Una experta en viajes dio consejos para todos aquellos que temen subirse a un avión. Es usual que mucha gente prefiera no usar ese medio de transporte, por diversos motivos. Sin embargo, a veces el avión se convierte en una necesidad. Por lo tanto, dio sus argumentos sobre cómo se puede mejorar el trayecto.

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Shreya Patel, quien suele viajar constantemente por trabajo, habló con el Daily Mail y detalló que lo primero que recomienda es siempre llevar una “buena distracción”. Aunque tiene experiencia, no siempre se siente cómoda en sus traslados, reconoció. Entonces sabe que es bueno llevar algo con qué distraerse, porque de esa manera no se sentirán tanto las turbulencias o el ajetreo del embarque.

“Descarga previamente una película o tu programa favorito o un podcast. Podría distraerte del hecho de que estás volando. Comienza a verlo instantáneamente cuando abordas, de modo que cuando despegue y estés en el cielo, ya estés involucrado con la película o el programa”, destacó.

Un familiar de apoyo puede ser clave para perder el miedo a volar

También sugirió siempre ir acompañado, en la medida de lo posible, ya que así se creará un ambiente de seguridad y confianza. Ella, por ejemplo, la primera vez que ella viajó en avión iba con su padre, quien la ayudó a distraerse al hablar de cualquier cosa en los momentos complicados o de movimientos, y la alentó a no temer.

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Respecto a qué asiento es recomendable, Patel aseguró que siempre es mejor viajar en el del pasillo. Desde su percepción, los pasajeros nerviosos deben sentarse allí porque eso les impedirá mirar a la ventanilla. De igual manera, sugirió comenzar con vuelos cortos, para mitigar el miedo poco a poco.

Más consejos para dejar atrás el miedo a volar

Por otra parte, Roisin Miller, una bloguera de viajes, le dio al mismo medio sus propias mejores opciones para viajar en avión con tranquilidad. Para empezar, coincidió con Patel en que siempre se debe estar distraído y contó su truco particular. Relató que abordar le causa mucha inquietud, por lo tanto siempre lleva libros y otras cosas para hacer.

También enfatizó la importancia de no pensar mucho en el tema, para no aumentar el nerviosismo. “Descubrí que una de las mejores cosas que podía hacer era no pasar demasiado tiempo en el aeropuerto antes del vuelo. Llego lo suficientemente antes como para no perderlo, pero no para concentrarme en qué está pasando”, concluyó.