Convocados puntualmente a las nueve de la noche por Roxana Punta Álvarez para el íntimo festejo de sus vitales 80 años, los invitados respetaron la consigna y aguardaron a la cumpleañera al pie de la escalera de su dúplex de Retiro. Enfundada en un vestido asimétrico diseñado para ella por Min Agostini, la homenajeada hizo su bajada triunfal acompañada por su marido, Edgardo Iriarte, mientras sonaba la voz de la inigualable Mercedes Sosa cantando Gracias a la vida. La impactante ambientación estilo años 80 estuvo a cargo del arquitecto Julio Oropel y del diseñador José Luis Otiñano, íntimos de la anfitriona, y el menú, organizado por Martina Estrada, incluyó una bandejeada fría de canapés, bocadillos calientes y shots dulces.

Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando la soprano Sara Fleming se puso un mantón de Manila y entonó La Habanera, de Bizet y O mio babbino caro, de Puccini para deleite de los todos los presentes. Ausentes con aviso, Cristina Khallouf, el curador Claudio Stamato y la joyera Ada de Maurier, que le hizo llegar un espectacular anillo con rubíes, brillantes y topacios. Otros que no pudieron ser de la partida fueron Javier Iturrioz y Leo Montes, que partían esa misma noche hacia Nueva York. En el mejor momento de la fiesta, la homenajeada se acercó a una mesa dispuesta con dos tortas que representaban el número 80. Luego, los asistentes convirtieron uno de los salones en pista de baile, en la que se divirtieron hasta la madrugada.