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Guerra en Medio Oriente: la economía de Gaza, que ya venía en caída libre, ahora está quedando reducida a cenizas

WASHINGTON.– La empresa de energía solar Sunbox pudo pagar los sueldos de este mes de sus 15 empleados de tiempo completo en Gaza, pero para el mes que viene no hay certezas: la sede central de ...

WASHINGTON.– La empresa de energía solar Sunbox pudo pagar los sueldos de este mes de sus 15 empleados de tiempo completo en Gaza, pero para el mes que viene no hay certezas: la sede central de la empresa en Ciudad de Gaza fue destruida por uno de los ataques de Israel, dice Kamal Almashharawi, de 24 años, jefe de operaciones de Sunbox.

Para colmo, la devastación de la infraestructura de Gaza no ha hecho más que incrementar la necesidad de paneles solares. Almashharawi y otros gazatíes dicen que los ataques de Israel destruyeron o dañaron muchas instalaciones de paneles en las terrazas, una de las pocas fuentes de energía que hay en Gaza ante la escasez de combustible.

Pero ahora que sus oficinas fueron borradas del mapa, que sus ingresos se cortaron y sus empleados están escondidos para salvarse de los bombardeos, a la empresa, al igual que a la mayor parte de la Franja de Gaza, les espera un panorama muy sombrío en los meses por venir.

Si la economía de Gaza ya venía en caída libre, ahora está quedando reducida a cenizas. “La verdad que no veo ninguna luz al final del túnel”, se lamenta Almashharawi.

Durante gran parte de las últimas dos décadas, el crecimiento económico en Gaza estuvo prácticamente estancado por los constantes enfrentamientos con las fuerzas de Israel y las restricciones israelíes al movimiento de personas y bienes en Gaza. La prioridad de Hamas, la milicia que controla el territorio desde 2007, siempre fueron los objetivos militares: con poca inversión externa y escasa generación de empleo, los gazatíes se fueron empobreciendo. Según estimaciones de la ONU, durante 2022 el 80% de la población gazatí vivió de la ayuda internacional, y para 2023 el Banco Mundial proyectaba un crecimiento “nominal” del PBI, impulsado por la recuperación pospandémica y el otorgamiento de más permisos laborales para los gazatíes que quisieran trabajar en Israel.

Pero la poca actividad económica que todavía subsistía se frenó en seco por la respuesta israelí al ataque de Hamas del 7 de octubre. Además de los miles de muertos, casi la totalidad de la población de Gaza ha sido desplazada: alrededor de 1,5 millones de personas, según datos de la ONU. “A partir del último trimestre de 2023 la economía de Gaza dejó de funcionar y así seguirá indefinidamente”, dice un comunicado este mes del Instituto de Investigación de Política Económica Palestina, con sede en Ramallah, Cisjordania.

Pero hacer estimaciones precisas o definitivas del perjuicio económico es totalmente imposible. La frontera de Israel con Gaza está cerrada, y la ayuda humanitaria entra por goteo a través de la frontera con Egipto.

El gobierno palestino de Ramallah dice que la producción económica actual de Gaza está llegando al 10%. “Y ese 10% es más bien una economía de subsistencia”, señala Raja Khalidi, director del instituto de investigación.

Retroceso económico

El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas estimó este mes que en Gaza se perdió el 61% de los puestos de trabajo y 857 millones de dólares en actividad económica, lo que hizo retroceder “muchos años” la economía de la franja.

Aunque Gaza tiene un largo historial de conflictos, la magnitud de la devastación actual no tiene parangón. Se estima que la operación terrestre de Israel en Gaza de 2014, por ejemplo, tuvo un costo económico de en más de 6000 millones de dólares. La guerra en curso ya fue más larga y la destrucción de riqueza infinitamente mayor.

“Y eso que todavía no tocaron fondo”, apunta Richard Kozul-Wright, autor principal de un informe sobre la economía de Gaza publicado en septiembre por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

Cuando amaine la violencia, el otro frente de batalla será el futuro económico de los 2,4 millones de gazatíes, porque todos coinciden en que la condición número uno para una paz duradera es que Gaza sea económicamente viable. De hecho, algunos expertos dicen que la presión económica que se ejerció sobre Gaza en estos últimos años potenció el apoyo a Hamas entre los palestinos.

Por el contrario, en Israel muchos dicen que su país se había vuelto demasiado indulgente con la economía de Gaza, y que permitió el enriquecimiento de Hamas.

Charles Freilich, exasesor de seguridad nacional de Israel, dice que muchos israelíes sienten que el pequeño pero creciente nivel de cooperación económica de Israel con los palestinos que viven en Gaza demostró ser un “fracaso total”.

Según Freilich, queda claro que Tel Aviv ya no permitirá que los gazatíes trabajen en Israel.

“La economía de Gaza podría contraerse entre un 30% y un 70%”, señala Anas Iqtait, experto en economías de Medio Oriente de la Universidad Nacional de Australia. “La única manera de recuperarse que tiene la economía de Gaza, suponiendo que se recupere, es mediante una amplia intervención internacional”, agrega.

“Ya antes de la guerra la situación era inaceptable –dice Khalidi–. Y sabemos hasta qué punto eso fogoneó la sensación de desesperación con la que los gazatíes se habían acostumbrado a vivir”.

Por Adam Taylor

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/guerra-en-medio-oriente-la-economia-de-gaza-que-ya-venia-en-caida-libre-ahora-esta-quedando-reducida-nid17112023/

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