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La imagen internacional de Francia sufre otro golpe con la revuelta, que de a poco empieza a ceder

PARIS.- La crisis de los suburbios...

PARIS.- La crisis de los suburbios, desatada por la muerte del joven Nahel el viernes pasado es un nuevo golpe duro para la imagen de Francia. Con sus escenas de caos, la agitación actual sucede a la de los chalecos amarillos y al interminable conflicto social por la reforma de la jubilación del último invierno boreal. Nada bueno para la percepción internacional de un país que salía apenas del negro túnel del terrorismo y del confinamiento. Una crisis aparentemente perpetua que hasta es motivo de velada ironía entre sus socios europeos.

“Naturalmente observamos con preocupación” lo que sucede en Francia, “y espero… estoy totalmente persuadido que el jefe del Estado francés encontrará los medios de que la situación mejore rápidamente”, declaró Olaf Sholz a la televisión, al comentar la anulación de la visita de Estado prevista a su país por Emmanuel Macron debido a la agitación social. Los observadores más conspicuos, aquellos que saben cuán propensos son los franceses a dar lecciones, no dejaron de adivinar un dejo de mordacidad en las palabras del canciller alemán.

“Comercios saqueados, automóviles policiales incendiados, barricadas en las calles… Eso es lo que sucede actualmente en el centro de París y en numerosas otras ciudades francesas”, escribió por su parte el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en Twitter, explicando que no quiere que “las mismas escenas se repitan en las calles polacas” ni “en ninguna otra ciudad de Europa”. Sus palabras fueron acompañadas por un montaje video que compara ventajosamente a Varsovia con varias ciudades francesas, sacudidas por una guerrilla urbana durante casi una semana.

El objetivo del primer ministro polaco era claro: vincular el contexto interior francés a la cuestión migratoria, para fortalecer las propuestas de su gobierno sobre el tema.

“Terminar con la inmigración ilegal. La seguridad ante todo (…) Nuestro plan es una Europa con fronteras seguras”, escribió en Twitter.

Nasz plan to Europa Bezpiecznych Granic - bezpieczeństwo i porządek publiczny - to są wartości, od których wszystko inne się zaczyna! pic.twitter.com/9anvfDU11d

— Mateusz Morawiecki (@MorawieckiM) June 30, 2023

Por su parte, los medios de comunicación rusos se regocijaron burlándose abiertamente de Emmanuel Macron, que asistió el miércoles pasado al concierto de Elton John “mientras que Francia ardía”.

Pero más allá de sarcasmos y utilizaciones con fines políticos, la crisis permanente en la que parece haberse instalado Francia está produciendo serias consecuencias en la forma en que el país —no hace mucho el más atractivo de Europa para los inversores— es percibido en el exterior.

Es verdad, desde el punto de vista macroeconómico, violencia y huelgas pesan poco en la actividad del país. La agitación social contra la reforma de la jubilación representó apenas uno o dos décimos de punto del PIB. Pero las manifestaciones tienen, por el contrario, un impacto real en la vida comercial.

Los comerciantes de las grandes ciudades en las cuales se producen esas violencias se ven penalizados una y otra vez: vitrinas rotas, frecuentación nula y cifra de negocios en rojo. En cuanto a los turistas, que habían regresado a Francia después de la pandemia, a comienzos de 2022, espantados alternativamente por los miles de deshechos sin recolectar durante semanas o las repetidas escenas de guerrilla urbana, tienden a anular sus reservaciones y partir a Italia, España o Grecia.

“Cada vez hay más anulaciones en los hoteles y en los restaurantes”, destaca Franck Delvau, presidente de Umih Paris-Ile-de-France, primer sindicato francés de profesionales de cafés, hoteles, restaurantes y establecimientos nocturnos.

Y París es siempre la ciudad más afectada. Los franceses, tradicionalmente los más numerosos en venir a pasar parte de sus vacaciones en la capital, son los que más renunciaron a hacerlo este año debido al clima social. Aunque la Oficina de Turismo también constata una disminución de la frecuentación extranjera durante el mes de marzo (duranta la crisis de la reforma jubilatoria) y esta semana. A comenzar por la clientela europea.

Pero no solo: “Los estallidos de humor franceses también marcaron al resto del mundo”.

“Los estadounidenses, en general, están desconcertados. No entienden tanta violencia en las calles. Para ellos es un signo de inmadurez democrática”, confía John Kaas, gerente norteamericano de un fondo de inversión de 40.000 millones de dólares invertidos en Europa. Comprenden tanto menos cuanto, en general, tienen un gran respeto por Francia, “viejo país que ayudó a nacer la democracia”, reflexiona.

En todo caso, los comerciantes se inquietan por el impacto de esta última crisis en todo el país. Para tranquilizarlos, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, anunció esta semana la postergación del pago de las cargas sociales y fiscales para todos aquellos que fueron víctimas de las violencias callejeras, y solicita a las compañías de seguro que indemnicen lo más rápidamente posible.

¿Cuánto costará esta última crisis? Durante la última revuelta de los suburbios en 2005, fueron declarados 10.000 siniestros, por cerca de 200 millones de euros de daños.

“Es evidente que esta vez estaremos muy por encima de eso”, estima el director de una gran empresa aseguradora.

Y pensar que Francia recién comenzaba a salir del largo túnel de los atentados de 2015, los chalecos amarillos de 2018 y 2019, y la crisis de la reforma jubilatoria este año. Como en 2022, después de la pandemia, este verano boreal se anunciaba excelente, con más de 11 millones de turistas que debían visitar la capital francesa.

Esta nueva crisis seguramente reforzará además la inquietud a solo un año de los Juegos Olímpicos de París. Sobre todo porque numerosas competencias deben realizarse en la Seine-Saint-Denis, departamento francés limítrofe de la capital que constituye el corazón mismo de las protestas sociales. Muchos son los que ya se preguntan si lo que debería ser una magnífica fiesta popular no podría terminar convirtiéndose en la peor de las pesadillas.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/la-imagen-internacional-de-francia-sufre-otro-golpe-con-la-revuelta-que-de-a-poco-empieza-a-ceder-nid03072023/

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