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Gustavo Gómez se sintió jugador de Boca por unos minutos, pero estará en la Bombonera como ídolo y capitán de Palmeiras

SAN PABLO.- Tras una temporada (2016/17) en la que apenas completó 18 partidos en Milan, Gustavo Gómez decidió regresar a Sudamérica con la intención de recobrar protagonismo. Era joven aún, ...

SAN PABLO.- Tras una temporada (2016/17) en la que apenas completó 18 partidos en Milan, Gustavo Gómez decidió regresar a Sudamérica con la intención de recobrar protagonismo. Era joven aún, pero ya había brillado en Libertad, de Paraguay, donde debutó como profesional, y en Lanús, club con el que se consagró campeón argentino. Su carácter natural de liderazgo siempre lo predispuso al desafío y estaba listo para fichar con un gigante del continente. La oportunidad llegó y no dudó. En pocas horas, el Mariscal, en ese entonces con 25 años, vistió la camiseta de Boca para una sesión de fotos, también grabó entrevistas para el canal del Xeneize y hasta tuvo algunas charlas con profesionales del club.

Hasta hoy, Gómez no comprende qué fue lo que sucedió durante el atardecer de aquel día agitado en Buenos Aires. “No firmé con Boca porque ellos no quisieron, esa es la realidad. Fui al club, me presenté, tengo hasta fotos con la camiseta. Grabamos algunos videos que deben estar por ahí, seguro. Además, charlé con la nutricionista y la psicóloga”, contó el defensor en una entrevista con el portal de la FIFA. “Hice todo eso, estaba todo arreglado, sí. Sin embargo, a la hora de firmar me trajeron un contrato completamente diferente. No quisieron cumplir lo acordado y todo bien, acá estamos. Gracias a Dios el destino me trajo a Palmeiras”, agregó.

Ese “acá estamos” es una forma de decir “tan mal no me fue”. Tiene sus razones. Poco después del pase frustrado a Boca, Gómez llegó a Palmeiras por pedido de Luiz Felipe Scolari, entrenador del Verdão por entonces. Desde ese julio de 2018, Gómez levantó dos veces la Copa Libertadores como capitán, en 2020, en Río de Janeiro, y en 2021 (Montevideo); conquistó además dos ediciones del Campeonato Brasileño (2018 y 2022), una Recopa Sudamericana, una Copa de Brasil, una Supercopa de Brasil y tres títulos del Paulistão. Es ídolo de la torcida del Porco y una pieza innegociable dentro del elenco del portugués Abel Ferreira. “En mis 11 años de carrera, nunca tuve un profesional como él, un tipo de tanto carácter dentro del campo como Gustavo”, resumió el DT.

Sin embargo, Boca suele cruzarse a menudo en su camino y para Gustavo Gómez nunca se trata de un partido más. Son muchos los puntos de conexión entre el defensor del seleccionado paraguayo y el club argentino. En su etapa de Lanús, Gómez fue dirigido por Guillermo Barros Schelotto y por Jorge Almirón. En 2018, año del frustrado pase a Boca, fue el propio Mellizo quien lo pidió como refuerzo. Por su parte, Almirón hizo del guaraní una pieza fundamental en el armado del Granate que dirigió en 2016, poniéndolo como titular en 18 de los 20 partidos en los que lo tuvo a disposición.

A mitad de la actual temporada, cuando Almirón y Juan Román Riquelme se juntaron a hablar de refuerzos, el nombre del paraguayo estuvo en carpeta para jerarquizar la defensa. Se trata de una debilidad que el técnico y el vicepresidente comparten, una especie de garantía defensiva. Sin embargo, para ese entonces Gómez ya había renovado su contrato con Palmeiras hasta fines de 2026. “Estoy muy feliz con la renovación porque mi futuro está acá, mi familia es muy feliz acá”, dijo en enero de este año, cuando el Porco extendió su vínculo.

Ni siquiera una oferta de más de 30.000.000 de dólares que llegó a fines de agosto desde Arabia Saudita le movió demasiado el piso a Gómez. “La propuesta realmente existió y no voy a ser hipócrita diciendo que no fue buena. Eso está claro. Pero tengo contrato con Palmeiras, el club al que le debo todo, y lo voy a respetar”, sostuvo el paraguayo, descartando sumarse a Al-Ittihad, actual campeón de la Saudi Pro League donde juegan Karim Benzema, N’Golo Kanté y Fabinho, entre otras estrellas.

Gustavo Gómez en acción, en defensa y ataque

También recibió una propuesta del Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, según confirmó su representante, Renato Bittar. “Palmeiras no venderá a Gómez. Ese asunto está cerrado, no es transferible. Yo soy la última en firmar la venta de los futbolistas y les aseguro que no se va”, expresó enfáticamente Leila Pereira, presidenta del Verdão, quien había sido duramente cuestionada por los hinchas ante los rumores de la salida del ídolo.

Durante el último mercado de pases, la dirigencia de Palmeiras fue criticada por buena parte de sus torcedores debido a que, a pesar de los pedidos del entrenador Abel Ferreira, casi no contrató. Poco después, sufrió la lesión de su principal pieza de ataque, Dudú, quien no jugará más hasta 2024 debido a la ruptura del ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda. Desde que el delantero se retiró lesionado del partido ante Vasco da Gama, en agosto, Palmeiras convirtió apenas dos goles en cinco partidos.

“Nos sigue faltando eficacia, llegamos, pero no concretamos. Vamos a tener que parar para enfocarnos en lo que viene, porque el jueves tenemos un duelo decisivo”, dijo Gustavo Gómez tras la derrota del pasado jueves ante Gremio, 1 a 0 en Porto Alegre. Es así, el paraguayo lleva la voz de mando dentro de la cancha, se agranda en las difíciles, determina el ritmo y exige de sus compañeros casi tanto como su vehemente entrenador, Abel Ferreira.

Lo cierto es que en ocho días Palmeiras definirá su suerte en la temporada. Entre el 28 de septiembre y el 5 de octubre, el conjunto paulista disputará ida y vuelta de las semifinales ante Boca, primero en Buenos Aires y después en São Paulo; en medio de su búsqueda por el tetracampeonato de la Libertadores, el Verdão tampoco podrá relajarse en su compromiso del próximo domingo ante Red Bull Bragantino, por la 25º fecha del Brasileirão, ya que se encuentra a siete puntos del líder, Botafogo, que perdió el paso y está dejando muchos puntos en el camino. Ese mismo día, Boca disputará el Superclásico ante River.

A pesar de los enfrentamientos antológicos que marcan la historia reciente entre Boca y Palmeiras, la ley del ex podría darse con Miguel Merentiel (su pase aún pertenece al Porco) y otros varios condimentos propios de un duelo entre grandes clubes del continente en semifinales de una Copa Libertadores, sin dudas la presencia de Gustavo Gómez no pasará inadvertida en La Bombonera. Pudo ser, estuvo cerca, lo quisieron y quiso, pero no fue. Por detalles, por una incómoda letra chica. “Aquel día que se cayó lo de Boca fue como una señal, el destino me puso en Palmeiras y soy muy feliz, estaré eternamente agradecido por eso”, agregó el paraguayo que, sin dudas, será uno de los grandes protagonistas en las noches de La Bombonera y el Allianz Parque.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/gustavo-gomez-se-sintio-jugador-de-boca-por-unos-minutos-pero-estara-en-la-bombonera-como-idolo-y-nid27092023/

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