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La perfección de Verstappen y el caos de Checo Pérez, los extremos de Red Bull en otro capítulo de la Fórmula 1

En 811 metros, la distancia que separa al primer cajón de la grilla de la primera curva, quedó en evidencia el abismo que existe entre un tricampeón de la Fórmula 1 y un piloto que pone a prueb...

En 811 metros, la distancia que separa al primer cajón de la grilla de la primera curva, quedó en evidencia el abismo que existe entre un tricampeón de la Fórmula 1 y un piloto que pone a prueba sus virtudes en cada carrera. El equipo Red Bull Racing ofrece extremos en la pareja que comparten el garaje: el talento y la superioridad mental y de conducción de Max Verstappen contrasta con el esfuerzo extremo para mantenerse competitivo de su compañero y los demonios que envuelven en la pista a Sergio Checo Pérez.

El Gran Premio de México resaltó la brecha, porque se trató de una cita particular para las dos espadas de Milton Keynes: el neerlandés tuvo la primera oportunidad de romper una marca que es de su propiedad y la selló, mientras que al tapatío se le presentaba una excelente ocasión para empezar a redondear el subcampeonato, determinar un contundente 1-2 en la temporada, pero la desperdició. Para MadMax fue el quinto éxito en las últimas seis visitas al autódromo Hermanos Rodríguez y el decimosexto del año, nueva marca en la historia de la Fórmula 1; el mexicano protagonizó un accidente y una debacle que seguramente provocará reuniones puertas adentro con el crítico asesor Helmut Marko y el jefe Christian Horner, que lo contuvo con palabras de aliento en el muro.

La perfección de Verstappen y el caos de Checo Pérez explotó en la primera curva, tras la largada. Con las dos Ferrari -Charles Leclerc y Carlos Sainz Jr.-en la primera fila, el neerlandés ensayó una maniobra ajustada y pensada de superación para saltar desde el tercer lugar a la cabeza de la carrera; una jugada que resalta su ambición, aunque no es novedosa: dos años atrás, en el mismo escenario, dibujó un adelantamiento imperial -también desde el tercer cajón de partida- sobre los pilotos de Mercedes, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas.

En 2021 apareció como un rayo por la cuerda externa para asombrar a todos; ahora, filtrándose entre los dos autos de la Scuderia para llegar antes que nadie al primer doblaje. Una vez que dominó el espacio resultó inalcanzable, imbatible: lanzó una estrategia que debió modificarse después de la bandera roja impuesta en la mitad del gran premio luego del accidente que protagonizó Kevin Magnussen (Haas) -sufrió la rotura de la suspensión trasera izquierda e impactó contra las barreras de contención-, aunque controló sin sobresaltos la nueva partida detenida con compuestos duros para ganar por una diferencia de 13s875/1000 sobre Hamilton.

Victoria y récord de Verstappen en México

Los 39 puntos de diferencia que Checo Pérez diseñó sobre Hamilton, después de la desclasificación del séptuple campeón en el Gran Premio de los Estados Unidos, era una brecha que debía serenar al mexicano en la pulseada por el subcampeonato. Nada de eso ocurrió, como si estuviera presionado por el desenlace del calendario 2022, cuando perdió por dos puntos el segundo puesto en el Mundial de Pilotos ante Charles Leclerc (Ferrari).

“Lo intentamos todo: vi el hueco y fui por él. Yo no quería estar solo en el podio, quería ganar la carrera. Vi la oportunidad y pensé que era el momento de ir por ella. No esperaba que Charles frenara tan tarde. Me conozco y sé que no iba a estar contento de llegar solamente al podio, porque llevaba dos años consecutivos llegando al podio: era ganar”, apuntó Pérez ante los medios.

Una declaración que suena contradictoria, porque es prácticamente imposible ganar saltando desde el quinto puesto a la cabeza de la carrera al salir de la primera curva. Una de las máximas de Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón del mundo, se ajusta a lo que protagonizó Checo Pérez en Ciudad de México: “Las carreras no se ganan en la primera curva, muchas veces se pierden”.

“Es duro, porque es una carrera en la que le quieres dar todo a tu público, a tu gente. Así son las carreras, nos vamos con la frente en alto, porque lo dimos todo. Si miras atrás quizás se piensa que no valía la pena arriesgar tanto en la primera curva, pero yo quería más que un podio. Quedan tres carreras y estamos de regreso, porque tuvimos un gran ritmo”, se excusó el mexicano, que ahora tiene una luz de 20 unidades con Hamilton. El británico se esperanza con seguir recortando la diferencia en el Gran Premio de San Pablo, el próximo fin de semana, un escenario que le resulta amigable: triunfó en tres de las últimas seis visitas, y su compañero de garaje George Russell marcó su primer y único triunfo en el Gran Circo en Interlagos, el año pasado.

Con un sombrero mexicano y el RB19, Verstappen ascendió al podio. El público, con respeto, saludó al ganador, desterrando los abucheos que el tricampeón recibió en Austin por seguidores de Checo Pérez. El autódromo Hermanos Rodríguez es un escenario ya familiar para el neerlandés: es el único piloto que ganó desde que el gran premio se denomina Ciudad de México y en él rompió dos veces el récord de triunfos en una temporada. También igualó el registro de 51 festejos de Alain Prost en la F.1. La sonrisa de Max y la desolación de Checo, los opuestos de Red Bull Racing.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/automovilismo/la-perfeccion-de-verstappen-y-el-caos-de-checo-perez-los-extremos-de-red-bull-en-otro-capitulo-de-la-nid29102023/

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