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Juan Román Riquelme, de aquella charla con Marcelo, el “Fabra brasileño”, a la posibilidad de alcanzar una marca única

Brasil. Siempre Brasil. En el GPS de la vida deportiva de Juan Román Riquelme, ese país es una locación frecuente a la hora de reunir las grandes alegrías de su carrera. Por eso, ...

Brasil. Siempre Brasil. En el GPS de la vida deportiva de Juan Román Riquelme, ese país es una locación frecuente a la hora de reunir las grandes alegrías de su carrera. Por eso, el partido de anoche entre Boca y Palmeiras no fue uno más. El actual vicepresidente segundo del club de la Ribera lo vivió con intensidad y nervios, consciente de lo que se jugaban en suelo paulista, tanto él como el equipo.

Brasil. Siempre Brasil. Allí fue donde Juan Román Riquelme levantó en 2000 su primera Libertadores frente a Palmeiras, un año más tarde bailó al mismo equipo en las semifinales (en un estadio conocido por entonces como Palestra Itália), en 2007 se floreó ante Gremio y coronó una Copa al máximo nivel, se quedó vacío antes de jugar la final con Corinthians en 2012 y le marcó un golazo al Timao desde un ángulo imposible en los octavos de final de 2013.

En esas tierras se jugará también la gran final. El próximo 4 de noviembre, el mítico estadio Maracaná se vestirá de fiesta para consagrar al nuevo campeón. Fluminense será local ante su público, con el genial Marcelo y el recio Felipe Melo. Antes del partido de octavos de final ante Argentinos Juniors, los brasileños se entrenaron en Casa Amarilla. Y allí fue Riquelme a recibirlos, hacerlos sentir como en casa. Tanto que les regaló camisetas de boca a algunos de los que ahora serán los rivales en la final. Marcelo, Paulo Henrique Ganso, el argentino Germán Cano (el goleador del equipo) y Felipe Melo (reconocido simpatizante del Xeneize) charlaron con Román. Cada uno recibió una camiseta. Cuando se abrazó con el lateral, tuvo una conversación con elogios a Frank Fabra “Aquel juega como vos”, le dijo el vice, señalando al colombiano, que estaba allí. “Sí, un fenómeno. Top top”, le respondió el emblemático exjugador de Real Madrid. “Como vos en el Madrid, él para nosotros”, redobló Riquelme.

"FENÓMENO..." las reacciones de Ganso, Marcelo, Felipe Melo y Cano al encontrarse con Riquelme en Casa Amarilla.

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— SportsCenter (@SC_ESPN) July 31, 2023

Es cierto: anoche Boca ganaba bien 1 a 0, aunque se encerró en su propio laberinto y pudo haberlo pagado con la eliminación. Pero cuando las papas quemaban apareció el inmenso Sergio Romero para salvar una y otra vez su valla (la última, reaccionando ante una chilena espectacular de Roni sobre la hora), y más tarde para atajar otra vez dos penales en la definición (nada menos que a Raphael Veiga y Gustavo Gómez).

Nada es casualidad. De estos cuatro años de gestión, en lo que más se invirtió fue en reforzar el equipo. Sin contar que Romero había llegado hace poco más de un año y realizó una exhaustiva puesta a punto para llegar a tener este presente de enorme nivel.

Y en el último mercado de pases jugó fuerte: además de la revolucionaria llegada del uruguayo Edinson Cavani (llegó con el pase en su poder), se sumaron Lucas Blondel (US$ 1.850.000), Lucas Janson (US$ 3.000.000), Marcelo Saracchi (US$ 1.800.000 por el 70% de su pase) y Ezequiel Bullaude (a préstamo). A ellos se sumaron los regresos de Jorman Campuzano y Vicente Taborda.

También tomó una decisión de peso al desvincular a Hugo Ibarra a fines de marzo para contratar a un DT de experiencia. Eligió a Jorge Almirón, quien aún no logró encontrar una base sólida y su trabajo es observado con lupa, aunque el hecho de seguir con vida en la Copa le prolonga la estadía.

El contexto es entendible: la ventana de transferencias de invierno fue la última antes de las elecciones de diciembre, y Riquelme apostó cuanto pudo para potenciar el plantel e intentar ganar la Copa Libertadores. Lo mismo aplica con el DT: contratar a un experimentado le sirvió para blindarse. Una rápida eliminación copera hubiera sido responsabilidad suya y no del ídolo, como sí hubiera sucedido con el formoseño a cargo del equipo.

Aunque hay algo de lo que el ídolo que eligió bajarse de la estatua para enchastrarse en el barro político se jacta: durante su gestión potenció a los juveniles que nutren el semillero azul y oro. El buen trabajo realizado en épocas anteriores en las Inferiores ahora llega a la primera división. La presencia de Barco, Equi Fernández, Medina y Valentini frente a Palmeiras así lo expone.

