La noche de Lionel Messi en Lima fue de colección. El capitán de la selección argentina encantó de principio a fin a cada uno de los que estuvo en el Estadio Nacional. Su figura es magnética y lo que hace dentro del campo de juego hipnótico. Los hinchas en las tribunas se derritieron por él, los rivales lo respetaron al máximo y hasta el árbitro del encuentro, Jesús Valenzuela, se rindió ante el 10 argentino, tanto que en una de las imágenes de la TV se advirtió que le pidió algo muy especial para cualquier fanático del fútbol.

Al grito de “Meeeessi, Meeeeessi” celebraron los 43.000 hinchas que convirtieron el estadio Nacional en una caldera. Cuando terminó el primer tiempo del partido y, luego de los reproches a sus propios futbolistas, la rendición del público local ante el capitán argentino. Aplausos, como en un teatro.

Con sus dos goles que significaron la victoria de la selección argentina por 2-0, Lionel Messi acumuló 31 tantos totales y así superó a su amigo uruguayo Luis Suárez como máximo anotador histórico de las eliminatorias sudamericanas. Y eliminó dos cuentas pendientes: hacer un gol en suelo peruano y vulnerar al arquero Pedro Gallese.

Tan convocante es lo que produce Messi que en Lima los fanáticos salieron disparados cuando terminó el partido para tratar de sacarse una foto con el argentino. La imagen que recorrió el mundo es la del niño con la camiseta argentina que pudo acercarse al 10 y que después retirado por el personal de seguridad del estadio.

Incluso, las cámaras de TV captaron el momento en el que el árbitro Valenzuela le recuerda a Messi el pedido de camiseta que le había hecho durante el encuentro y se puede comprender que el capitán argentino le indica que le dará la número 10 cuando lleguen a los vestuarios.

La alegría de Messi y la producción de la selección argentina es lo que encanta a todos. Es por eso que cada encuentro es una función, incluso, hasta para los rivales. Si desde las tribunas se escuchó la ovación cuando el 10 sacó a pasear a dos peruanos en la mitad de la cancha. A Yoshimar Yotún lo hizo resbalar en dos ocasiones, pero el volante local en ningún momento pudo sacarle el balón. Franco Zanelatto lo persiguió, pero Messi salió con muchísima habilidad y pura gambeta hacia el otro lado del campo. Resignados, los dos rivales quedaron lejos del capitán argentino... La jugada no demoró en viralizarse en las redes sociales.

"Lionel":

Porque Messi tiene 36 años pero juega como si tuviese 18. pic.twitter.com/H4twovCvkQ

“Este equipo es impresionante y sigue creciendo partido tras partido. Compararlo con Barcelona, el mejor de la historia, es mucho. Pero está muy cerquita: campeón de América, del mundo... Eso tiene muchísimo mérito. Tenemos grandísimos jugadores; juegue quien juegue nos identifica el estilo. Y esperamos seguir por este camino. Como pasó después de la Copa América, cuando el equipo fue mucho más. En juego crecimos, nos liberamos, y después de la Copa del Mundo el equipo juega con mucha confianza, muy suelto. Donde se juegue siempre queremos ser protagonistas, queremos la pelota. Nos sentimos bien y disfrutamos de hacerlo de esta manera”, dijo Messi en el campo de juego, para la transmisión de televisión.