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Estrenos de cine: en Partida, Miriam Lanzoni retrata la terrible situación de violencia que sufrió de chica junto a su madre

Partida (Argentina/2023). Dirección: Diego Suárez. Guion: Mary Putrueli, Miriam Lanzoni. Fotografía: Germán Costantino. Música: Yair Hilal. Edición: Emilia Castañeda. Elenco: Lucila Gandolfo...

Partida (Argentina/2023). Dirección: Diego Suárez. Guion: Mary Putrueli, Miriam Lanzoni. Fotografía: Germán Costantino. Música: Yair Hilal. Edición: Emilia Castañeda. Elenco: Lucila Gandolfo, Miriam Lanzoni, Osvaldo Laport, Nicolás García Hume, Claudio Rissi, Guillermo Arengo, Mónica Villa, Daniel Pacheco, Nadia Furst. Duración: 87 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 13 años con reservas. Nuestra opinión: buena.

Realidad y ficción no siempre se llevan bien. La primera por ser incuestionable, la segunda por verse obligada a pervertir su origen todo lo que sea necesario a la hora de construirse a sí misma. El equilibrio es complicado, y su resultado plantea siempre el mismo interrogante: ¿lo pasible de análisis es la anécdota o lo que se ha hecho con ella? Cuando el “qué” y el “cómo” no armonizan sino que desafinan, es necesario tener una posición clara.

En la génesis de Partida sobrevive la historia real de la familia de Miriam Lanzoni, de su madre enfrentándose a una terrible situación de violencia, que la lleva a huir con sus dos hijos de un marido abusador. Dejando atrás su casa, su historia y su identidad.

Treinta años más tarde -y ya como parte de la ficción del film-, Maru (Lanzoni) recibe un llamado anónimo que le pide que vuelva a su pueblo para frenar la venta fraudulenta de su casa natal, aclarándole que su padre (Nicolás García Hume) está vivo, pero a punto de morir. De esta manera, Maru se ve obligada a ir y así completar ese rompecabezas de recuerdos, escondidos en su memoria. Su madre Susy (Lucila Gandolfo), enterada de lo sucedido, también decide volver al lugar. Pero en su caso, para dejar de huir del pasado, enfrentarlo y reconvertirlo en un futuro mejor, para ella y para todas las mujeres que atravesaron y atraviesan su mismo dolor. Esas que como ella ya no cantan porque no tienen voz.

Desde la primera hasta la última escena, no quedan dudas de la honestidad del guion de Partida, de su propósito y necesidad de convertirse en ejemplo para muchas mujeres que sufren violencia, y cumple con creces en sus intenciones. Pero lo anterior no alcanza para entusiasmarse demasiado con la propuesta. Porque los problemas aparecen cuando pierde el rumbo y comienza a poner el foco en tramas y personajes secundarios. Los pormenores de la venta de la casa, el abogado corrupto a cargo de Claudio Rissi, el sumiso amigo de la infancia interpretado por Guillermo Arengo, ni estos ni otros personajes suman en el recorrido de la historia, por una falta interés por desarrollarlos más allá del maniqueísmo imperante en su sola presencia.

Y siendo una película en la que el peso del diálogo es fundamental, tampoco algunas decisiones estilísticas del director, Diego Suárez. Por momentos parece como si no se confiara en el texto lo que, a la luz de lo anterior, resultaría una contradicción. Quizás uno de los ejemplos más claros de esto sea la charla entre Susy y su actual marido, Luis (Osvaldo Laport), en la plaza del pueblo. El diálogo es desgarrador y se sostiene en una interpretación notable de ambos actores, pero el momento se desluce por el anticlimático ir y venir de la cámara, que desconcentra y opaca el resultado.

No hay aquí segundas lecturas ni metáforas sutiles, la historia es lo suficientemente contundente como para sentar posición. Y por si las imágenes no alcanzaran, ahí está el guion para poner en boca de las protagonistas la proclama necesaria. Con pocos recursos narrativos y una modesta creatividad, Partida cumple con su objetivo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/estrenos-de-cine-en-partida-miriam-lanzoni-retrata-la-terrible-situacion-de-violencia-que-sufrio-de-nid23112023/

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