Un sargento de la Subdirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Ezeiza, de 27 años, fue asesinado de un tiro en la espalda en la noche del sábado por dos delincuentes armados que lo sorprendieron cuando había detenido la camioneta que conducía para comprar pizza en un local en la localidad de Tristán Suárez, en el municipio de Ezeiza.

El oficial estaba en el móvil que pertenecía a la fuerza de seguridad, pero que estaba sin el ploteo correspondiente, junto a dos compañeros que resultaron ilesos en el ataque. Malherido, el policía fue trasladado al hospital más cercano, pero los médicos no lograron reanimarlo. La víctima fue identificada como Leandro Hernán Lezcano.

El violento episodio ocurrió en la noche de ayer, alrededor de las 22.30, cuando la víctima se encontraba junto a dos colegas, vestido de civil y a bordo de una camioneta Toyota Hilux blanca estacionada en las calles Buenos Aires y Gaddini, en dicha localidad del sudoeste del conurbano.

Los efectivos se acababan de detener allí para comprar una pizza cuando, de repente, un auto Chevrolet Aveo de color azul se detuvo frente al rodado policial no identificable y dos hombres armados descendieron del vehículo sospechoso. Inmediatamente, según quedó filmado en una cámara de seguridad, abordaron la camioneta del lado del conductor y dispararon contra el sargento que estaba al volante. Tras el ataque, los agresores escaparon en el mismo auto y huyeron sin concretar ningún robo, dijeron los informantes a la agencia Télam.

Lezcano resultó herido por un disparo en la espalda, por lo que fue trasladado de urgencia a bordo del móvil policial hasta el hospital zonal de Ezeiza, donde pese a recibir asistencia médica murió a raíz de las lesiones sufridas. En tanto, los otros dos policías, también pertenecientes a la Subdirección Departamental de Investigaciones (SubDDI) Ezeiza, resultaron ilesos.

El crimen es investigado por personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N.º 1 Descentralizada de Ezeiza, que dispuso una serie de diligencias en procura de identificar a los asesinos y de establecer cuál fue el móvil del hecho: si se trató de un intento de robo o de un ataque dirigido contra la víctima, entre otras hipótesis. Para ello, se analizaban las imágenes de las cámaras de seguridad y se entrevistaban con testigos en busca de pistas sobre los delincuentes.