Como si se tratara un acto de despedida, Cristina Kirchner subió a la grada central del escenario a parte de su familia. Entre otros, allí se mostraron sus pequeños nietos, junto a su madre, la expareja de Máximo Kirchner, Rocío García. También su cuñada, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.

Minutos ante de que la vicepresidenta se subiera al escenario, sorprendió ver sobre el megaestructura montada en Plaza de Mayo a los hijos de Máximo Kirchner y también a la madre de los pequeños: Rocío García. Un escalón más arriba de la grada se encontraba la actual esposa de García, Jessica Montiel.

Cuando los manifestantes coreaban el cántico “Presidenta, Cristina presidenta”, los niños desde el escenario se sumaron al pedido de los manifestantes. Alicia Kirchner acompañó el cántico con aplausos, en un claro contraste con el silencio inmóvil que mostraba Máximo Kirchner. Diferencias familiares.

Presidenciables en primera fila

Tampoco aplaudía Axel Kicillof de rostro sonriente, ubicado en la primera fila de la grada VIP, junto con los nietos de Cristina Kirchner, Máximo Kirchner, y los otros dos presidenciables del Frente de Todos: el ministro del Interior, Wado de Pedro, y su par de Economía, Sergio Massa. Eduardo Quintela, gobernador de La Rioja, completó esa primera línea más cercana a la vicepresidenta.

Los otros dos presidenciables del Frente de Todos se quedaron sin la foto del palco. El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, estuvo en la Plaza de Mayo, pero en el llano, sin subir al escenario, pese a que estaba invitado formalmente. Daniel Scioli, por su parte, hizo un alto en la campaña para regresar a la Embajada de Brasil. Este jueves se reunió con el canciller de ese país, Mauro Vieira.

Sindicalistas y la vieja guardia

Más arriba, sobre esa tribuna central se ubicaron también los gremialistas Abel Furlán (UOM) y Mario “Paco” Manrique -número dos del Smata y quien hace dos semanas amenazó con “prender fuego a los empresarios”-, el diputado Hugo Yasky, referente de la CTA; el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque; la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, y el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Daniel Filmus.

El escalón sindical no solo mostró a dirigentes sindicales incondicionales de Cristina y Máximo Kirchner: también dejó en evidencia la ausencia total en el acto del clan que encabeza Hugo Moyano y de la cúpula de la CGT, que lideran Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano.

El tercer peldaño de la grada central se completó con “históricos” del kirchnerismo, como el actual Procurador del Tesoro, Carlos Zannini, el senador Oscar Parrilli y la exministra Nilda Garré, junto al excanciller Felipe Solá.

Un condenado que busca retornar

Durante buena parte del acto pasó desapercibido, ubicado en uno de los peldaños más altos en la tribuna ampliada a la derecha de Cristina. Pero cuando terminaba el acto, Sergio Urribarri se acercó a la vicepresidenta, dialogó con Oscar Parrilli y logró su foto junto a la protagonista del acto en la Plaza de Mayo.

El exgobernador de Entre Ríos está dedicado a recuperar espacios de poder luego de la condena por corrupción que recibió el 8 de abril de 2022, que lo obligó a renunciar a su cargo como embajador en Israel y Chipre. Urribarri fue condenado a ocho años de prisión por los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y peculado, pero la condena aún no está firme. El mes pasado, Urribarri presentó su Fundación HICe (Hambre Infantil Cero) a través de un festival de música en Concordia.