Cuando los ojos del deporte mundial estaban puestos en Estambul, por la final de la Champions League, la Rochelle dio un paso rumbo a la doble corona al vencer a Bordeaux por 24-13 y alcanzar la final del Top 14 de Francia. Dos semanas después de alcanzar la gloria máxima al ganar la Heineken Cup (la Champions League del rugby), el equipo de la costa oeste se impuso con autoridad en un repleto estadio de la Real Sociedad, en San Sebastián.

En el duelo de argentinos, entonces, el marplatense Joel Sclavi se impuso a Santiago Cordero, que jugó su último partido para Bordeaux ya que la próxima temporada jugará en Connacht, de Irlanda. Guido Petti, segunda línea del perdedor, se recupera de una larga lesión y no estuvo entre los 23.

Sclavi ingresó al minuto 50, cuando el partido ya estaba definido. Una amplia superioridad fundamentada en el poderío del pack y un juego clínico, casi sin errores conceptuales, le permitió al equipo conducido por el irlandés Ronan O’Gara llegar tres veces al in-goal en la primera mitad. El wing sudafricano Dillyn Leyds, el hooker Pierre Bourgahrit y el ala Paul Boudehent fueron los autores. Cómodo con la ventaja de 21-6, la segunda mitad fue deslucida y pese a la reacción de Bordeaux el triunfo marítimo nunca estuvo en discusión.

El próximo sábado, el bicampeón de Europa buscará su primer título local ante Toulouse, el máximo ganador en Francia (21 títulos), que el viernes había derrotado a Racing. Allí, Sclavi se cruzará con otros dos argentinos: Santiago Chocobares y Juan Cruz Mallía. El cordobés está en condiciones de regresar luego de perderse la semifinal por una conmoción cerebral.