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La ‘enfermedad silenciosa’ que persiste en nuestras bocas

Si uno nota que algunas veces por semana su saliva se tiñe de color rosa después de cepillarse los dientes o usar hilo dental, es posible que se trate de una enfermedad de las encías en etapa te...

Si uno nota que algunas veces por semana su saliva se tiñe de color rosa después de cepillarse los dientes o usar hilo dental, es posible que se trate de una enfermedad de las encías en etapa temprana. No obstante, dicha condición puede presentar otros síntomas o ninguno en absoluto.

“Es una enfermedad muy silenciosa”, dice el Dr. Rodrigo Neiva, jefe de periodoncia en Penn Dental Medicine.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., casi la mitad de los adultos estadounidenses mayores de 30 años muestran signos de enfermedad de las encías y el nueve por ciento presenta una enfermedad de las encías grave, mejor conocida como enfermedad periodontal.

Cuando no se trata, la enfermedad puede volverse más difícil de tratar. “Los pacientes eventualmente pueden terminar perdiendo los dientes”, añade el Dr. Neiva. Incluso, algunas investigaciones han relacionado la enfermedad periodontal con otras condiciones de salud indeseables como la demencia, diabetes y las enfermedades del corazón.

Qué es lo que hay que saber sobre la enfermedad de las encías, incluidas sus causas y los primeros síntomas, así como también cómo prevenirla y qué pueden hacer los dentistas para controlarla.

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Comprender las causas

La enfermedad de las encías temprana se llama gingivitis y se caracteriza por la inflamación de las encías.

“Es causada por bacterias en los dientes (placas) que liberan productos que irritan las encías”, señala la Dra. Deborah Foyle, jefa del departamento de periodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad Texas.

Una buena higiene oral es clave para prevenir la enfermedad de las encías, ya que elimina la placa de los dientes antes de que las bacterias puedan dañar las encías. “A menudo, las personas desarrollan gingivitis porque no se cepillan los dientes ni usan hilo dental diariamente. En ocasiones, solo se ven afectadas partes de las encías, especialmente aquellas que están alrededor de la parte posterior de los dientes, donde las personas no se cepillan tan bien”, destaca el Dr. Neiva.

“Los dentistas pueden diagnosticar la gingivitis mediante el uso de un instrumento especial que mide la distancia entre las encías y los dientes”, señala la Dra. Natalie Jeong, profesora y directora del departamento de periodoncia de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Tufts.

Cuando la gingivitis no se trata, las bacterias pueden invadir y destruir los tejidos debajo de las encías, causando enfermedad avanzada de las encías o enfermedad periodontal. “El hueso que sostiene los dientes comienza a romperse, dejando las raíces expuestas y sensibles en algunos casos”, dice la Dra. Foyle. “Se desarrollan espacios entre los dientes y estos comienzan a aflojarse”, agrega.

“Las personas que fuman, tienen diabetes o rechinan los dientes tienen una mayor probabilidad de desarrollar enfermedad de las encías”, explica Jeong. Asimismo, añade que algunos medicamentos, como los esteroides u otros que se usan para tratar la epilepsia y el cáncer, también pueden aumentar el riesgo. “La genética también puede hacer que las personas sean más o menos susceptibles”, señala.

El Dr. Nieva agrega que las personas que rara vez tienen caries también pueden ser más propensas que otras personas a tener enfermedad de las encías. “Esto se debe a que las bacterias que causan la enfermedad de las encías superan y suprimen a las bacterias que causan las caries”, explica.

“Es muy común ver pacientes con enfermedad periodontal muy avanzada que no tienen ni una sola caries”, añade el profesional.

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Las señales de advertencia y qué hacer

La gingivitis a menudo pasa desapercibida porque no causa dolor. “Pero las personas que padecen la afección pueden notar que sus encías sangran cuando se cepillan o usan hilo dental”, destaca el Dr. Neiva. A su vez, comenta que la parte de las encías adyacente a los dientes también puede verse roja en lugar de rosada.

“Dicho esto, es posible que los fumadores con gingivitis no experimenten sangrado de las encías u otros síntomas”, dice Jeong. “La gente tiende a pensar, ‘está bien, mis encías nunca sangran, no debería tener ningún problema’”, sostiene a la vez que advierte que esa es una idea errónea.

El cepillado regular y el uso de hilo dental pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las encías, pero una vez que se presenta la gingivitis, una buena higiene bucal en el hogar no siempre puede solucionar el problema. “Esto se debe a que las bacterias pueden haber comenzado a acumularse por debajo del nivel de las encías”, dice Neiva. Según el experto, en estos casos una limpieza profesional y, a veces, antibióticos, pueden tratar y curar la gingivitis.

“Una vez que la gingivitis avanza hacia una enfermedad periodontal más avanzada, las personas pueden notar que sus encías comienzan a retroceder, lo que hace que sus dientes se vean más largos”, añade Jeong. También explica que se puede experimentar una mayor sensibilidad alrededor de las encías, mal aliento y que es posible que los dientes no encajen de la misma manera cuando se muerde porque se han movido. “Eventualmente, los dientes pueden comenzar a aflojarse e incluso caerse”, advierte.

La enfermedad periodontal avanzada puede ser incurable. Sin embargo, los dentistas y los periodoncistas pueden recomendar tratamientos que retarden o prevengan una mayor pérdida de encías y hueso. También se puede realizar una limpieza profunda de las raíces de los dientes afectados o recomendar una cirugía de las encías.

“Mantener las encías saludables es, en última instancia, simple: hay que cepillarse dos veces al día, usar hilo dental una vez al día y consultar con el dentista para coordinar limpiezas cada seis meses o con la frecuencia que se le sugiera”, concluye Neiva.

“Cuanto antes se detecte, más se puede hacer”, agrega.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/la-enfermedad-silenciosa-que-persiste-en-nuestras-bocas-nid06072023/

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