Un buzo británico estaba sumergido en las aguas de la costa de Mosselbaai, en Sudáfrica, cuando de ponto un gran tiburón blanco que estaba grabando con su cámara GoPro se acercó hacia él y abrió su enorme boca con la intención de devorarse el dispositivo. Afortunadamente, quien estaba filmando pudo salir a tiempo de esa riesgosa situación, pero las imágnes del escualo y su impresionante dentadura se convirtieron en virales e impactaron al mundo.

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Mark Graham, de 31 años, es el valiente buzo proveniente de la ciudad inglesa de Preston que captó las imágenes del tiburón desde su cámara submarina colocada sobre su frente. Y si no fuera porque se sabe que el hombre salió sano y salvo de la experiencia, la secuencia realmente hubiera remitido a una película de terror.

Es que, desde lo que se llama en términos audiovisuales una cámara subjetiva, es posible ver cómo el enorme ejemplar de tiburón blanco parece avanzar en un sentido diferente al del buzo, pero de pronto dobla y se dirige hacia él. Avanza hacia la cámara y, cuando está a pocos centímetros, abres sus fauces y las imágenes se internan en la boca del animal, donde pueden verse sus filosos dientes.

En ese instante, el buzo se separa del escualo y, según lo que muestra la cámara, vuelve a la superficie del océano Índico. De acuerdo a lo que el propio Graham declaró al diario británico The Sun, a pesar de las escalofriantes imágenes, nunca sintió miedo. Es más: estaba impresionado por lo gentil que había sido el enorme depredador marino.

“El tiburón era súper curioso, tener una interacción tan personal y gentil con un animal tan grande se sintió extremadamente cautivador. Fue una interacción increíblemente suave del tiburón”, relató el buzo al citado medio británico.

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“Solo estaba tratando de descubrir qué era la extraña cosa eléctrica en el agua”, añadió. Con respecto a la viralización del video y el escozor que provocó, el hombre señaló: “A la gente parece gustarle el video. Creo que cuando el tiburón golpea suavemente la cámara al final, la gente se asusta un poco”.

“Los electrorreceptores del animal pueden captar la GoPro, y eso hace que se vuelvan super curiosos y se acerquen para investigar”, dijo finalmente el buzo, restándole cualquier dramatismo al acercamiento que tuvo por parte del escualo.

Un encuentro no tan amistoso

Hace pocos meses, se conoció la historia de un surfista que sobrevivió de milagro al ataque de dos tiburones blancos, también en las costas de Sudáfrica, sobre el Océano Índico, pero frente a la ciudad de Nahoon Beach. En este caso, Shannon Ainslie contó que, en julio de 2000, cuando tenía 15 años, fue atacado por dos escualos mientras estaba surfeando.

El video del surfista tras ser atacado por tiburones (Gentileza The Sun)

A diferencia del tiburón curioso que se acercó a la cámara del buzo Graham, en este caso, los animales no fueron para nada amistosos y agredieron directamente al surfista. En una nota publicada en LA NACION, el joven relató cómo fue su terrorífico encuentro con esas bestias marinas.

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“Pasó todo tan rápido. No pude sentir dolor ni miedo, pensé que era un sueño. Volé por el aire y después mi mano y mi tabla se incrustaron en la mandíbula del tiburón. Luego me arrastró bajo el agua”, aseveró.

Luego de unos momentos, el tiburón que lo había apresado lo soltó y quedó cara a cara contra él. Cuando el joven vio que su mano estaba “colgando de un hilo”, entró en pánico. “Empecé a llorar. Mi cuerpo se volvió débil, estaba esperando ser comido. Solo podía rezar”.

Finalmente, Ainslie se salvó de milagro al lograr barrenar una ola, alejarse de los tiburones y ser rescatado de las aguas por su hermano y sus amigos.