Adiez minutos del centro de Roma, Aldo Gucci construyó una villa encantada a finales de los años 40 (fue renovada en los noventa), cuando se mudó de Florencia a la capital italiana para expandir el negocio de moda familiar. Conocida como la verdadera House of Gucci, acaba de salir a la venta por 15 millones de euros. Compuesta por dos casas –la segunda fue construida en los 70 para uno de los hijos– en las que se mezclan el estilo inglés con toques toscanos, fue escenario de reuniones familiares, de las fiestas más importantes y el refugio en el que el empresario y su mujer, Olwen Price, vivieron con sus herederos. Rodeada de 10 mil metros cuadrados de jardines –en la zona verde hay pileta con vestuarios y garaje para varios autos– las dos casas siguen perteneciendo a la familia Gucci. La principal, más señorial y de mil doscientos metros cuadrados, consta de cuatro plantas con un total de doce habitaciones y doce baños. En la planta baja, un luminoso salón, conecta la sala de estar –que tiene un piano de cola– con el comedor y el estudio. En el primer piso se destaca el dormitorio de la pareja, con una increíble vista al jardín, dos baños en suite y otros cuatro dormitorios, todos con baño integrado. En el segundo piso hay otro salón con impresionantes vistas de Roma, dormitorio, terraza y una escalera que conduce a la terraza panorámica. Y, a nivel del jardín, cocina, sala de juegos, lavandería y tres habitaciones para el personal de servicio. La segunda casa está distribuida en tres plantas –son novecientos metros cuadrados–, tiene acceso independiente y un invernadero.