Stephen Hawking fue un brillante hombre de ciencia que, a lo largo de su vida, hizo enormes contribuciones al universo de la astrofísica y otras disciplinas. Pero también, este británico fallecido en marzo de 2018 luego de padecer muchos años Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), fue un claro divulgador científico que intentó llevar las maravillas científicas que él conocía a la mayor cantidad de gente posible.

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En ambos sentidos, Hawking era un hombre absolutamente ocupado y preocupado por el futuro de la humanidad. Así, a lo largo de su trayectoria y, especialmente sobre sus años finales, el físico que tantos conocimientos aportó sobre los agujeros negros del espacio dejó una serie de predicciones que, a más de un lustro de su muerte, toman una nueva y vigorosa vigencia.

Hawking no dejó pasar ninguno de los temas que se siguen discutiendo hoy y parecen plantear dilemas para muchos años más de la humanidad. De este modo, el científico llegó a meterse, entre otras cosas, con temas como el multiverso, la inteligencia artificial, el cambio climático, la superpoblación humana y las manipulaciones genéticas.

El multiverso

Hawking creyó que la idea de los multiversos podrían ser una realidad. Lo que sugiere esta teoría es que el universo en el que vivimos podría no ser el único, sino que existirían múltiples universos paralelos, tal como ocurre en algunas películas de ciencia ficción.

Según explica una publicación de BBC, Hawking, junto con el científico James Hartle, había señalado en la década del ‘80 la gran posibilidad de que la explosión del Big Bang que dio origen al universo hace unos 13.800 millones de años no hubiera dado como resultado un solo universo, sino una multiplicidad.

Entonces, los científicos plantearon que era posible que cada uno de esos universos tuvieran sus propias leyes físicas. Pero 10 días antes de morir, el físico, junto a su colega belga Thomas Hertog, modificó su propia teoría y planteó que la posibilidad más real sería que cada uno de los múltiples universos tuvieran similares leyes físicas ya que estas normas, tal como las conocemos, surgieron todas luego del Big Bang.

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Eso sí, el científico aseguró que, por ahora, no iba a ser posible saltar entre un universo y el otro.

Inteligencia Artificial

Hawking predijo que el desarrollo de la IA podría ser riesgoso para los humanos. “El desarrollo de una inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana”, le dijo a BBC en 2014. Allí también vaticinó que la IA podría superar a las personas en inteligencia y habilidades, con lo que sería capaz de tomar el control de la tecnología y de su impacto sobre la sociedad.

Según él, una IA muy avanzada llevaría a la automatización de trabajos y a la toma de decisiones independientes, lo que desembocaría en situaciones que influirían en cuestiones económicas, éticas y, especialmente, de seguridad. Allí es donde el científico señalaba que estos avances tecnológicos podrían tomar el control del mundo y provocar la destrucción de la humanidad.

Cambio climático

El físico consideraba el calentamiento global como una de las amenazas más fuertes para la vida en el planeta. Pensaba que había un punto en el que este cambio climático se volvería irreversible y se convirtió en un luchador apasionado contra este fenómeno.

Así, advirtió sobre el aumento de las emisiones de efecto invernadero, que, provocadas por el hombre, estaban calentando la tierra a un ritmo que causaba alarma. El hombre de Cambridge adelantó que el calentamiento global traería sobre el planeta inundaciones, sequías y tormentas más intensas, amenazando la habitabilidad de muchas regiones.

Aumento de la población mundial

Otra de las predicciones, y también preocupaciones, de este científico pasaba por el problema de la superpoblación mundial. Esta situación, según él, podría poner una fuerte presión en los recursos del planeta. Si la población continuaba creciendo, señaló Hawking, se haría palpable la escasez de alimentos, agua y energía.

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“Para el año 2600, la población mundial estaría hombro con hombro, y el consumo de electricidad haría que la Tierra brillara al rojo vivo”, vaticinó el físico en 2017, en una Cumbre Tencent WE, en China. Allí planteó claramente que la superpoblación demandará una cantidad insostenible de consumo de energía que finalmente terminará en el fin del mundo. Basó su pronóstico en que la población mundial creció exponencialmente durante los últimos 40 años y añadió: “No puede continuar así en el próximo milenio”

Los extraterrestres

Hawking alertó sobre los intentos humanos de contactar a alguna civilización alienígena. En ese sentido, en 2010, le dijo a Discovery Science que los extraterrestres podrían atacar el planeta Tierra en busca de recursos.

“Si nos visitan, el resultado sería muy parecido a cuando Cristóbal Colón desembarcó en América, lo que no resultó bien para los nativos americanos”, observó. “Solo tenemos que mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente podría convertirse en algo que no quisiéramos encontrar”, completó.

Creación de super humanos genéticamente modificados

El científico y divulgador planteó la idea de que, en el futuro, las personas buscarían mejorar sus condiciones genéticas como las que tienen que ver con la inteligencia y también con la resistencia a las enfermedades.

Esto, que a priori, brindaría oportunidades para mejorar la salud y el rendimiento de las personas, también plantearía cuestiones éticas y sociales. Según el físico, la posibilidad de crear genéticamente “superhumanos” también crearía una brecha entre los que podrían acceder a los nuevos cambios tecnológicos y los que no tendrían las posibilidades económicas de hacerlo.

Creación de virus mortales

Hawking también alertó sobre el peligro que puede traer aparejada la manipulación genética de virus con fines médicos. Mencionó que, además, si esos microorganismos caen en manos equivocadas podrían ser utilizados como armas químicas.

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En una entrevista en el año 2001, el astrofísico pronosticaba en una entrevista en The Telegraph que sería un virus con efectos altamente mortales para los seres humanos lo que provocaría el final de nuestra especie, y no una bomba atómica. En ese contexto, aseguró que estaba “más preocupado, a largo plazo, por la biología que por las armas nucleares”.

El científico consideraba que el fin de la humanidad podría ser consecuencia de una gran pandemia y de la creación “accidental o voluntaria” de un virus que destruyera la vida como la conocemos.

Desconfianza en la ciencia

Otra de las advertencias que hizo Hawking tiene que ver con la preocupación que tenía al observar que la desconfianza de la población en la ciencia y en los científicos estaba en aumento. Señaló que ello se debía a que había una falta de comprensión del público de los principios básicos de la ciencia.

“La ciencia y la educación están amenazadas en todo el mundo”, aseveró el físico en un el libro póstumo Breves respuestas a las grandes preguntas, que su familia presentó en Londres en octubre de 2018, según recoge la agencia AP.

La percepción de las personas volcada contra la ciencia que Hawking expuso como “revuelta contra los expertos”, puede traer consecuencias graves, ya que la negación de la ciencia llevaría a tomar decisiones defectuosas, como en áreas críticas como el cambio climático o la seguridad de las vacunas.