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Guerra en Medio Oriente. La grieta que debilitó las defensas de Israel

El fatídico sábado 7 de octubre, el exgeneral retirado israelí Yair Golan recibió un llamado de su hermana. Lo alertaba sobre un grupo de seis jóvenes que habían participado de un concierto p...

El fatídico sábado 7 de octubre, el exgeneral retirado israelí Yair Golan recibió un llamado de su hermana. Lo alertaba sobre un grupo de seis jóvenes que habían participado de un concierto por la paz en el sur del país y que ahora estaban escondidos detrás de unos matorrales, desde donde oían disparos de terroristas de Hamas que habían entrado a territorio israelí desde la Franja de Gaza y estaban acribillando a cientos de civiles.

Golan, un general de 61 años varias veces condecorado, pidió a su hermana que le pasara por WhatsApp la ubicación exacta de los jóvenes, se vistió de uniforme, tomó su arma y trepó a su vehículo personal para ir en busca del grupo. Al acercarse al lugar de los hechos, Golan se encontró con un caos inimaginable. Cuerpos inertes al borde del camino, automóviles quemados, escenas de muerte y destrucción.

Para alcanzar al grupo de chicos, Golan debió salirse de la ruta y cruzar a campo traviesa en busca de los matorrales donde se escondían los jóvenes. “Les puedo asegurar que mi Toyota Yaris es una excelente 4x4″, dice, dando una pincelada de humor en medio de un relato dramático. Luego de rescatar y llevar al grupo a una zona segura, recibió otro llamado; esta vez, de un periodista del diario israelí Haaretz, que le pedía que rescatara a su hijo. Golan retornó al lugar de las matanzas y logró encontrar al joven, a quien también trasladó a un lugar seguro. Luego, otro llamado, por otro chico. Golan logró salvarlo también.

Desde que asumió, a fines de 2022, Netanyahu, que tiene varias causas de corrupción en su contra

Previsiblemente, Golan es hoy un hombre celebrado en Israel. Junto a un puñado de generales retirados que acudieron a rescatar a civiles, encarna el patriotismo que permitió a Israel superar numerosas guerras y ataques a lo largo de su historia y prosperar como nación. Sin embargo, tan solo días antes del ataque, Golan era encuadrado por el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu como uno de esos personajes públicos a los que se tildaba de “izquierdistas”. Es decir, alguien supuestamente contrario a los verdaderos valores judíos e israelíes y, en consecuencia, merecedor de toda descalificación.

Golan, que fue dirigente de un partido de centroizquierda, siempre privilegió la búsqueda de una solución de dos Estados, uno israelí y uno palestino, y lanzaba fuertes críticas a la derechización de sectores de la sociedad israelí.

Hoy, aprovechando su renovado protagonismo, aboga por el cierre de una grieta interna que para muchos fue un factor que favoreció el ataque de Hamas. “Tenemos que redescubrirnos y abandonar las políticas venenosas del premier Netanyahu y la extrema derecha”, dice Golan, en conversación por Zoom ante un grupo de periodistas. “Fuimos atrapados en esa ola de populismo que atraviesa el planeta. Ahora necesitamos salir de allí con nuevos líderes que tengan una visión positiva, que entiendan que los israelíes tenemos mucho más cosas en común que cosas que nos dividen. Es lamentable que hayamos tenido que sufrir este golpe para entender eso”.

A causa de la reforma judicial en marcha, los vitales reservistas de la fuerza aérea israelí amenazaron con dejar de servir

Grandes sectores de la sociedad creen que la profunda grieta que había en Israel ayudó a promover la idea de un país debilitado y desenfocado de sus prioridades de seguridad, y alentó el ataque.

Desde que asumió, a fines de 2022, Netanyahu, que tiene varias causas de corrupción en su contra, concentró sus esfuerzos en reformar la Justicia para debilitar a la Corte Suprema y concentrar el poder en el Ejecutivo, quebrando 75 años de tradición política israelí. Eso generó la mayor ola de protestas jamás vista en el país.

“Es imposible pensar en el ataque reciente sin la percepción de que Israel estaba debilitado”, dice Golan. “Ahora el país tiene que aprovechar esta situación para resolver su división interna y presentar un frente unido ante el mundo”.

