La casa de la infancia de María Elena Walsh fue recuperada como museo
Manuelita vivía en Pehuajó pero María Elena Walsh (1930-2011) nació en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Desde esta semana, el mapa cultural bonaerense tiene un nuevo punto de encuentro: la ...
Manuelita vivía en Pehuajó pero María Elena Walsh (1930-2011) nació en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Desde esta semana, el mapa cultural bonaerense tiene un nuevo punto de encuentro: la Casa Museo María Elena Walsh. En 2021, el Estado había adquirido la casa natal de la artista por casi 19 millones de pesos e invirtió en la reconstrucción y el desarrollo del contenido museístico $ 151.196.625. ¿El objetivo? Rendir tributo al legado de una de las grandes heroínas de la cultura argentina, que brilló como poeta, narradora, compositora, cantautora y referente democrática, y multiplicar su creatividad. La que fue la “casa grande” de Walsh, donde vivió sus primeros trece años, pasa ahora a formar parte de la comunidad.
Este lunes al mediodía, en Tres de Febrero 547, en Villa Sarmiento (en Morón, pero a dos cuadras de la estación Ramos Mejía del Ferrocarril Sarmiento), los obreros de la construcción daban los últimos retoques en el frente de la casa museo, irreconocible si la compara con la vivienda semiabandonada con la que se habían encontrado catorce meses atrás. La actividad se detuvo unos minutos con la llegada del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, que se sacó fotos con los trabajadores antes de ingresar al nuevo centro cultural y museo interactivo dedicado al público más fiel de Walsh: los niños.
El terreno de la casa tiene 560 metros cuadrados (en el patio hay un jacarandá) y 450 construidos. En la fachada, recuperada de la original, se lee el nombre “María Elena” y en la entrada hay un banco con una estatua de la niña que fue la autora de Tutú Marambá, con espacio para sentarse junto a ella y sacarse fotos. En el porche, se trazó un recorrido biográfico con información clave, textos en primera persona e imágenes, acompañado de instrumentos musicales, juegos, poemas ocultos tras puertas minúsculas y canciones.
Es acertada la decisión del equipo curatorial (coordinado por Maribel García) de centrar el guion de la casa museo en el público infantil. “Acá nació todo -dijo a LA NACION Graciela García Romero, vicepresidenta de la Fundación María Elena Walsh, que preside Sara Facio-. En esta casa estuvo la semilla de las rimas, las canciones, los personajes”.
García Romero contó que Facio (el amor de la vida de Walsh) había sido una de las primeras personas en conocer la noticia de la compra de la casa. Anunció que, además de colaborar con los contenidos, la Fundación facilitaría a las autoridades del museo los archivos para una muestra permanente sobre la historia de Walsh. “Lo charlamos hoy temprano con Sarita”, contó García Romero.
Se reconstruyeron en forma integral las dependencias de la casa que el padre de María Elena había comprado en 1923, ahora convertidas en seis salas. En una se ven libros y objetos que aluden a la pasión lectora de la poeta precoz, y un álbum familiar, con retratos hechos por César Carrizo. En otra, los curadores montaron un pequeño escenario para que los visitantes imaginen obras teatrales o espectáculos musicales; hay incluso un baúl con ropa para disfrazarse y una tramoya para los efectos de luces y sonido. En el baño suenan melodías al abrir las canillas, y en la cocina se creó una “mesa poética” en la que el menú literario cambia por acción de los comensales. Si bien ninguno de los objetos de la casa museo perteneció a la artista ni a su familia, el equipo curatorial trabajó en la búsqueda de piezas que parecen, como diría la escritora, “de antaño”. Próximamente, se abrirá una biblioteca y un salón de muestras temporarias.
Al intendente de Morón, Lucas Ghi, la sonrisa no se le borró en ningún momento del acto. “Es un punto de partida y un punto de llegada al mismo tiempo -sostuvo-. Logramos comprar esta casa que tenía destino de destrucción, ponerla en valor y que fuera parte del patrimonio público, pensar contenidos inspirados en la obra de María Elena para que las nuevas generaciones disfruten del legado de una de las artistas más importantes del país”. La casa museo queda bajo la órbita del Municipio de Morón, “en permanente diálogo con la nación y la provincia”, acotó Ghi.
“Ella fue un rayo de luz, como el que tenemos hoy acá -dijo Bauer ante un centenar de asistentes-. Quiero agradecerles a los vecinos por soportar esta obra, pero ustedes tienen la bendición de vivir al lado de la casa e imaginar a esa niña que la recorría de la mano de su papá y su mamá, una chica que leía, leía, leía y podía transformar toda esa lectura en poesía y llenarnos de vida y de luz. Me gustaría que los chicos y las chicas que la visiten descubran la figura de María Elena y que, en sus corazones, se siembre una semilla con ese espíritu único, revolucionario, transformador, crítico, feminista, capaz de concebir tanta belleza”.
Además de Bauer, participaron de la emotiva inauguración dos sobrinos nietos de María Elena Walsh (Maximiliano y Débora), la presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout; la secretaria de Patrimonio Cultural, Valeria González; la directora de Gestión Patrimonial, Viviana Usubiaga; el presidente de Acumar, Martín Sabbatella; la subsecretaria de Políticas Culturales de la provincia de Buenos Aires, Victoria Onetto; el director del Museo Malvinas, Edgardo Esteban; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, y vecinos y representantes de organizaciones sociales. Tras las palabras de Bauer, Saintout y Ghi, hubo un minirrecital a cargo de León Gieco y Teresa Parodi, que cantaron canciones de María Elena Walsh, “una artista absoluta”, como dijo Gieco frente a la casa museo.
Para agendarLa Casa Museo María Elena Walsh (Tres de Febrero 547, Morón) se puede visitar de miércoles a viernes de 9 a 18, sábados de 11 a 20 y domingos de 11 a 18, con entrada libre y gratuita.