La agenda de la princesa de Asturias en la Academia General Militar de Zaragoza (AGM) no se detiene: en estos días, que son los últimos de su fase de instrucción y de su formación militar básica, pasó de protagonizar la solemne entrega de sables en las instalaciones de “La General” –es la primera gran ceremonia de su vida castrense: simboliza la obtención de su título de dama cadete y le permite el acceso a las escalas oficiales de los cuerpos generales de Intendencia y de Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra, así como al Cuerpo de la Guardia Civil–, a estar cuerpo a tierra junto a todos sus compañeros de camada.

En las imágenes que dio a conocer la Casa Real, puede verse a Leonor con su uniforme militar, fusil en mano, casco y mochila, realizando las habituales maniobras militares: desde arrastrarse por el suelo y reptar por debajo de alambrados hasta realizar una llamativa prueba en el agua (los cadetes se tiran a una pileta vestidos con todo su uniforme militar: casco, mochila y arma). Luego del entrenamiento, Leonor posó sonriente para una foto junto con los demás cadetes. Seguramente , así de feliz también se la verá el mes que viene, porque octubre tiene, para la primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia, varios desafíos personales e institucionales: el 6, ella y sus 600 compañeros del primer año de la Academia serán presentados a la Virgen del Pilar, en la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza. El 7, se llevará a cabo la jura de la bandera, donde se realiza la promesa de defender a España. El 31, el mismo día de su cumpleaños número 18, jurará la Constitución en las Cortes Generales y recibirá el Collar de la Orden de Carlos III, en el Congreso de los Diputados. Un calendario digno de una heredera del trono que no se detiene.