A causa de la reforma judicial en marcha, los vitales reservistas de la fuerza aérea israelí amenazaron con dejar de servir. Diplomáticos israelíes renunciaron a sus cargos y empresarios del estratégico sector tecnológico frenaron millonarias inversiones, debilitando el shekel, la moneda local israelí.

Israel estuvo a punto de quedarse sin su experimentado ministro de Defensa, Yoav Gallant, destituido por Netanyahu por alertar sobre los peligros de la reforma judicial en relación a la cohesión de sus fuerzas militares. Netanyahu debió reconsiderar el despido de Gallant luego de la gigantesca manifestación de protesta en contra de la decisión, con más de medio millón de israelíes en las calles pidiendo la derogación de la medida.

El gobierno actual es responsabilizado por haber nombrado una gran cantidad de funcionarios inoperantes

La gran mayoría de los israelíes quiere concentrarse hoy en ganar la guerra y seguir ayudando a las víctimas del ataque, pero ya son mayoría quienes ven con malos ojos la continuidad del jefe de Estado.

“Los que trajeron esta tragedia no pueden seguir con las manos en el timón”, dice Pablo Bichman, un argentino que lleva toda una vida en Israel, donde fue piloto de la fuerza aérea durante catorce años.

El gobierno actual es responsabilizado por haber nombrado una gran cantidad de funcionarios inoperantes, priorizando cuestiones políticas, entre los cuales hay personas que han sido imputadas por corrupción e incitación a la violencia, entre otros cargos.

El último de los nombramientos cuestionados es el del militar retirado Gal Hirsch como coordinador especial para el retorno de los rehenes capturados por Hamas, a quien se le reprocha su falta de experiencia en negociaciones de este tipo, además de haber sido imputado en 2021 por evasión impositiva. Nuevamente, varios medios israelíes destacan su cercanía a Netanyahu más que su capacidad para el cargo.

Polarizar

El historiador israelí Raanan Rein, especializado en historia argentina y exvicepresidente de la Universidad de Tel Aviv, dice que Netanyahu, a lo largo de sus múltiples gobiernos, evitó eliminar a Hamas por cuestiones estrictamente políticas. Rein señala que el premier israelí siempre concentró sus esfuerzos en priorizar al grupo terrorista con el objetivo de debilitar la Autoridad Palestina (que representa los palestinos de Cisjordania), y así evitar la posibilidad de tener que negociar una solución de dos Estados, lo cuál hubiera implicado tener que ceder territorios.

A su vez, Netanyahu dejó ingresar cientos de millones de dólares qataríes a la Franja de Gaza, lo que permitió llenar las arcas de Hamas e incrementar su potencia militar, señala Rein, y añade que durante las operaciones militares contra ese territorio nunca intentó eliminar al grupo terrorista.

Ante grandes muestras públicas de renovada unidad en el país, el gobierno de Netanyahu no parece listo para tender una mano sanadora. El premier dijo esta semana que luego de la guerra podrían evaluarse responsabilidades, incluso la propia, en lo que fue interpretado como la primer y tenue señal de reconocimiento de errores. Lo hizo 18 días después del ataque de Hamas y varios días después de que los principales funcionarios de defensa e inteligencia hubieran aceptado responsabilidad por el ataque.

El ministro de Justicia, Yair Levin, principal promotor de la cuestionada reforma judicial, parece seguir operando los hilos de la Justicia desde la política, sin reconocer que los tiempos han cambiado. Ante la renuncia a sus cargos de dos miembros de la Corte Suprema, Levin intenta demorar los reemplazos para evitar que el actual comité de selección de jueces nombre magistrados no alineados con la ideología de su partido.

“Netanyahu busca retener su liderazgo y su coalición no ha cejado en sus intentos de implementar un reforma judicial antidemocrática”, dijo el reconocido jurista y profesor Ido Baum.

Golan dice que hoy los mismos que manifestaban contra la reforma judicial son quienes están respondiendo a la crisis de forma privada, llevando ayuda humanitaria a las poblaciones desplazadas de los kibutzim del sur del país. Y explica que uno de los desafíos más importantes en la próxima década será volver a poblar esa región, que ha quedado profundamente traumatizada por los eventos recientes.

“Volveremos a escuchar risas en los kibutzim del sur de Israel. Estoy seguro de ello. Pero tomará un tiempo”, dice Golan.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/ideas/guerra-en-medio-oriente-la-grieta-que-debilito-las-defensas-de-israel-nid28102023/

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