La separación de Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness, luego de 27 años de casados, sorprendió a todos en Hollywood. A medida que pasan los días se van sabiendo algunos detalles de la ruptura, como por ejemplo, que fue algo que pensaron mucho y reflexionaron detenidamente.

Aunque la decisión mutua fue amistosa, una fuente cercana a la pareja le dijo a la revista People que están “devastados” y que la separación es “muy dura” para ellos. “No fue una decisión precipitada, se han tomado mucho tiempo, lo han considerado todo y han tomado esta decisión juntos”, añadió la fuente. “Van a seguir su camino por separado, pero siempre serán una familia. Siempre serán copadres y mejores amigos”.

Los actores, que tienen dos hijos en común, Oscar de 23 años y Ava de 18, no han tenido grandes roces entre ellos. “Esto solo tiene que ver con el hecho de que están transitando diferentes caminos en este momento”, dijo la fuente.

Hugh, de 54 años, y Deborra, de 67, le contaron al mundo que tomaron la decisión de separarse la semana pasada. “Hemos tenido la bendición de compartir casi tres décadas juntos como marido y mujer en un matrimonio maravilloso y lleno de amor. Nuestro viaje ahora está cambiando y hemos decidido separarnos para perseguir nuestro crecimiento individual”, expresaron en un comunicado emitido en conjunto.

“Nuestra familia ha sido y siempre será nuestra mayor prioridad. Emprendemos este próximo capítulo con gratitud, amor y amabilidad. Apreciamos enormemente su comprensión a la hora de respetar nuestra privacidad mientras nuestra familia navega por esta transición en todos los aspectos nuestras vidas”, agregaron. “Esta es la única declaración que haremos”, concluye la declaración, firmada por “Deb y Hugh Jackman”.

El día después de la difusión del comunicado, el actor fue visto dando un paseo por Nueva York. En las fotos, un detalle llamó la atención de todos: ya no lucía su anillo de bodas.

Tras conocerse en el set de la serie australiana Correlli en 1995, Hugh y Deborra comenzaron una relación y no tardaron en casarse tan solo un año después, el 11 de abril de 1996 en Melbourne. A pesar de que a los tabloides siempre les gusta resaltarlo, la diferencia de edad -13 años- nunca supuso un impedimento para ninguno de los dos: por el contrario, era una cuestión de la que Jackman siempre presumió porque, dijo en varias ocasiones, le permitió trabajar su autoestima personal y profesional.

Furness y Jackman perdieron dos embarazos antes de adoptar a Oscar (2000) y a Ava (2005). “La etapa en que hicimos las fertilizaciones in vitro fue realmente dura, hasta que decidimos adoptar a Oscar. Presenciamos su nacimiento, ya que llegamos a conocer bien a la madre biológica. Deb y yo estuvimos de la mano, juntos, durante el parto”, contaba el actor a Oprah Winfrey. Parte del compromiso de la pareja fue adoptar chicos de origen interracial: “Todos prefieren esperar para adoptar una nena rubia, mientras los chicos de origen interracial son dejados de lado”.

En abril, con motivo de su 27º aniversario de boda, la estrella de El gran showman publicó en Instagram un cariñoso guiño a Deb y a su unión: “Te quiero tanto. Juntos hemos creado una familia preciosa. Y una vida. Tu risa, tu espíritu, generosidad, humor, descaro, valentía y lealtad son un regalo increíble para mí”. Mientras él nunca tuvo reparos al hablar de lo que sentía por su mujer, ella era más reservada. De las pocas veces que la consultaban para algo, siempre remarcaba lo afortunada que era por haberse casado con el actor. “Como si me hubiera ganado la lotería”, señaló con acidez en una revista británica.

Su última aparición juntos fue en la alfombra roja de la gala del Met Gala el 1 de mayo. Además, en julio asistieron a la final masculina de Wimbledon.