JERUSALÉN.- El mismo día que miles de manifestantes volvieron a cumplir con su ritual semanal de hace seis meses de marchar contra el gobierno, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que será intervenido esta madrugada de domingo en un hospital para colocarle un marcapasos.

”Hace una semana me colocaron un dispositivo de monitorización. Ese dispositivo ha emitido un pitido esta tarde y ha dicho que debo ponerme un marcapasos y que debo hacerlo ya esta noche”, dijo Netanyahu en un video emitido por su oficina de gobierno. “Me siento muy bien, pero tengo que escuchar a mis médicos”, agregó.

Decenas de miles de personas llegaron hoy a Jerusalén en la última etapa de una marcha hacia el Parlamento que comenzó el martes y que busca presionar al primer ministro para que frene una reforma judicial que, según denuncian, pondría en riesgo la independencia del Poder Judicial.

Los manifestantes hicieron una última parada ayer antes de entrar en Jerusalén para celebrar el “sabbath”, la festividad semanal judía, y durmieron en Shoresh, 20 kilómetros al oeste de la ciudad santa.

A la columna de varios kilómetros se sumaron hoy miles de personas más de todo el país

Esta gran movilización se produce un día antes de que la Knesset comience a debatir una medida de la reforma, destinada a anular la cláusula de “razonabilidad” que permite al Poder Judicial decidir sobre decisiones gubernamentales poco razonables, incluidos los nombramientos.

Se prevé que el gobierno vote definitivamente entre el lunes y el martes esta medida, que ya fue aprobada en primera instancia el 11 de julio pasado. Si tiene luz verde, será el primer componente importante de la reforma judicial propuesta para convertirse en ley.

Otras medidas de la reforma también están causando el descontento de los manifestantes, como la que modifica el proceso de nombramiento de jueces, adoptada por los diputados en primera lectura.

Agencias AP y Reuters