Hace dos semanas se vendió un solo boleto ganador en Los Ángeles, California, para el premio mayor de Powerball, estimado en 1080 millones de dólares. Hasta ahora, la persona no se ha presentado a cobrar, pero tendrá que decidirse entre la opción en efectivo, que reduciría el total considerablemente, o entre 30 pagos durante las próximas décadas. La primera es la alternativa más popular. Sin embargo, también hay ganadores que prefieren asegurar la mayor parte de la suma y la permanencia de su suerte. En 2014, un hombre que le atinó a la combinación de Powerball se rehusó a perder la mitad de su dinero y tomó una decisión.

Dijo que ganó el pozo millonario de Powerball, pero desde el local de Los Ángeles donde se vendió el boleto fueron contundentes

Vinh Nguyen es un técnico de uñas que se convirtió en el único ganador de un pozo de US$228 millones al comprar su boleto en Key Market en South Norfolk Street en San Mateo, California. Al reclamar su premio, no lo podía creer. Para conseguirlo tuvo que comprar un total de 15 billetes de Powerball por los que pagó 30 dólares, así que se llevó una gran sorpresa al ver cómo su dinero se multiplicaba.

En ese entonces, compartió con los funcionarios de la lotería que había jugado durante cinco años y que la cantidad que invertía variaba según las propinas que le daban en su trabajo. Su caso llamó la atención porque cuando le dieron a elegir entre la suma global en efectivo o los pagos de anualidades, prefirió esta última para poder recibir el bote íntegro, menos impuestos, por casi 30 años.

Al día de hoy, el afortunado trabajador sigue cobrando sus ganancias cada año, que son de aproximadamente US$138.000 millones repartidos en tres décadas después de los impuestos correspondientes. Aunque los ganadores de premios grandes habitualmente eligen la opción de dinero en efectivo, hay asesores financieros que ven esta decisión como un error.

El año pasado, cuando el pozo de Powerball también superó los US$1000 millones, Nicholas Bunio, un planificador financiero certificado de Downingtown, Pensilvania, dijo para la agencia AP que, incluso con su experiencia, preferiría la anualidad porque así se reduce el riesgo de tomar malas decisiones de inversión. “Te permite cometer un error aquí y allá”, señaló, “La gente no entiende que hay un potencial de pérdida. Solo se centran en el potencial de ganancia”, añadió.

Ganó un millón de dólares en la lotería de Mega Millions, pero sus hijas no le creyeron por un insólito motivo

De acuerdo con el especialista, la brecha entre las opciones de efectivo y anualidades se volvió mayor debido a que la inflación ha causado un incremento de las tasas de interés, lo que a su vez da como resultado ganancias de inversión potencialmente mayores. En anualidades, el dinero en efectivo se invierte y luego se paga a los ganadores en el período determinado.

Si bien el pozo de Powerball se reinició hace poco, el de Mega Millions que se sortea este martes es de US$1050 millones. Si alguien gana, se llevaría el cuarto premio más grande en la historia del sorteo. Al igual que en las opciones anteriores, puede tomar una suma global estimada en US$527,9 antes de impuestos o los pagos anuales a lo largo de 29 años.