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La maldición de Wado de Pedro

La campaña que Wado de Pedro lanzó de urgencia tras el acto del 25 de mayo permitió disimular el acto fallido de su equipo de comunicación. Cuatro días antes, el ministerio del Interior difund...

La campaña que Wado de Pedro lanzó de urgencia tras el acto del 25 de mayo permitió disimular el acto fallido de su equipo de comunicación. Cuatro días antes, el ministerio del Interior difundió imágenes de su perfil en Instagram con un subtitulado alusivo a la supuesta maldición gitana que pesaría sobre él: un conjuro profético que lo convertiría en presidente (https://www.instagram.com/reel/CshNFoKA54K/?igshid=MzRlODBiNWFlZA%3D%3D).

Un mensaje contradictorio con la bendición de Cristina que espera De Pedro para ser candidato. Confía en que su gracia resuelva el bajo nivel de conocimiento e intención de voto que por ahora le impiden consolidarse como aspirante indiscutido a ese cargo. Esa dificultad conlleva otra: que Cristina espere a que el ministro supere esos obstáculos por sí mismo para elegirlo. Ayúdate que Cristina te ayuda, podría ser el credo lógico dentro de esa fe. De Pedro fue honesto con los intendentes reunidos en Quilmes la semana pasada: “No lo sé”, dijo, cuando le preguntaron por su futuro. Tampoco Cristina parece saberlo. El tercer puesto que los sondeos auguran al Frente de Todos en las elecciones es la fuente de ese desconcierto. Y también de la audacia de Axel Kicillof para insubordinarse a su pedido: ocupar el lugar al que aspira De Pedro. Una posibilidad que el gobernador rechaza porque, como Cristina, cree que el resultado será una derrota.

Esa fragilidad obliga a Cristina a investirse de comprensiva hada buena para tolerar semejante desplante de Kicillof, cuya candidatura a presidente está lejos de ser descartada. Más difícil la tiene Sergio Massa, pese a los amenities obsequiados antes de su gira a China con Máximo. Al sobreseimiento pedido por el fiscal Marijuan para Cristina en la causa por la ruta del dinero K, se suma la nulidad a la reelección de intendentes presentada en la Corte Suprema por Oscar Alva. Alva preside el partido PAÍS, es asesor en la Cámara de Diputados de la Nación y confeso admirador del ministro de Economía, como puede apreciarse en su sitio de Facebook. Su presentación despertó comentarios adversos en el chat que los intendentes comparten con Kicillof. La mayoría efectuados por Carlos “Carli” Bianco, su asesor estrella. Bastó que alguien asociara a Massa con Alva para silenciar la conversación. Nadie quiere a Massa de enemigo mientras controle el presupuesto.

Alva es un golpe de efecto para agradar a Máximo, cuando se avecina la presión de los intendentes por las listas de candidatos. Guillermo Britos ya ofreció lugares en las de La Libertad Avanza a los de la primera y tercera sección. Confirmado como candidato a gobernador por Javier Milei, el intendente de Chivilcoy está furioso con Massa. Le pidió ocho de esos lugares, uno por cada sección electoral. Es probable que lo mismo le haya pedido a Máximo en Oriente, además de diez diputados nacionales para el Frente Renovador.

Daniel Scioli confía en su moderación para tener éxito en la dura negociación que prevé con el kirchnerismo. Por menos de la mitad de lo que exige Massa acordaría una lista única en la que Victoria Tolosa Paz sería vice de quien se postule a gobernador. Como Cristina, el embajador en Brasil está convencido de la necesidad de competir con uno solo. Juntos sigue debatiendo esa posibilidad. El trago amargo que supondría la candidatura de Jorge Macri en la ciudad reforzaría la resistencia de Horacio Rodríguez Larreta a compartir con Patricia Bullrich a Diego Santilli

Elisa Carrió sumó su presión a la de los 52 intendentes de Juntos para que desista de esa posición. Lo hizo tras reunirse con Maxi Abad. El jefe de la UCR bonaerense es quien insiste con esa posibilidad. No es de lo único que habrían conversado. ¿Se asombró Lilita por la discrepancia entre los sondeos que le mostró Abad y los de la calle Uspallata? Una patraña maliciosa. Probablemente inspirada en el hermetismo que rodeó al encuentro.

