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Fueron pioneros en golosinas para mascotas en la Argentina y exportan a cuatro países

CÓRDOBA.- La comida para mascotas mueve alrededor de US$900 millones al año en la Argentina; la destinada a perros y gatos se lleva la mayor cuota del mercado. Una empresa familiar que a fines de...

CÓRDOBA.- La comida para mascotas mueve alrededor de US$900 millones al año en la Argentina; la destinada a perros y gatos se lleva la mayor cuota del mercado. Una empresa familiar que a fines de los ‘80 intentó avanzar en la producción de balanceados y fracasó, se rediseñó y en 1994 salió con snacks para mascotas. Creció hasta atender la demanda local y exportar a Uruguay, Paraguay, Perú y Ecuador, a donde destinan el ocho por ciento de lo que fabrican. El objetivo es, cuando se estabilice la macroeconomía, seguir expandiéndose afuera.

Abel Silvestre, un ingeniero mecánico con varios años en una multinacional de la agroindustria, decidió a fines de los ‘80 poner en sociedad una productora de alimentos balanceados. No prosperó y el emprendimiento se fundió.

Sin embargo, el contacto con un cliente de afuera al que le fabricaron y vendieron unos snacks fue el puntapié inicial para que en 1994 Silvestre se lanzara con Golocan. En ese entonces en la Argentina los productos no existían, sí había un mercado desarrollado en Estados Unidos y Europa. Aprovechó el know how que le quedó del comprador con el que habían realizado unas tres operaciones.

“En lugar de intentar montar de nuevo una fábrica de balanceado, se inclinó por los snacks que requerían menos inversión y, además, le gustaba más la idea”, explica a LA NACION Agustín Silvestre, hijo del fundador, hoy a cargo de la compañía que avanza en el armado de alianzas estratégicas.

En los inicios, sin capital para poder hacer publicidad, la decisión fue realizar un “trabajo de calle; visitar comercio por comercio, veterinario por veterinario”, repasa el ejecutivo y asegura que la “calidad” de los productos y la “gran aceptación por parte de perros y gatos, por su palatabilidad” fueron determinantes para ganar mercado.

“Son productos saludables y atractivos para perros y gatos -describe Agustín Silvestre-. Al comienzo salimos solo con semi húmedos que siguen siendo los que se llevan el 75% de la venta, aunque por supuesto hay diferencia con respecto al inicio en sabores. Se mantiene como nuestro ‘producto estrella’; es una línea de bocaditos blandos que se asemejan a la carne en textura”.

Después agregaron la línea de horneados, que está constituida por galletas para mascotas con formas, tamaños, sabores y colores diferentes. Lo último es una línea dental, orientada a la salud bucal de los perros: “Es un entretenimiento comestible; dura unos minutos y ayuda a la limpieza de los dientes por la acción mecánica de la masticación”.

La empresa, en la actualidad, fabrica 40 toneladas por mes en su planta de Loma Hermosa, donde emplean a 30 persona. En el arranque todo el proceso era “muy artesanal; todo absolutamente manual, con palo de amasar, coladores”. En los primeros meses producían 200 kilos por mes.

“Fuimos creciendo; el primer salto importante lo hicimos entre el 2002 y el 2003 -detalla Agustín Silvestre-. En el ‘98 hicimos una inversión de US$60.000; ahora solo en una envasadora invertimos US$120.000; es otra escala”.

Además de los snacks, el emprendimiento comenzó a fabricar hace pocos meses balanceado de marca Benefit en la planta Agroindustria Baires, una de las más grandes de la Argentina, aunque lo hacen con su propia marca, registro y fórmula. Arrancaron con 150 toneladas y aseguran que, en el marco de un mercado muy competitivo, se distinguen por un envase con válvula por el que sale el aire al que definen como “clave para los comerciantes” ya que impide el ingreso de bacterias. El alimento tiene un componente del 28% de proteínas (73% de origen animal; no tiene soja) y es 100% natural.

En lo que hace a la exportación, Agustín Silvestre comenta que las primeras operaciones al Uruguay fueron en 2018 motivadas por el interés de los clientes. “Lo importante es que fuimos creciendo sostenidamente -añade-. Fuimos incorporando mercados y realizando todos los trámites para las habilitaciones, que incluyen un proceso lento que seguimos cumpliendo en otros destinos para estar preparados para cuando desembarquemos”.

El empresario apunta que en los últimos años “no es rentable exportar” pero continúan con las operaciones porque es una forma de apostar al futuro. La empresa exporta unos US$150.000, el ocho por ciento de la facturación total.

En todos los mercados externos en los que donde están los snacks de la argentina hay competencia “fuerte”. Por ejemplo, en Uruguay hay muchos productos de Brasil que tiene una industria “gigante” de alimentos para mascotas y en Ecuador y Perú llegan de diferentes países por acuerdo comercial del Pacífico que tienen ambos. “Ganamos espacio porque somos diferentes, porque los bocaditos húmedos son de alta calidad”, insiste el empresario.

Insiste en que en este tiempo -con una macroeconomía local alterada- es el que aprovechan para generar vínculos con potenciales clientes de los destinos donde están y de nuevos mercados. “Conseguir las inscripciones y habilitaciones lleva hasta dos años, así que es bueno ir cumpliendo etapas”, sintetiza.

La materia prima de los alimentos para mascotas es la misma que se usa para producir comida para las personas, por lo que está sujeta a los vaivenes inflacionarios. En la Argentina, el gran mercado es el del segmento económico alto -representa 60% del total- y hay un porcentaje importante que compra alimento suelto, aunque en facturación no representa la mayor parte.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/comercio-exterior/fueron-pioneros-en-golosinas-para-mascotas-en-la-argentina-y-exportan-a-cuatro-paises-nid12102023/

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