El gran sueño de levantar el trofeo más importante de la región a nivel clubes después de 16 años está al alcance de la mano. Para ello, la primera zanahoria era pasar al Verdao y acceder a la primera final de América como dirigente. Con el plus de que, hasta el momento, nadie en el fútbol argentino logró ganar la Libertadores como futbolista primero y como dirigente después. Como ocurrió en otras paradas bravas, Román viajó al lugar de los hechos. Un día más tarde que el plantel y la delegación oficial, que había llegado el martes con Jorge Bermúdez y Mauricio Serna a la cabeza. El motivo es simple: no eclipsar a los jugadores con el magnetismo que genera su presencia.

Juan Román Riquelme viaja esta mañana hacia San Pablo para estar con la delegación. pic.twitter.com/JpKmJuPJOk

— Fafi (@faafiperez) October 4, 2023

Brasil. Siempre Brasil. Allí Riquelme se siente como en casa. Su legado es tan grande que hay miles de brasileños que eligieron ese nombre para sus hijos. De acuerdo al último censo realizado en Brasil hay 14.391 personas que fueron registradas con “Riquelme” como primer nombre. De ellos, el 99% nació de 2000 en adelante.

Para dimensionar eso tan solo hay que leer los protagonistas de la Copinha 2023, un torneo de jóvenes promesas realizado a comienzos de año. Allí, en 12 equipos hubo jugadores con el nombre Riquelme: Corinthians, Chapecoense, Cruzeiro, Sao Bernardo, Club Regatas (hay dos en el mismo equipo), Fortaleza, Vitoria, Fluminense, Remo de Pará, Atlético Guaratinguetá y Figueirense. Incluso en las inferiores de Palmeiras juega Riquelme Fillipi Marinho de Souza. Tiene 17 años, es delantero y fue la gran figura en el 4-2 ante Flamengo, válido por el Campeonato Brasileño de su categoría.

Brasil. Siempre Brasil. Allí también se dieron las tres frustraciones que tuvo como dirigente. Porque en enero de 2021 había una chance inmejorable de avanzar a la final de la edición 2020 (retrasada por la pandemia de Coronavirus) ante un Santos vulnerable. Pero después del 0 a 0 en la Bombonera, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo regresó a Buenos Aires con un 0-3 lapidario que hizo enojar al 10. “No hicimos nada bien”, lamentó tiempo después.

En la edición 2021, el Xeneize debió cruzarse en octavos de final con el gran favorito a levantar la Copa: Atlético Mineiro. Boca no se achicó y le jugó de igual a igual al supuesto cuco del torneo. Le marcó un gol en Buenos Aires y otro en San Pablo. Sin embargo, polémicas decisiones del VAR le impidieron al xeneize celebrar: ambos tantos fueron invalidados. La derrota por penales impidió un triunfo que hubiera sido interpretado como una señal de justicia. “Ganamos los dos partidos 1 a 0, pero nos eliminaron”, ironizó desde entonces Riquelme en más de una ocasión.

El resumen del partido

La noche en el Mineirao siguió en el vestuario, donde Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol y parte de la delegación, no toleró una cargada del DT local y todo terminó en una trifulca de la que participaron integrantes del plantel y la policía brasileña. Hubo sanciones varias, jugadores suspendidos y fuertes multas. Fue una noche bochornosa en todo sentido.

En 2022, Corinthians fue el escollo en los octavos de final. Tras el 0 a 0 en la ida, la Bombonera fue testigo de la peor noche profesional de Darío Benedetto. El Pipa malogró tres chances claras de gol y un penal durante los 90 minutos. El Timao hizo su negocio, cerró filas y llegó a los penales. Benedetto pudo definir la clasificación 4-2, pero mandó su remate a las nubes. Minutos más tarde, los únicos que celebraban sobre el césped eran los vestidos de blanco.

Luego se supo que el clima no era el mejor. La noche anterior había habido una fuerte discusión entre el plantel e integrantes del Consejo de Fútbol. Trascendió que el tema estaba vinculado con los premios que debían percibir los jugadores, pero había otros asuntos que resolver y no fue ese el mejor momento de hacerlo. “Ayer nos trataron de perdedores, así que demostrémosle a estos hijos de puta que nosotros queremos ganar, que nosotros somos ganadores”, se le escuchó decirles el Pipa a sus compañeros antes de subir las escaleras del túnel. Nunca quedó claro si los destinatarios de ese fuerte mensaje fueron los integrantes del Consejo.

En el Maracaná estarán Boca y Riquelme, intentando ponerle fin a cuatro años de hegemonía brasileña para volver a traer la Copa Libertadores a la Argentina. Con Juan Román Riquelme, claro. Que ya no juega del lado de adentro de la cancha, pero sigue jugando y quiere agigantar aún más su condición de ídolo de Boca.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/juan-roman-riquelme-de-aquella-charla-con-marcelo-el-fabra-brasileno-a-la-posibilidad-de-alcanzar-nid06102023/

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