Quizás por eso Guillermo Montenegro decidió invertir la discusión con Rodríguez Larreta, que lo visita en Mar del Plata. El intendente amenazó con no presentarse a su reelección si antes no está resuelto este problema. En el gobierno porteño aluden a un empate técnico con Bullrich en Mar del Plata. Cerca del intendente aseguran que es de dos a uno la ventaja a favor de la exministra de Seguridad.

Un escenario de conflicto que alimenta especulaciones en apariencia estrafalarias. Como el supuesto respaldo subterráneo de Rodríguez Larreta a Martín Lousteau a través de Luis Barrionuevo. El senador encabezará hoy un acto de la UCR porteña en la sede que los gastronómicos tienen en Avenida de Mayo al 900. La relación entre Barrionuevo y Rodríguez Larreta no se interrumpió ni cuando fracasó la reapertura de esa actividad que el jefe del gobierno porteño le reclamó en público a Alberto Fernández en la etapa más dura de aislamiento por la pandemia.

No es el único aparente realineamiento. El mes pasado perdieron estado parlamentario los 50 pliegos de magistrados enviados en noviembre por Kicillof al Senado bonaerense sin el consenso previo del oficialismo y la oposición. Juntos adelantó que no votará a ninguno de los diez jueces de Cámara propuestos por el ala política del Frente de Todos. Una franquicia que se disputan Julio Alak y la jefa del bloque K, Teresa García. Al ministro de Justicia se le atribuye haber incluido en estos pliegos el de aspirantes a cubrir vacantes de cámaras de apelaciones en La Matanza, Lomas de Zamora, San Martín, Avellaneda y San Isidro, tarea en la que habría contribuido Sergio Torres. Alak representa al Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura que hasta anteayer presidió Torres.

El titular de la Corte bonaerense debería ser sucedido por Daniel Soria, vocal en ese mismo cuerpo, pero que dudaría en asumir esa responsabilidad. No por los pliegos aprobados, sino por otros que estarían siguiendo un trámite en apariencias vidrioso, como el iniciado para cubrir los tres lugares de la sala N° 3 de la Cámara de Apelaciones y Garantías en Lomas de Zamora por el que concursaron 12 aspirantes. Carlos Baccini resultó el ganador absoluto. Un podio al que está acostumbrado. Ya ganó otro que lo convirtió en el fiscal general de Merlo. Actualmente ocupa ese cargo en Lomas de Zamora en forma interina.

Baccini no se rinde. Aspira a integrar la única Cámara de Garantías que tendrá el departamento judicial Lanús/Avellaneda. Pero no es su caso el que demoraría una decisión. Versiones maliciosas le atribuyen a Torres insistir por Alak para que María Soledad Garibaldi ocupe un lugar. Garibaldi es la esposa del juez federal José Antonio Michelini. Antes de integrar la Corte, Torres fue magistrado en Comodoro Py. Por el puntaje obtenido, Garibaldi quedó última en el concurso.

La indecisión de Soria tendría otro motivo más. El contrato suscripto por Torres en su gestión con una consultora de imagen para desarrollar el proyecto “Construyendo la marca Torres”. Una redundancia llamativa. No habría dudas del recuerdo indeleble dejado en el Consejo de la Magistratura. Sobre todo por la sesión del 24 de marzo a la que convocó en la ESMA para congraciarse con los organismos de derechos humanos. Torres aspira a cubrir una de las dos vacantes en la Corte Suprema y cultiva para eso la simpatía de los organismos de derechos humanos, sector ligado de forma inescindible a Cristina, cuya gracia, en apariencias, no solo espera De Pedro.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-maldicion-de-wado-de-pedro-nid02062023/

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