compuesta de vinagre y agua. Mediante la aplicación de la misma y una serie de tips sobre la manera de hacerlo, el problema de la suciedad en los cristales quedará solucionado.

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Dentro de las redes sociales, existen todo tipo de contenidos. Gracias a la difusión que otorgan las plataformas, cualquier situación o mensaje puede llegar a muchos usuarios en poco tiempo. A pesar de que abunda el entretenimiento, también circulan muchos conocimientos prácticos que son útiles para la vida diaria.

No es extraño ver consejos relacionados con el orden y la limpieza. En ese contexto, se conoció esta forma de limpiar los vidrios que ahorrará tiempo y mucho dinero, ya que evita tener que optar por productos costosos.

La mezcla ideal para limpiar los vidrios involucra un cuarto de vinagre blanco y tres cuartos de agua caliente. En caso de que el olor de la mezcla sea muy fuerte, también se puede optar por agregar una gota de limón para que modificar el aroma.

Con el producto listo, simplemente será cuestión de aplicarlo y limpiar los vidrios con él. Por las propiedades del vinagre, el resultado serán unas ventanas limpias a fondo y de manera duradera, ya que no será necesario llevar a cabo la limpieza con tanta frecuencia.

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Sumado a la mezcla, hay algunos consejos en el material con el que se limpia que pueden ayudar incluso a mejorar el resultado. Por ejemplo, el filtro de café en muchas ocasiones puede reemplazar al trapo. Además de que otorga un buen resultado, también significa un importante ahorro de dinero, ya que evitará tener que comprar reiteradamente el elemento de limpieza.

De la mano de lo ya mencionado, también existe otra mezcla sustituta que puede ser una gran aliada a la hora de limpiar los vidrios. En caso de querer aplicar algo un poco más potente, se puede sumar un tercer elemento que sin dudas hará la diferencia.

Concretamente, la solución consiste en tres cucharadas de vinagre blanco, dos tazas de agua y media cucharada de detergente líquido. Todo eso se mete luego en un rociador y quedará listo para usar en forma de spray sin problemas. Con este pequeño agregado, se podrá vencer incluso a la mugre más difícil de sacar.

Además de lo explicado anteriormente, hay otros tips y cosas a tener en cuenta que pueden ser muy útiles y hacer la diferencia a la hora de llevar a cabo la limpieza de los vidrios. Por ejemplo, el mejor momento para concretar la actividad es en un día nublado, o al menos sin la influencia directa del sol, ya que su calor hace que el limpiador se seque rápido y deje marcas.

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Por otro lado, en caso de enfrentarse a un escenario de mucha suciedad, el uso de la esponja porosa, aplicada de arriba hacia abajo para evitar el goteo del agua, también aparece como un gran tip.